5 sencillos consejos para controlar la piel seca de tu bebé

La hermosa, besable, suave y dulce piel de tu bebé es increíblemente sensible, por lo que puede volverse fácilmente propensa a la sequedad. La piel seca de los bebés no suele ser motivo de preocupación, y manejarla es sencillo cuando se sabe cómo hacerlo.

Sigue leyendo para saber qué causa la sequedad en la piel del bebé, qué aspecto tiene, cómo diferenciar la piel seca de algo como el eczema, que puede necesitar un tratamiento diferente, y, por último, nuestros cinco consejos para controlarla.

¿Qué causa la piel seca en los bebés?

La piel seca es muy común en los niños, y tiene muchas causas, entre ellas:

  • Ambientes secos. Un clima con poca humedad, la exposición a temperaturas frías (sobre todo a medida que nos acercamos al clima más frío), los hogares con aire acondicionado o el contacto cercano con una chimenea o un calentador.
  • Productos de baño. Algunos jabones o productos para el baño de burbujas pueden eliminar los aceites naturales de la piel, lo que dificulta el mantenimiento de la humedad.
  • Temperatura y frecuencia del baño. Bañarse en agua demasiado caliente o hacerlo con demasiada frecuencia.
  • La ropa o la ropa de cama. Toallas, ropa o sábanas ásperas, o detergente o suavizante irritante.
¿Qué aspecto tiene la piel seca?

Los bebés (y los adultos) tendrán un brote de piel seca de vez en cuando, y puede aparecer en cualquier parte del cuerpo. En los bebés, suele aparecer en los brazos, la cara, los pies, las piernas y los labios. Los síntomas son:

  • Parches opacos, escamosos, ásperos y cenicientos
  • Líneas finas o grietas si está muy seca
  • Por lo general, no pica, a no ser que se reseque mucho, lo que puede llevar a rascarse y a una mayor irritación
  • Si la sequedad se agrava, la piel puede sangrar o infectarse. Es entonces cuando puede aparecer una costra, una supuración y un enrojecimiento en la piel clara, y un color marrón, morado o gris en la piel más oscura.
Cómo diferenciar la piel seca del eczema

La piel seca y el eczema pueden tener algunos síntomas en común. A continuación te explicamos cómo puedes distinguirlos, pero habla siempre con tu médico de cabecera si no estás seguro, porque afecta a cada niño de forma diferente:

  • El eczema no sólo aparece en condiciones de frío o sequedad, sino que puedes notar que la piel de tu hijo se irrita con la leche o la saliva.
  • A diferencia de la piel seca, es posible que encuentres eczemas en lugares menos típicos del cuerpo, como en los pliegues de los codos, detrás de las rodillas, detrás de las orejas o en el cuero cabelludo.
  • La piel con eczema puede parecer inflamada, y también pueden aparecer pequeños granos llenos de líquido.

Cómo controlar la piel seca de tu bebé: 5 sencillos consejos

La mejor manera de controlar la piel seca de tu bebé es tratar las causas subyacentes. Si su piel seca no mejora con los siguientes tratamientos, o empeora, acude al médico de tu bebé. Puede que te recomiende determinados productos hidratantes o lavados de baño, o que te remita a un dermatólogo.

1. Mantén un baño corto y templado (no caliente)

Asegúrate de que la temperatura del baño sea cercana a la tibia si es posible (calienta el cuarto de baño en su lugar cuando el tiempo sea más frío), y utiliza sólo una pequeña cantidad de jabón natural para el baño. Ni siquiera es necesario que sea diario, y puedes utilizar agua corriente los demás días. Utiliza una toalla suave para secar su piel después del baño.

2. Hidratar, hidratar, hidratar

Después del baño, utiliza una crema hidratante espesa, sin perfume y no irritante. Repite la aplicación una o dos veces a lo largo del día y antes de acostarte. Es posible que tengas que añadir más crema hidratante en la cara y los labios cuando salgas al exterior en un día frío. Utiliza paños de algodón para limpiar suavemente los mocos o las babas.

3. Ajustar las condiciones interiores

Haz que el aire sea menos seco utilizando un humidificador de aire frío, ventiladores en lugar de largos periodos de uso del aire acondicionado, y minimiza el contacto cercano con los calefactores. Una habitación más fresca durante la noche es lo mejor para evitar el sobrecalentamiento (que también es un riesgo de SMSL).

4. Viste a tu bebé según el entorno

Cuando esté en el interior, viste a tu bebé con ropa suelta y transpirable de algodón, y cuando salgas al exterior, añade las capas adecuadas para reducir la exposición al aire frío y seco. Por ejemplo, puede necesitar un gorro y guantes para proteger su piel de los elementos.

5. Mantenerlos hidratados

Incluso durante los meses de frío, los bebés necesitan mantenerse hidratados. Asegúrate de que reciben mucho líquido de la leche materna o de la fórmula. Ofréceles agua hervida fría a partir de los seis meses cuando sea necesario.

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