Trastorno del espectro autista: Signos a tener en cuenta en el primer año

Todos los padres vigilan de cerca a sus bebés para asegurarse de que se desarrollan como es debido. Hacemos un seguimiento de los hitos y comparamos a nuestros bebés con otros. Nos fijamos en los grandes hitos, como darse la vuelta, sentarse, gatear y dar los primeros pasos. La búsqueda de signos de trastorno del espectro autista (TEA) no suele estar en primer plano y puede ser difícil ver los primeros signos.

Los primeros signos de TEA suelen manifestarse en la ausencia de comportamientos, más que en la aparición de determinados comportamientos. Los comportamientos típicos del TEA tienden a aparecer más tarde, en la primera infancia.

Es importante recordar que los niños se desarrollan a ritmos diferentes, así que si tu hijo no hace algo que tú crees que debería hacer, intenta ser paciente, puede que no tarde mucho en hacerlo.

Pero si te preocupa, hay algunas señales de alarma a las que debes prestar atención.

Trastorno del espectro autista: Signos tempranos en el primer

año

En concreto, Raising Children sugiere que los siguientes signos son señales de alarma:

Comunicación social

Estar atento a los signos de desarrollo de la comunicación social, o a la falta de ellos, es un aspecto importante que hay que vigilar. La ausencia de una sonrisa regular, de contacto visual, del uso de gestos y, en general, de una interacción adecuada a la edad es algo que hay que vigilar en los primeros 12 a 24 meses.

Si su hijo no lo hace:

  • señalar o sostener objetos para mostrártelos
  • comparten una experiencia o te muestran que quieren algo
  • responder a su nombre
  • conversar balbuceando
  • comprender instrucciones sencillas como "dame el juguete
  • hacer gestos por sí solos, como decir adiós sin que nadie se lo pida
  • sonreír a sus cuidadores sin que les hagan cosquillas ni les sonrían primero
  • mostrar interés por otros niños
  • iniciar juegos como el cucú
  • participar en juegos de simulación como dar de comer a muñecas u ositos de peluche.

Interés restringido

El interés restringido es otra área que se considera una bandera roja. Específicamente:

  • sólo juega con determinados objetos o se fija en ellos, como los interruptores de la luz
  • interactúa con los juguetes de manera singular, como hacer girar las ruedas de un coche de juguete, en lugar de fingir ser el conductor, o alinear objetos en lugar de jugar con ellos
  • se interesa por objetos inusuales, como desagües, ventiladores u objetos metálicos.

Experiencias sensoriales

Las experiencias sensoriales también se consideran una señal de alarma. Si su hijo

  • se altera con ciertos sonidos, o con un determinado volumen de ruido
  • sólo come alimentos de determinada textura
  • busca determinadas sensaciones, como juguetes que vibran o frotarse objetos en la cara o la boca.

Repeticiones, rutinas y regresión

Las rutinas y las repeticiones también son signos importantes de TEA. Si tu hijo tiene dificultades con un cambio de rutina y se altera con las variaciones, como un cambio en la hora de dormir o necesita hacer las cosas en un orden determinado todos los días.

Los movimientos corporales repetitivos o inusuales también se consideran un signo de TEA. Hay que fijarse en comportamientos habituales, como poner los brazos rígidos, caminar de puntillas o arquear la espalda.

La regresión de cualquier hito en los primeros 12 a 18 meses también es una señal a tener en cuenta. Si tu hijo ha empezado a utilizar el lenguaje, los gestos, los juegos de simulación y a interactuar mucho contigo y con otros seres queridos y, de repente, deja de hacerlo, merece la pena que hables con tu médico o enfermera del SMI.

Una vez más, es importante tener en cuenta que los niños se desarrollan a ritmos diferentes, pero si estás preocupada debes hablar con tu médico.

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