Una madre comparte un vídeo en el que deja a su hijo colorear en el suelo de su cocina, y la gente opina lo mismo

Osuna dice que se rascó un prurito de la infancia para experimentar ciertas libertades que una vez anheló.

"Mi padre decía a menudo que no y mi madre era buena diciendo que sí, siempre que no se perjudicara a nadie", dice Osuna. "Ver ambos puntos de vista me hizo darme cuenta de las ventajas de decir que sí. Prefiero fomentar la creatividad de mi hija e inculcarle confianza mientras explora el mundo con seguridad en casa, y con la consecuencia de tener que limpiar. Es un momento de enseñanza".

De hecho, Osuna está intentando decir "sí" más a menudo.

"Hago un esfuerzo consciente para decir que sí porque no quiero transmitir mi ansiedad a mi hija", dice Osuna, y añade que su actitud de "sí" se extiende a saltar en los charcos de lluvia sin miedo a estropear sus zapatos o dejarla subir a la estructura del parque infantil "para niños grandes", bajo su atenta mirada.

Osuna dice que las preocupaciones por que su hija crezca como una "vándala" o una "mocosa" no son válidas.

"La gente actúa como si le hubiera dado a mi hija un cuchillo de carne", dice. "Creo que la gente teme lo que no entiende".