7 consejos para criar niños seguros y felices

Ser padres es difícil. Y muy importante. Queremos criar niños sanos, felices y seguros. Pero no hay un libro de normas ni una forma correcta de hacerlo. A veces, la crianza puede ser confusa y contradictoria. Supongamos que tu hijo quiere un helado antes de acostarse. Si usted está de acuerdo, le hace feliz, pero ¿es la mejor opción? Decir "no" a nuestros hijos puede no hacerles felices, pero a menudo es lo mejor para otras áreas de su desarrollo o bienestar.8

Ser padres es cuestión de equilibrio, paciencia y apoyar a nuestros hijos lo mejor posible. No hay un modo infalible de hacerlos felices. Es una tarea imposible, cargada de presiones para mantenerlos contentos todo el tiempo (lo que os aboca a ambos al fracaso). Sin embargo, hay muchas maneras de ayudar a nuestros hijos a crecer sintiéndose seguros, felices y protegidos en su relación con nosotros. Esto, a su vez, influye en su estado de ánimo y su bienestargeneral1.

7 consejos para criar niños seguros y felices

Intentar hacerlo todo bien puede resultar complicado y agotador. Y, a veces, uno se siente perdido. La verdad es que nunca hay forma de hacerlo todo perfecto. Pero sí hay cosas que podemos hacer para educar a nuestros hijos y que se sientan seguros y felices. Aquí tienes siete de mis consejos favoritos para conseguirlo:

1. Cree una rutina en la vida de sus hijos

A menudo puede parecer contradictorio, pero los niños prosperan con la estructura. Incluso los niños que parecen resistirse a toda costa a un horario o una rutina tienden a ir mejor cuando saben qué esperar de su vida día tras día.9 La constancia es esencial para los niños, ya que aprenden que sus cuidadores son de fiar, lo que les ayuda a sentirse estables y seguros.2

Tu hijo necesita saber que estás ahí para él y que puede confiar en ti para satisfacer sus necesidades. Saber y creer que le ayudarás o que puede acudir a ti genera confianza y constituye la base del apego seguro.3 Los niños que experimentan un apego seguro con un cuidador principal tienen más confianza en sí mismos y una mayor autoestima. También pueden explorar mejor su mundo y aprender bien porque saben que tienen brazos seguros y cariñosos a los que volver si necesitan apoyo.2

Y sí, padres, eso a veces significa dejar de ver la película que estamos disfrutando para acostarlos. Pero esa rutina y tu coherencia en las expectativas cosecharán un beneficio importante a largo plazo. Así que, encuentra tus rutinas y cúmplelas.

2. Establezca los límites necesarios

Educar a niños seguros y felices empieza por establecer límites. Aunque parezca lógico dar a tus hijos lo que quieren para que sean felices, no es así. Más bien al contrario. A veces, decir "no" es otra forma de demostrar amor.7,8 Puede que nos sintamos mezquinos cuando ponemos un límite. Pero a menudo nuestros hijos nos respetan más por poner parámetros a lo que pueden y no pueden hacer. Al igual que la coherencia, los límites les hacen sentirse queridos y seguros.2

3.claro y demuestra tus expectativas

Los niños responden mejor cuando les haces saber lo que esperas de ellos antes del momento en que les pides que hagan algo. Por ejemplo, si quiere que laven los platos y guarden la ropa, sea claro sobre cuándo espera que lo hagan. Cuanto mejor sepan lo que se espera de ellos, más capaces serán de estar a la altura de las circunstancias y hacerse responsables.10 Si nunca les has enseñado a cortarse las uñas, por ejemplo, es injusto esperar que sepan hacerlo.

4. Utiliza la frase " Estoy aquí para ayudar"

Cuando tu hijo pierda los nervios, tenga la edad que tenga, mi frase favorita es "Estoy aquí para ayudar". Esto les hace saber que tú eres su lugar seguro y que deseas ayudarles a encontrar una solución a su problema. También es un buen recordatorio de quién queremos ser cuando tienen problemas: un ayudante. No alguien que echa leña al fuego.

5. Modele el buen comportamiento y controle sus reacciones

Debemos modelar lo que esperamos de nuestros hijos. Evite reaccionar ante las cosas con emociones fuertes o establecer castigos que sean demasiado duros o que no estén bien relacionados con el comportamiento que mostraron (es decir, el castigo no se ajusta al delito). Reaccionar así puede hacer que los niños se sientan inestables o temerosos en la relación con sus padres, en lugar de criarlos para que se sientan seguros y felices.2

No tenemos por qué ser perfectos, pero sé consciente de cómo interactúas con tu hijo, garantizando una comunicación respetuosa. Asegúrate también de que ven cómo interactúas con los demás o cómo reaccionas ante los retos (incluida la forma en que gestionas tus sentimientos), porque aprenden de ello.4

6. Enséñeles sobre sus emociones

Es importante hablar con sus hijos sobre sus emociones. Deben entender la diferencia entre sentirse feliz y nervioso o ansioso y confuso. Cuanto más entiendan sus emociones, mejor podrán comunicar sus deseos y necesidades.5 Además, si pueden reconocer bien sus emociones, es menos probable que se sientan abrumados, confusos o frustrados por ellas. También estarán mejor equipados para afrontar o gestionar sus emociones si saben exactamente qué sienten y por qué, porque gestionamos o soportamos las distintas emociones de maneras únicas.5

Gestionar las emociones y hacerles frente ayuda a nuestros hijos a sentirse seguros y autoeficaces. Esto se debe a que creen que pueden conseguir cosas y alcanzar sus objetivos. Cuando llega el día en que pueden verbalizar su estado emocional en lugar de tener una crisis, es una gran victoria en el departamento de inteligencia emocional.

7. Aceptarles por lo que son

Un niño puede sentirse seguro y feliz cuando sabe que se le acepta por lo que realmente es.6 En lugar de imponer a nuestros hijos nuestros ideales y expectativas, es esencial darles espacio para que se desenvuelvan y se descubran a sí mismos. Esto no quiere decir que no podamos poner límites o normas. Pero debemos darles la oportunidad de expresarse y de compartir sus pensamientos y opiniones. Así sabrán quiénes son y que lo que necesitan es aceptable y valorado.

Criar niños seguros y felices debería ser nuestro objetivo final como padres. No siempre es fácil, pero empezarás con buen pie si pones en práctica estos siete consejos. Y al final, ¡tus hijos te agradecerán que les hayas dado el mejor comienzo en la vida!

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