¿Qué es un embarazo reducido?

Embarazo reducido

Un embarazo reducido es aquel que tiene una duración entre 21 y 37 semanas, desembocando en un parto prematuro que, en ocasiones puede traer riesgos o complicaciones, aunque en algunos casos, se pueden corregir y el embarazo llega a término.

Conocer con exactitud el tiempo de embarazo o técnicamente llamado edad gestacional, resulta fundamental desde el punto de vista médico. En este sentido, un embarazo es “a término” cuando el parto se produce entre las semanas 37 y 42. Como ves, la duración de un embarazo puede variar casi un mes, según cada caso particular. Por debajo de las 37 semanas, se considera un parto prematuro y, por lo tanto, un embarazo reducido, mientras que pasada la semana 42 se habla de embarazo prolongado.

Reconocer las señales de alarma es fundamental para la detección precoz de un embarazo reducido. De esta manera, es posible actuar a tiempo para que el bebé siga creciendo correctamente y evitar futuras complicaciones tanto para él como para la futura mamá.

¿Cuáles son los síntomas?

Aumento de la frecuencia de las contracciones

Tener contracciones regulares cada 15 minutos, o incluso menos, con una frecuencia de dos minutos entre una y otra y una duración de más de 10 segundos a partir de la semana 21 de embarazo.

Sangrado vaginal

En estos casos se produce un sangrado vaginal procedente del útero que no se asocia al ciclo menstrual.

Expulsión del tapón mucoso

Puede ocurrir que lo hayas expulsado y ni siquiera te hayas dado cuenta, aunque no es un síntoma de parto inminente, sí es indicador de que el cuello uterino comienza a dilatarse.

Aumento y cambio del flujo vaginal

El flujo vaginal puede variar en su color y consistencia, volviéndose rosado o de color marrón y apariencia más espesa.

Rotura de bolsa amniótica

Es un síntoma inequívoco de que el parto se producirá en las próximas horas. A veces ocurre que una mujer rompe aguas, pero no ha dilatado lo suficiente como para que el parto sea inminente. En este caso, no se suele esperar más de 24 horas para evitar una infección.

Otros síntomas

Calambres abdominales, presión intensa en la pelvis, dolor continuo en la parte baja de la espalda, sensación de desasosiego e intranquilidad, escalofríos o aumento de la temperatura corporal, son otros de los síntomas indicativos de que puedes tener un embarazo reducido y, por lo tanto, un parto prematuro. 

Cómo predecirlo

Según investigadores de Gran Bretaña, se puede llegar a predecir cuándo tendrá lugar un parto prematuro. Generalmente, cuando una mujer comienza el trabajo de parto antes de tiempo, ya es demasiado tarde para evitar el alumbramiento, pero esta situación puede cambiar en el futuro.

Según los médicos ingleses que han llevado a cabo esta investigación, durante el embarazo se producen señales eléctricas que estimulan la contracción muscular del útero. Si estás señales llegan a ser predecibles, se podrá calcular exactamente cuándo se producirá el parto y así evitar las complicaciones que puede ocasionar un parto prematuro por un embarazo reducido.

Si finalmente estas investigaciones dieran sus frutos, las mujeres podrían llegar a monitorearse en casa cuando empiecen con el trabajo de parto, un hecho que podría ser especialmente útil para las madres primerizas que desconocen si están teniendo o no contracciones. En cualquier caso, aún es muy pronto para saber si este estudio podrá ser efectivo.

Bebé prematuro

Dificultades para un bebé nacido de un embarazo reducido o parto prematuro

Aunque las tasas de supervivencia de los bebés prematuros cada vez son más altas, en la mayoría de los casos, si sufren determinadas secuelas o dificultades que vemos a continuación:

  • Debido a la inmadurez de sus pulmones, tienen mayor dificultad para respirar.
  • Resulta más complicado regular su temperatura corporal. En este sentido, es fundamental el contacto “piel con piel”, además de conocer el funcionamiento de las incubadoras.
  • La leche materna es lo mejor para estos casos porque su sistema digestivo está aún muy débil y cualquier otro alimento puede dañarlo.
  • Pueden sufrir anemia debido a la falta de glóbulos rojos para transportar el oxígeno a los tejidos.
  • Otros problemas que los bebés prematuros pueden manifestar a largo plazo son:
    • Apnea o breve interrupción de la respiración.
    • Displasia broncopulmonar por la utilización de respiradores artificiales.
    • Problemas de visión.
    • Problemas de audición.
    • Dificultades cognitivas y emocionales.

Por otro lado, según médicos estadounidenses, los bebés que nacen entre las semanas 34 y 36, también pueden presentar problemas, aunque no llegue a considerarse un parto prematuro o un embarazo reducido. Tienen mayor riesgo de sufrir la enfermedad de la membrana hialina, el síndrome de dificultad respiratoria, dificultades para alimentarse, hipotermia o ictericia.

Un riguroso control es importantísimo a lo largo de todo el embarazo, especialmente, durante la recta final, pero, además, una buena alimentación y unos buenos hábitos de vida saludables, son indispensables para evitar cualquier tipo de complicación y hacer todo lo que esté en tu mano para poder llevar un embarazo sin alteraciones.

En cualquier caso, los avances médicos hacen posible que cada vez sea mayor la esperanza de vida de los bebés prematuros que han pasado por un embarazo reducido. Las estadísticas hablan de que hoy en día, los bebés con un kilo de peso llegan a sobrevivir en el 90% de los casos, mientras que en 1990 la tasa de supervivencia era tan sólo del 30%.

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