¿Qué es un embarazo reducido?
Un embarazo reducido es aquel que tiene una duración entre 21 y 37 semanas, desembocando en un parto prematuro que, en ocasiones puede traer riesgos o complicaciones, aunque en algunos casos, se pueden corregir y el embarazo llega a término.
Reconocer las señales de alarma es fundamental para la detección precoz de un embarazo reducido. De esta manera, es posible actuar a tiempo para que el bebé siga creciendo correctamente y evitar futuras complicaciones tanto para él como para la futura mamá.
¿Qué es un embarazo reducido?
¿Qué es un embarazo prolongado?
¿Cuáles son los síntomas?
Aumento de la frecuencia de las contracciones
Tener contracciones regulares cada 15 minutos, o incluso menos, con una frecuencia de dos minutos entre una y otra y una duración de más de 10 segundos a partir de la semana 21 de embarazo.
Sangrado vaginal
En estos casos se produce un sangrado vaginal procedente del útero que no se asocia al ciclo menstrual.
Expulsión del tapón mucoso
Puede ocurrir que lo hayas expulsado y ni siquiera te hayas dado cuenta, aunque no es un síntoma de parto inminente, sí es indicador de que el cuello uterino comienza a dilatarse.
Aumento y cambio del flujo vaginal
El flujo vaginal puede variar en su color y consistencia, volviéndose rosado o de color marrón y apariencia más espesa.
Rotura de bolsa amniótica
Es un síntoma inequívoco de que el parto se producirá en las próximas horas. A veces ocurre que una mujer rompe aguas, pero no ha dilatado lo suficiente como para que el parto sea inminente. En este caso, no se suele esperar más de 24 horas para evitar una infección.
Otros síntomas
Calambres abdominales, presión intensa en la pelvis, dolor continuo en la parte baja de la espalda, sensación de desasosiego e intranquilidad, escalofríos o aumento de la temperatura corporal, son otros de los síntomas indicativos de que puedes tener un embarazo reducido y, por lo tanto, un parto prematuro.