10 cosas extrañas (pero totalmente normales) de tu recién nacido

10 cosas extrañas (pero totalmente normales) de tu recién nacido

Seguro que todos esos libros y clases te han preparado para lo más importante: el parto, las inevitables noches de insomnio y, por supuesto, la alimentación continua. Pero, ¿qué hay de las cagadas y de los ojos desviados? Antes de que vayas corriendo al teléfono para llamar al pediatra, te contamos todas las cosas extrañas, pero totalmente normales, que pronto descubrirás en los recién nacidos.

1. La costra láctea

¿De qué se trata? No hay forma de evitarlo: la costra láctea (cuando el cuero cabelludo del bebé se vuelve seco y escamoso) tiene un aspecto un poco extraño, pero es bastante común. ¿Por qué? Sinceramente, nadie lo sabe con certeza. La buena noticia es que la sequedad y la descamación suelen desaparecer en los primeros meses de vida del bebé (aunque en algunos casos los brotes aleatorios pueden durar más tiempo). Mientras tanto, prueba a frotar los parches con aceite de bebé dos o tres veces por semana. La doctora Alanna Levine, experta en crianza y pediatra de Orangetown Pediatric Associates, en Nueva York, sugiere convertirlo en una rutina antes del baño del bebé y raspar las escamas con un peine de dientes finos.

Cuándo preocuparse: Por suerte, no hay que preocuparse demasiado por esto: básicamente no es más que una erupción común. Pero si se extiende más allá del cuero cabelludo del bebé o parece que se agrava, pregunta a tu médico si te puede recetar una pomada.

2. Caca explosiva

¿De qué se trata? Vale, quizá el uso que hacemos de la palabra "explosivo" es un poco exagerado. Pero la verdad es que no te has iniciado oficialmente en la paternidad hasta que no has tenido que lidiar con una o dos explosiones de pañales. En otras palabras, no eres la primera madre que limpia las cacas del bebé de las paredes de la habitación recién pintada. Levine explica la física de todo esto: "Las cacas de los recién nacidos son en su mayoría líquidas con una textura de semillas de mostaza mezclada", dice. "Como resultado, no hace falta mucha fuerza para impulsarla por una habitación". ¿Ya te has asqueado? Espera a que tengas un "up-the-backer" en tus manos.

Cuándo hay que preocuparse: Mientras tenga color (entre marrón, verde y amarillo) y algunas partículas de semillas, la caca del bebé debería estar bien. Pero si detectas algún signo de sangre, Levine dice que es hora de llamar al pediatra.

3. Tetas de bebé

¿Qué es lo que pasa? ¿Recuerdas esas hormonas locas que te han afectado durante todo el embarazo? (¿Cómo podrías olvidarlo?) Bueno, también hicieron mella en el bebé. Y, por desgracia, uno de los efectos secundarios de llevar nueve meses en la barriga puede ser... bueno, pechos grandes. La exposición del bebé a tus hormonas a menudo puede provocar el desarrollo de tejido mamario, ya que las hormonas tardan un tiempo en desaparecer. Pero no te estreses, en general no es nada preocupante y debería desaparecer con el tiempo.

Cuándo preocuparse: ¿Notas algún enrojecimiento alrededor del pecho del bebé? Si es así, Levine también sugiere tomar la temperatura del bebé, para ver si el enrojecimiento va acompañado de fiebre. Estos síntomas pueden ser un signo de algo más grave y una razón para que el bebé sea examinado.

4. Ruidos extraños de gemidos

¿De qué se trata? Si esperabas sólo un pequeño arrullo y algún llanto ocasional del bebé, piénsalo de nuevo. Los bebés hacen mucho ruido. Hay gruñidos, gemidos, resoplidos y todo tipo de sonidos extraños que puedes escuchar de ellos. Pero, según Levine, todos esos extraños ruidos se deben a que los conductos nasales del bebé son bastante estrechos en la etapa de recién nacido, lo que hace que la mucosidad que queda atrapada allí cree algunos efectos sonoros adicionales. Así que si últimamente escuchas una sinfonía de sonidos, puede que tengas que pasar más tiempo limpiando la nariz del bebé con un aspirador nasal.

Cuándo preocuparse: Observa si el bebé gruñe o no con cada respiración. Si es así, puede tener problemas para respirar. En este caso, Levine dice que hay que llamar al pediatra lo antes posible.

5. Estornudos constantes

¿De qué se trata? No olvides que el bebé es nuevo en este mundo y en todo lo que hay en él y, por lo tanto, es muy sensible a muchas cosas a las que tú ya eres inmune. Por lo tanto, si el bebé estornuda con fuerza pero no está enfermo, probablemente esté tratando de expulsar cualquier pequeña partícula extraña que se haya colado en sus fosas nasales. Mirar la luz también supone una adaptación, así que si sacas al bebé en un día soleado y empieza a estornudar, puede que la culpa sea del sol, y no de las alergias. Otras causas comunes de los estornudos podrían ser la eliminación de la mucosidad sobrante o incluso del líquido amniótico de las vías respiratorias.

Cuándo preocuparse: Si los estornudos del bebé van acompañados de sibilancias, haz que lo revise tu pediatra para ver si puede tratarse de una alergia o de algo más que necesite tratamiento. Para descartar cualquier cosa grave, debes asegurarte de que la respiración del bebé es correcta, su deglución es normal y sus pulmones están limpios.

6. Movimientos aleatorios de la cecina

¿De qué se trata? Las sacudidas aleatorias y los movimientos espásticos de las extremidades del bebé pueden resultar un poco chocantes al principio, pero ten en cuenta que es algo normal. En esos primeros meses, el bebé se enfrenta a muchos cambios en su desarrollo, uno de los cuales es el perfeccionamiento de su reflejo de sobresalto (o reflejo de Moro). Puede que lo veas ocurrir de forma aleatoria o que aparezca después de que el bebé escuche un ruido fuerte, pero en cualquier caso ese reflejo empezará a estabilizarse alrededor de los 3 o 4 meses. Hasta entonces, es posible que quieras poner en práctica tus habilidades para envolver al bebé: Los bebés suelen despertarse solos, y envolverlos en pañales les ayudará a dormir más profundamente.

Cuándo preocuparse: En realidad, sólo deberías preocuparte si el bebé no muestra ninguna sacudida o movimiento espástico. Su ausencia puede significar que algo no va bien. Así que si el bebé no muestra ninguno de estos signos, habla con tu médico.

7. Cabezas con formas extrañas

¿De qué se trata? Dar a luz es un trabajo duro, simple y llanamente. Pero recuerda que no eres tú la que hace todo el trabajo ahí abajo. El bebé está trabajando horas extras para bajar por el canal de parto. Y después de ese viaje, no es de extrañar que salga todo morado e hinchado. Como la cabecita del bebé es blanda y maleable al principio, el hecho de que pase por el hueso pélvico puede provocar un aplastamiento. Si no ocurre durante el parto, el bebé también podría tener algunos puntos planos más adelante por estar demasiado tiempo tumbado de espaldas. Si lo notas, intenta coger al bebé en brazos más a menudo o, como sugiere Levine, aumenta el tiempo que pasa boca abajo cuando el bebé está despierto y alterna el lugar donde colocas los juguetes, para que no favorezcan a ningún lado.

Cuándo preocuparse: Si lo has intentado todo y la cabeza del bebé sigue pareciendo plana en algunas partes, habla con tu pediatra. Es posible que tenga que llevar un casco temporal para corregir la forma de su cabeza. Los cascos son más eficaces si se usan a partir de los 4 ó 6 meses, así que no esperes demasiado para hablar si crees que algo va mal.

8. Inflamación de los genitales

¿De qué se trata? No hay una forma delicada de decir esto. Si acabas de dar a luz a un niño, te habrás dado cuenta de que sus partes masculinas son mucho más grandes de lo que esperabas. En concreto, los testículos. ¿Qué ocurre? El bebé puede verse afectado por la exposición hormonal en su vientre justo antes del nacimiento. O bien, puede haber una acumulación extra de líquido en el saco que rodea sus testículos. Pero no te preocupes, lo eliminará con su orina en unos días. Lo mismo ocurre con tu hija, que puede tener los labios hinchados durante unos días después del parto. En cualquier caso, la hinchazón debería desaparecer con un poco de tiempo. A propósito, aquí tienes un dato curioso: El bebé perderá tanto líquido en los primeros días de vida que, de hecho, perderá alrededor del 10% de su peso corporal original.

Cuándo hay que preocuparse: Si la hinchazón no desaparece a los pocos días de dar a luz, es probable que debas hacer que te miren, sobre todo si tienes un niño. Los niños pueden desarrollar una enfermedad llamada hidrocele, que puede tardar hasta un año en corregirse por sí sola.

9. Sangre en el pañal

¿De qué se trata? Ver el más mínimo rastro de sangre en el pañal del bebé es suficiente para asustar a cualquier padre primerizo; pero la verdad es que no siempre es motivo de alarma. Hay muchas razones por las que puede ocurrir, todas ellas temporales. Si acabas de tener una niña, es posible que esté experimentando algunos efectos secundarios adicionales por haber estado expuesta a tus hormonas en el útero. No te preocupes, un "miniperiodo" es bastante común entre las niñas que pasan por una pequeña retirada de estrógenos en los días posteriores al parto. Las hormonas se equilibrarán pronto. Otras causas posibles: una evacuación especialmente brusca puede haber causado un pequeño rasguño o corte al salir, pero el sangrado debería desaparecer rápidamente. ¿Le han hecho la circuncisión recientemente? La sangre puede provenir de la herida que está cicatrizando. Asegúrate de aplicarle vaselina siempre que sea necesario para aliviar el dolor y de hidratarle en exceso. Lo mismo ocurre si el bebé tiene un caso grave de dermatitis del pañal.

Cuándo preocuparse: Aunque probablemente sea totalmente normal, vamos a darle un margen en este caso. Por el bien de tu propia cordura, llama a tu médico cada vez que veas sangre. Raro es el padre que ve sangre en el pañal de su recién nacido y consigue dormir esa noche.

10. Ojos cruzados

¿Qué ocurre? Al principio, es de esperar que el bebé tenga un poco de vista cansada. El bebé aún está tratando de descubrir todas sus nuevas habilidades, incluido el sentido de la vista, y le llevará algún tiempo adquirir un poco de control muscular y perfeccionar sus técnicas de enfoque. Pero, aunque no lo creas, a veces, aunque los ojos del bebé parezcan estar cruzados, puede que no lo estén. Debido al ancho puente de la nariz, los pliegues de piel adicionales pueden enmascarar algunas de las partes blancas de los ojos del bebé. Esto puede crear una especie de ilusión óptica llamada pseudoesotropía. Así que fíjate bien: ¿Las pupilas del bebé están realmente alineadas y se mueven juntas? Puede que todo esté en tu cabeza. (Nos pasa a los mejores).

Cuándo preocuparse: Según Levine, si el bebé sigue mostrando signos de ojos cruzados o desviados a los 6 meses, deberías pedir una cita para ver si hay algo más en juego. Si los ojos del bebé se desvían crónicamente en dos direcciones diferentes, puede tener estrabismo; y si sólo hay un ojo desviado, puede ser ambliopía u ojo vago.

Sobre el experto:

La doctora Alanna Levine es experta en paternidad y pediatra de Orangetown Pediatric Associates en Nueva York. También forma parte del personal del Englewood Hospital and Medical Center de Nueva Jersey y es portavoz de la Academia Americana de Pediatría. Se licenció en medicina en la Facultad de Medicina Sackler de Tel Aviv (Israel) y realizó su internado y residencia en el Hospital Mount Sinai de Nueva York.

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