Cambio en los patrones de sueño de un niño de 12 meses

Enhorabuena, has superado los primeros 12 meses de altibajos en el sueño del bebé. Pero, justo cuando estás pensando que el único camino es hacia arriba desde aquí, te has asentado en un buen ritmo con tu pequeño y la vida en general... y entonces, sin previo aviso, ¡tu hijo de 1 año decide hacer las cosas interesantes y poner tu mundo al revés!

Si los patrones de sueño de tu bebé han cambiado y, de repente, se despierta más durante la noche, tarda más en calmarse o se resiste a las siestas al llegar a la edad adulta, no estás solo. Aunque no todos los niños pasan por esto, es muy común.

Puede parecer un frustrante paso atrás, o lo que tal vez hayas oído etiquetar como "regresión del sueño", pero en realidad se debe a una progresión en su desarrollo.

A su hijo le están pasando muchas cosas en este momento. Veamos algunas de las razones por las que esto está ocurriendo, y lo que puedes hacer para apoyarlo (y apoyarte a ti mismo) en esta fase normal, pero agotadora y desafiante.

¿Por qué mi bebé de 12 meses se despierta más de repente?

Para entenderlo, siempre ayuda intentar ver la vida a través de los ojos de tu pequeño. Mucho de lo que está ocurriendo en su vida en este momento puede influir en su sueño. Tú misma sabes que cuando tienes muchas cosas en la cabeza te cuesta dormir.

Los bebés no son diferentes. No es que no quieran dormir; es que les cuesta hacerlo y necesitan tu ayuda.

Estos son algunos de los muchos factores que podrían estar contribuyendo a los problemas de sueño de tu pequeño en torno a su primer cumpleaños (por supuesto, cada bebé es diferente, por lo que experimentará estos hitos en diferentes etapas):

  • La dentición y las molestias o el dolor asociados a ella (¿alguna vez no ocurre?)
  • Sus patrones de sueño diarios pueden estar cambiando. Puede que las siestas sean más cortas o que se consoliden. Estos cambios requieren tiempo para acostumbrarse.
  • Ansiedad de separación. Su angustia cuando te vas de la habitación es genuina, no una forma de manipularte. Dejarle llorar sólo puede aumentar esa ansiedad.
  • Puede que esté empezando a subirse a los muebles, a andar, a ponerse de pie, a subir escaleras o muebles... y para ellos, la cuna es un lugar ideal para practicar estas nuevas habilidades físicas en mitad de la noche.
  • Los niños pequeños son muy activos, curiosos y ocupados. Todos estos descubrimientos y aportes sensoriales diarios son muy beneficiosos para su cerebro, pero puede ser más difícil para ellos tranquilizar esas pequeñas mentes en rápido desarrollo.
  • Tu bebé habrá pasado a comer completamente lo que come la familia, por lo que podría estar probando y experimentando un montón de nuevos sabores, colores y texturas.
  • Si tu bebé se alimenta con biberón, es posible que haya pasado a tomar tazas o que haya dejado de tomar leche artificial. Si ha empezado a tomar una nueva leche (de vaca, por ejemplo) o has dejado de darle el pecho, su cuerpo se está adaptando a estos cambios.
  • Tu hijo de 12 meses empieza a entender sus propias emociones y las de los demás. Es posible que le veas poner cara de tristeza si otro niño llora.
  • Empieza a comunicarse de distintas maneras. Es posible que señalen, asientan con la cabeza, saluden con la mano y empiecen a hablar, quizá con una o dos palabras.

Así que, como puedes ver, tu pequeño, que sólo lleva un año en el mundo, está experimentando un increíble desarrollo físico, emocional, social y cognitivo.

Lo más probable es que muchos de estos cambios masivos se produzcan al mismo tiempo y a un ritmo muy rápido. ¿No es de extrañar que su pequeño cuerpo y su cerebro en crecimiento se sientan abrumados, inseguros y ansiosos? ¿Es una sorpresa que esto afecte a su sueño? La respuesta es un "no" sincero y empático.

¿Cómo puedo apoyar a mi bebé (y a mí misma) en esta etapa?

Lo primero que hay que reconocer es que se trata de una etapa, lo que significa que es temporal. Puede parecer que esta es su vida ahora, pero ten por seguro que no lo es. Su duración depende de los factores que la provocan y de su temperamento.

Lo segundo que hay que entender es que no has hecho nada malo y que no estás fallando. El modo en que tu bebé duerme (¡o no duerme!) no es un reflejo de tu forma de criar.

Por último, tu bebé no ha "olvidado" cómo dormir. El sueño es una necesidad biológica y no una habilidad que haya que aprender, por lo que no es necesario plantearse el entrenamiento del sueño.

Tampoco hay un remedio rápido ni una solución única para ayudar a tu hijo a pasar por esto, pero es una buena oportunidad para crear algunos hábitos de sueño positivos Aquí tienes 10 estrategias que puedes probar:

1. Tenga una rutina constante a la hora de acostarse. Si aún no has establecido una rutina nocturna, ahora es un buen momento para empezar. Les da una sensación de seguridad, familiaridad y previsibilidad. También les ayuda a relajarse después de un día ajetreado. Más información sobre el valor de la rutina nocturna.

2. Pasa tiempo donde duerme tu bebé. Llevar a un bebé directamente a su cama desde otra habitación puede dificultar su tranquilidad. Es una buena idea pasar al menos la última parte de su rutina de dormir en su habitación para crear una asociación positiva con el sueño.

3. Utiliza una versión condensada de tu rutina para dormir las siestas. Tu activo hijo necesita tiempo entre el juego y la siesta para calmarse. Puedes leerle un libro, sentarle y mecerle escuchando una canción de cuna o acurrucarte con él hasta que se duerma.

4. Utiliza un lenguaje positivo para explicar lo que ocurre. A estas alturas, tu hijo entiende mucho de lo que le dices. Puedes explicarle los pasos para que sepa lo que le espera. Puedes decirle con suavidad y con una sonrisa algo como "después de comer, vamos a leer un libro y a prepararnos para descansar". O "después del baño, tomaremos leche y nos abrazaremos, y luego será la hora de dormir".

5. Incorpora varias señales de sueño: Esto será diferente para cada familia, pero algunos ejemplos que señalan que se acerca la hora de dormir son: ponerles en su saco de dormir, darles su edredón que sólo se usa para dormir, encender el ruido blanco o la canción de cuna, cerrar las cortinas, cantar una canción en particular y decir tus palabras para dormir (como "buenas noches, dulces sueños"). Hazlo sistemáticamente cada día.

6. Observa sus señales de cansancio. Las necesidades de sueño de tu hijo pueden cambiar, así que observa a tu hijo más que al reloj. Puede que necesite una siesta más temprana después de mucha actividad, o una siesta más larga, una hora de acostarse más temprana o más tardía. Déjate guiar por él y experimenta con algunos pequeños cambios para ver si las cosas mejoran.

7. Satisfaga las necesidades sensoriales de su hijo. Los niños de todas las edades, desde su nacimiento, tienen la necesidad biológica de recibir alimento sensorial. Por eso, salir al aire libre, jugar de forma desordenada y escuchar música son actividades que estimulan los sentidos.

8. Llena la taza de amor de tu hijo todos los días. Al igual que cuando tu copa emocional está vacía y te sientes irritable e impaciente, los bebés necesitan pasar tiempo de calidad contigo (y con sus otros cuidadores) o, de lo contrario, se sentirán intranquilos, pegajosos y de mal humor. Para que se sientan queridos, conectados, seguros y valorados, he aquí algunas ideas para satisfacer sus necesidades emocionales.

9. Proporcione muchas oportunidades para practicar sus habilidades. Fomenta el movimiento natural en la medida de lo posible durante el tiempo de juego para que desarrolle y domine sus nuevas habilidades (y, por supuesto, para que se desgaste). Abstente de utilizar demasiados artilugios que puedan dificultar su movimiento, como sillas de bebé, columpios, andadores, hamacas, o demasiado tiempo en el cochecito, la silla de coche o la trona. Asegúrate de que el espacio sea a prueba de niños para que puedan explorar con libertad y seguridad.

10. Ayúdale a afrontar la ansiedad por separación. Dale a tu hijo más mimos, tranquilidad y compasión. La ansiedad por separación es normal y saludable; no has "mimado" a tu bebé con demasiado amor. Aquí tenemos algunos consejos para ayudar a tu bebé a superar esta situación.

Me siento agotada y frustrada. ¿Cómo puedo superar esta etapa?

Aunque estas dificultades para dormir son normales y saludables, pueden ser increíblemente difíciles de afrontar. Recordar que el sueño de un niño no es perfecto, comprender que no es lineal (es decir, que no mejora con el tiempo sin problemas) y no ser duro con uno mismo son aspectos importantes para cuidarse.

Piensa en cómo puedes dormir más mientras pasas esta tormenta. Por ejemplo, acostándose temprano algunas noches, compartiendo los despertares nocturnos con su pareja si la tiene, durmiendo la siesta los fines de semana, cuando posiblemente tenga otro adulto que le ayude, o subcontratando algunas tareas domésticas para poder dar prioridad a su descanso.

Sé amable contigo misma, establece expectativas razonables para tu bebé y busca ayuda y apoyo si puedes.

Si quieres reservar una consulta sobre el sueño con nuestra especialista holística en sueño infantil Kara Wilson, envíale un correo electrónico a [email protected].

Noticias relacionadas