¿Cómo puedo saber si mi bebé tiene sobrecarga de lactosa?

La sobrecarga de lactosa es habitual en los bebés amamantados que consumen grandes cantidades de leche. Cuando una madre tiene un exceso de suministro en las primeras semanas, el bebé puede tomar demasiada leche, demasiado rápido, lo que resulta en una burbuja inestable. Irónicamente, una madre puede pensar que tiene un bajo suministro de leche porque su bebé siempre parece tener hambre. Entonces, ¿cómo saber si se trata de una sobrecarga de lactosa y qué se puede hacer para remediarlo?

¿Cómo puedo saber si mi bebé tiene sobrecarga de lactosa?

Cuando los bebés consumen un gran volumen de leche en cada toma, la lactosa que llega al intestino inferior puede producir un exceso de gases, acumulación de líquidos y cacas ácidas. Estos son algunos de los signos que revelan que tu bebé tiene sobrecarga de lactosa:

  • ¿Su bebé tiene menos de 3 meses?
  • ¿Su bebé tiene una erupción en el pañal?
  • ¿Su bebé "actúa con hambre", es decir, está inquieto y quiere mamar?
  • ¿Su bebé levanta las piernas cuando se alimenta o grita?
  • ¿Su bebé tiene un aumento de peso entre adecuado y grande?
  • ¿Su bebé hace muchas cacas, a menudo explosivas?
  • ¿Está el pañal de tu bebé más mojado de lo habitual?
  • ¿Su bebé hace cacas verdes y espumosas?
¿Las cacas verdes no son una señal de que algo va mal?

Las cacas verdes pueden ser normales en los bebés amamantados, y suelen significar que el contenido intestinal ha pasado rápidamente. Sin embargo, las cacas verdes espumosas son también uno de los signos de la intolerancia a la lactosa, y las cacas ocasionales de color verde oscuro pueden significar una ingesta insuficiente de leche.

Mi bebé parece ahogarse con mi leche. ¿Significa esto que tengo un exceso de leche?

Aunque parezca que la bajada de la leche es muy rápida y que el bebé sale del pecho tosiendo y balbuceando, no significa necesariamente que haya un exceso de leche. También es necesario que se den algunos de los otros signos que acabamos de mencionar, como muchos pañales mojados y sucios y un aumento de peso entre bueno y alto, antes de tomar otras medidas para abordar la situación.

¿Qué puedo hacer si sospecho que tengo intolerancia a la lactosa?

En primer lugar, debes saber que estás haciendo un trabajo increíble y que no estás haciendo nada malo. Es habitual que una madre produzca más leche de la que necesita su bebé mientras se ajusta su suministro, y solo debería tardar unos días en resolverse.

Habla con un asesor de la Asociación Australiana de Lactancia o con un consultor en lactancia. Lo más probable es que te recomienden pasar de la lactancia a demanda a la lactancia en bloque, pero sólo durante unos días, con el objetivo de reducir el ritmo de subida de la leche.

Para bloquear la alimentación, alimentarás a tu bebé de un pecho por toma. No significa que haya que espaciar las tomas, sino que sólo se alimentará de un pecho en un periodo, que puede ser cada 3 ó 4 horas, dependiendo de su exceso de alimentación. Así pues, durante 4 horas (pon un temporizador), cada vez que tu bebé quiera alimentarse, utilizarás el mismo pecho, y luego, las siguientes 4 horas, utilizarás el otro pecho, y así sucesivamente.

Cada vez que tu bebé vuelve al pecho ya utilizado, recibe una toma de menor volumen y más grasa que ayuda a frenar el sistema. Asegúrate de que el pecho que no utilizas no se llene en exceso. Si notas un bulto, aliméntate o sácalo.

¿Cómo puedo saber si este cambio ha sido efectivo?

Tardarás entre 3 y 4 días en ver una mejora, pero puede que tu bebé empiece a estar más asentado, llore menos y el número de cambios de pañales necesarios se haya reducido. El número normal de pañales para bebés pequeños en 24 horas es de 5 pañales desechables (o 6 de tela muy húmeda), y al menos 3 pañales sucios.

En cuanto los síntomas se hayan aliviado, puedes volver a la rutina normal de alimentación a demanda de tu bebé. Si los síntomas persisten, hable con su profesional de la lactancia sobre el motivo del exceso de leche.

Una posible razón es que el bebé esté inquieto debido a alguna otra cosa física (por ejemplo, que no se encuentre bien o que sufra molestias por un parto difícil), por lo que quiere mamar más cómodamente, aumentando así tu oferta. También puedes consultar a un quiropráctico y a tu médico de cabecera para descartar cualquier problema médico.

Otra posible causa de un exceso de alimentación prolongado es que algunas madres se preocupan por tener un suministro bajo, por lo que cronometran las tomas y cambian de lado después de un número determinado de minutos, u ofrecen más tomas de las que su bebé necesita, porque piensan que la inquietud de su bebé se debe al hambre.

Por último, algunas madres tienen una tendencia natural a la sobreproducción. El cuerpo de cada persona es diferente, y es posible que el tuyo produzca mucha leche. Aunque esto pueda parecer un regalo para una madre que lucha contra una baja producción de leche, puede que a ti te resulte incómodo y desagradable física y emocionalmente. Busca el apoyo necesario para encontrar estrategias que te ayuden a disfrutar de tu viaje de lactancia.

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