Pasos para ayudar a los niños a aprender a perdonar

A los niños, como a los adultos, no les faltan motivos para enfadarse. "Piensa en un día de tu infancia: Te golpean con una pelota. Tu hermano te quita el juguete. Un compañero de clase te llama de mala manera. Te parece natural devolver el golpe e igualar el marcador, ¿no? Aunque la venganza puede aportar una satisfacción momentánea, no es saludable", dice Lorena Junco Margain, autora de De camino a Casa Lotus. El perdón es un rasgo esencial. "Cuando perdonamos, nos sanamos a nosotros mismos. Esta es una lección que me comprometo a enseñar a mis propios tres hijos".

Flexiona tu músculo del perdón

"¿Sabías que el perdón es como un músculo? Hay que trabajar para mantenerlo en forma. Haga que su hijo identifique algunos músculos del cuerpo y realice con ellos un ejercicio sencillo (como una sentadilla o saltos de tijera) para que pueda sentir cómo trabajan esos músculos. Ahora, diles que perdonar es lo mismo. Hay que practicar y hacerse bueno en ello. Cuanto más trabajes el músculo, más fácil te resultará. ¿Y sabes algo? Al igual que el ejercicio, el perdón te hace sentir bien".

Recuérdales que eres humano

"Los padres parecen infalibles para los niños. Debes recordarles que tú también cometes errores. Háblales de esos errores y de las veces que quisiste devolver el golpe o atacar. Es una gran oportunidad para enseñar a tu hijo que lo importante es recordar que todos metemos la pata, y que todos somos capaces de aprender y hacerlo mejor la próxima vez. Mañana es un nuevo día".

Hablar de zapatos

"¿Zapatos? Sí. El viejo adagio sobre caminar una milla en los zapatos de otra persona es el que quieres aquí. Un niño que está lidiando con sentimientos de ira o resentimiento necesita un paseo por lo que la otra persona podría estar sintiendo. Ese niño que se coló en la fila o dijo algo malo también podría estar enfadado o herido. Utiliza esta lección como trampolín para considerar las circunstancias del otro. ¿Tienen una situación estresante en casa? ¿Quizá ha tenido un mal día? Sabemos lo que ha ocurrido para que nos hieran, pero piensa en la parte que desconocemos, la del otro. Es una clase magistral de perspectiva y empatía".

Enséñales a recuperarse

"Esto es importante. Reconoce el dolor de tu hijo. Ser agraviado duele. De hecho, es bueno y saludable aceptar el dolor emocional. Lo que debemos recordar es que nuestras emociones son más fuertes de lo que pensamos, y son muy buenas para curarse a sí mismas. Haz saber a los niños que sintonizar con sus emociones y hablar de ello ayuda. Luego, lo dejan pasar y siguen adelante".

El amor se multiplica

"Enseñar a los niños a ser buenos perdonando significa dominar las tablas de multiplicar del amor. Cuando perdonamos, unimos a las personas y fortalecemos las conexiones". Pídeles que imaginen el tipo de mundo en el que quieren vivir y habla de cómo podemos hacer realidad nuestra visión si todos trabajamos en equipo. Utiliza juguetes, figuras de acción o los manipuladores que prefieras para mostrar la fuerza del colectivo.

El perdón es una habilidad que se puede enseñar. Todos debemos practicarlo para llevar una vida libre de rencores y emociones reprimidas. Cuanto antes aprendan los niños esta valiosa habilidad, más fácil les resultará en el camino".

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