Los 5 miedos más comunes al parto y cómo vencerlos

Se habla mucho sobre el parto y el nacimiento. El desafortunado resultado de esta charla es un montón de mujeres embarazadas preocupadas. Aunque el miedo a lo desconocido es completamente natural, si no se controla puede arruinar la experiencia del parto. Dar a luz es una experiencia increíblemente enriquecedora, independientemente de lo que ocurra en la sala de partos. Desmitificar el parto es una de las claves para reducir la ansiedad, así que aquí hablamos de los miedos más comunes al parto y de cómo vencerlos.

Miedo al dolor

El dolor del parto es un dolor con propósito, así que, aunque no se puede evitar que duela, cada contracción te acerca al nacimiento de tu bebé. En lugar de resistirte al dolor, tómalo como una herramienta que forma parte del proceso de parto. Las técnicas de respiración especiales para el parto son muy eficaces para superar las contracciones dolorosas. También puedes consolarte con el hecho de que hay muchas opciones para aliviar el dolor.

Miedo al parto por cesárea

Es comprensible que a muchas mujeres les preocupe tener una cesárea no planificada. Si tu médico te habla de una cesárea, no tengas miedo de pedirle que te aclare por qué la considera necesaria. Una estrategia útil sería pensar en la cesárea como una intervención que salva vidas y que sólo se utilizará para garantizar la llegada segura de tu bebé.

Miedo al "seguimiento

A la mayoría de las mujeres les preocupa expulsar algo más que a su bebé, y de hecho muchas lo hacen. Pero el personal del hospital lo ve con mucha frecuencia y lo considera una parte natural del proceso. La comadrona retirará discretamente las deposiciones, y probablemente ni siquiera te darás cuenta de que lo has hecho, simplemente porque hay cosas más importantes que se están desarrollando en tu mundo.

Miedo al desgarro

Alrededor del 90 por ciento de las mujeres sufren algún tipo de desgarro como consecuencia del parto, pero en la mayoría de los casos se trata de desgarros superficiales. La mayoría de las veces, las mujeres no se dan cuenta de que hay un desgarro porque están muy ocupadas dando a luz a su bebé. Los desgarros superficiales se curan de forma natural en una semana aproximadamente. Si el desgarro es más importante, se le suturará inmediatamente, normalmente con anestesia local, y se le ofrecerá un alivio adecuado del dolor. En la mayoría de los casos, puedes estar segura de que, con el tiempo, todo volverá a la normalidad: nuestro cuerpo está diseñado para recuperarse.

Miedo a que las cosas no salgan según lo previsto

Merece la pena elaborar un plan de parto para tener una idea de cómo te gustaría que fueran las cosas. Pero también es importante tener en cuenta que hay cosas que no puedes controlar durante el parto. Recuerda que tu profesional sanitario está altamente capacitado y especializado en partos. Y sigue recordando que tu cuerpo está diseñado para encargarse de dar a luz a tu bebé, así que confía en él: te ha traído hasta aquí en la vida y sabe lo que tiene que hacer.

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