Cómo adaptarse a su nueva identidad como "mamá

Hay muchas maneras de prepararse para ser madre, pero adaptarse a su nueva identidad como "mamá" puede llevar tiempo. Tu cuerpo sabrá lo que tiene que hacer: puedes enseñar a tus manos a cambiar un pañal, a tus brazos a acunar a tu bebé, a tus piernas a llevarte a su cuna cuando llore por la noche. Hay un cambio profundo en la esencia de tu ser en el momento en que nace tu bebé, y acostumbrarte a ello no será tan rápido como la llegada de tu bebé.

Pasar de ser "tú" a ser la madre de alguien es una transformación bastante significativa. El "tú" no se pierde para siempre, pero es justo decir que a veces puede quedar enterrado en el glorioso, alegre, arenoso, agotador y hermoso papel de ser madre.

Cosas tan sencillas como poder salir a correr cuando te apetece, o quedarte dormido cuando estás cansado, salir a cenar o incluso ir al cine ya no son opciones fáciles. Puede parecer que vives en una transición entre lo que solías ser y en lo que te has convertido; que has cedido el control de tu vida.

Es importante recordar que sigues teniendo el control de tu vida. Tu vida es diferente, pero sigue siendo tuya, y sólo requiere un enfoque diferente. Tus decisiones siempre estarán influenciadas por tu hijo, como debe ser; pero no es fácil.

He aquí algunas ideas para facilitar la transición:

Programar un tiempo a solas

Deja al bebé con tu pareja u otro miembro de la familia. Salga a pasear, báñese, vaya a tomar un café sola, tómese un tiempo para leer un libro o para arreglarse el pelo o las uñas. Haz algo que te gustara hacer antes de ser madre y que no puedas hacer con tu bebé. Un par de horas a solas pueden ser increíblemente liberadoras, ya que te darás cuenta de que no has renunciado a todo, simplemente tienes otras prioridades en ese momento.

Haz un plan

No es necesario que sientas que has abandonado tu carrera o tu pasión para tener un bebé. Desde el punto de vista logístico, puede parecer más difícil, pero si haces un plan para cuando puedas volver al trabajo o a lo que sea que te haga sentirte tú misma, te ayudará a ver que las cosas sólo están en espera, en lugar de terminar del todo. Asegúrate de mantener el contacto con tus amigos y compañeros de trabajo durante tu ausencia para que te sientas ilusionada y optimista tanto por estar en casa con tu bebé como por volver al trabajo cuando llegue el momento.

Hazte un hueco para ver a los amigos de antes del bebé

Tu grupo de madres es una fantástica red de apoyo, pero todo gira en torno a los bebés. Asegúrate de ponerte al día con tus amigas que no tienen hijos, a ser posible sin tu bebé. Estas amigas, sin duda, te preguntarán por tu bebé, pero no querrán pasarse todo el rato hablando de la falta de sueño, los horarios de alimentación y los hitos del bebé. Si pasas tiempo con amigos que te conocen, te sentirás más "tú" y menos "mamá".

Puede parecer una crisis de identidad, pero si lo ves como un nuevo comienzo, las posibilidades son infinitas. Recupera lo mejor de ti misma, deja que tu hijo saque a relucir otras cualidades nuevas y maravillosas que se escondían en tu "yo pre-niño". Pero sé amable contigo misma; tener un nuevo ser humano en tu vida, que te cambia irremediablemente, requiere tiempo para acostumbrarse. Persevera y encontrarás tu nueva y maravillosa normalidad.

Noticias relacionadas