Qué significa la hemorragia nasal en los niños y cómo tratarla

La temida hemorragia nasal en los niños. La hemorragia nasal en los niños puede ser alarmante y sucia, y causar estrés a los niños y a sus cuidadores. Mientras intenta mantener a raya el desorden, es posible que también se pregunte cuál es la causa de que a su hijo le sangre la nariz. Este artículo le ayudará a entender por qué se producen, cómo detenerlas y prevenirlas, y cuándo hay que preocuparse por una hemorragia nasal.

Contenido rápido

¿Qué es una hemorragia nasal?

El término médico para una hemorragia nasal es epistaxis, que se refiere al sangrado de una o ambas fosas nasales. Normalmente, la hemorragia se produce en la pared frontal interna del tabique nasal o la pared que divide las fosas nasales. Muchos vasos sanguíneos diminutos se encuentran justo debajo de la superficie de esta pared. Dado que estos vasos sanguíneos son superficiales, son especialmente vulnerables a la irritación, las lesiones y los traumatismos.1,2

Más de la mitad de los niños sufren al menos una hemorragia nasal antes de los 10 años, lo que las convierte en una experiencia infantil muy común. Las hemorragias nasales en los niños pueden ser puntuales o recurrentes. La mayoría de los médicos las consideran recurrentes si se producen cinco o más veces al año.1

¿Cuáles son las causas de la hemorragia nasal?

Aunque la aparición de hemorragias nasales en los niños puede ser preocupante, suelen ser benignas. Esto significa que la mayoría no se deben a ninguna causa o enfermedad subyacente. Las causas más frecuentes de la hemorragia nasal en los niños son el hurgarse la nariz y el aire seco, que provoca sequedad nasal.1,2

Las hemorragias nasales también pueden deberse a una inflamación o infección de las fosas nasales y los senos paranasales. Esto suele ocurrir cuando el niño está resfriado o tiene alergias estacionales. Medicamentos como la aspirina, los anticoagulantes y el uso excesivo de aerosoles nasales también pueden contribuir a las hemorragias nasales. Los trastornos subyacentes, como los trastornos de la coagulación, los tumores, los pólipos y la leucemia, son causas posibles pero no frecuentes de hemorragias nasales en niños.2

Cómo detener una hem

orragia nasal

Para detener una hemorragia nasal es necesario conseguir que la sangre coagule. Puede favorecerlo de varias formas.

Aplique presión en la nariz sangrante

Mantenga una presión constante y firme en el tercio inferior de la nariz durante al menos cinco minutos seguidos. Esta presión disminuirá el flujo de sangre nueva a la zona y hará que la sangre se acumule y coagule. Asegúrese de pellizcar la parte blanda de la nariz y no el puente nasal. Imagine que el niño se dispone a saltar a una piscina. No afloje la presión para comprobar la hemorragia durante al menos cinco a diez minutos consecutivos.1

Puede utilizar un pañuelo de papel para ejercer presión en la parte exterior de la nariz y recoger la sangre que se filtre al pellizcar. Sin embargo, debe evitar taponar el interior de las fosas nasales con pañuelos, algodón o cualquier otro material extraño. Esto puede causar más traumatismo en la pared nasal y empeorar la hemorragia.3

Utilice hielo para frenar la hemorragia nasal

El hielo hace que los vasos sanguíneos se contraigan, permitiendo que pase menos sangre. Esto puede disminuir el flujo sanguíneo y favorecer la coagulación, deteniendo así la hemorragia nasal.4

Aplicar una bolsa de guisantes congelados, una bolsa de hielo o una compresa fría en la nariz puede ser una forma excelente de detener una hemorragia nasal.

Cambia de postura

Igual que elevas cualquier otra herida para reducir la inflamación y la hemorragia, lo mejor es que permanezcas erguido cuando te sangre la nariz. Haga que su hijo se siente o se ponga de pie, pero no lo tumbe. Mantener la nariz por encima del corazón dificulta ligeramente que el exceso de sangre llegue a la nariz.3,4

Además de mantener al niño erguido mientras le sangra la nariz, es fundamental inclinar ligeramente la barbilla hacia abajo y la frente hacia delante. Esto evita que la sangre baje por la parte posterior de la garganta y disminuye el riesgo de que se atragante o trague sangre.3,4

Considerar la medicación

Los aerosoles nasales descongestionantes como la oximetazolina y la fenilefrina hacen que los vasos sanguíneos de la nariz se contraigan y a veces pueden conseguir detener la hemorragia cuando se administran durante una hemorragia nasal. Sin embargo, estos medicamentos tienen ciertas restricciones de edad y riesgos. Lea la etiqueta y hable con el pediatra de su hijo antes de administrar los medicamentos.4

Cómo prevenir y tratar la hemorragia nasal en niños

He aquí algunas formas de prevenir la hemorragia nasal en niños.

Disuada a su hijo de hurgarse la nariz

Dado que hurgarse la nariz es la causa más frecuente de hemorragias nasales en los niños, intente disuadirle de que se hurgue la nariz. Si su hijo es lo bastante mayor para entender la relación causa-efecto, puede explicarle que este hábito contribuye a que le sangre la nariz. Con un poco de suerte, esto le animará a dejar de hacerlo.

Si no consigue que su hijo deje de hurgarse la nariz, manténgale las uñas cortas y limadas para disminuir las probabilidades de que se lesione la pared nasal.

Humidifique el aire

El aire seco puede provocar sequedad nasal, y una nariz seca es más propensa a la hemorragia nasal. Por lo tanto, intenta humidificar el aire. Puede utilizar humidificadores en la habitación de su hijo para humedecerle la nariz mientras duerme. También puedes instalar un humidificador para toda la casa. Esto puede ser especialmente útil en los meses de invierno, cuando el aire interior caliente es especialmente seco.3

Hidratación tópica

Puedes probar a aplicar vaselina en la pared interior de la fosa nasal inferior para ayudar a curar las zonas de sequedad y prevenir futuras hemorragias nasales. Si se trata de un problema recurrente, puedes preguntar a su pediatra por una pomada medicamentosa.5

Hidratación oral

Asegúrese de que su hijo bebe mucha agua. Esto ayudará a mantener húmedos los conductos nasales, evitando la sequedad nasal excesiva en los niños y disminuyendo así la aparición de hemorragias nasales.6

Examine la medicación de su hijo

Si su hijo toma algún medicamento de forma habitual, examine las etiquetas para ver si tiene efectos secundarios de la hemorragia nasal. Si la nariz seca o las hemorragias nasales son efectos secundarios de la medicación de su hijo, hable con su pediatra sobre alternativas.

Cauterizar la nariz

Si todos los demás esfuerzos no consiguen reducir las hemorragias nasales de su hijo, el médico puede recomendar la cauterización. En este caso, se aplica una sustancia química o un dispositivo en el interior de la nariz para evitar futuras hemorragias.7

Cuándo preocuparse por una hemorragia nasal

Si ha notado un aumento en la frecuencia o intensidad de las hemorragias nasales de su hijo, merece la pena mencionárselo a su médico de cabecera. Si su hijo tiene menos de dos años, también debe comentárselo al pediatra.

Busque atención de urgencia si la hemorragia nasal de su hijo dura más de 30 minutos sin parar, implica una gran cantidad de sangre, interfiere con su capacidad para respirar o es el resultado de una lesión como un accidente de coche.2

Afortunadamente, no hay mucho de qué preocuparse en la mayoría de los casos de hemorragia nasal. Son un problema común en la infancia debido al hurgarse la nariz y al aire seco. No obstante, sigue siendo útil saber cómo controlar, prevenir y tratar las hemorragias nasales cuando surgen y cuándo hay que preocuparse por ellas. Consulta siempre a tu pediatra si tienes dudas sobre la salud de tu hijo y guarda en el bolsillo estos consejos y trucos para frenar la próxima hemorragia nasal de tu pequeño.

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