Una casa encantada para brujas y fantasmas de tamaño pequeño
No sé si a tus hijos les gustará, pero a mi hija no le apetece mucho visitar una casa encantada este próximo Halloween. A decir verdad, a mí tampoco. Pero hacer una, ¡eso es otra historia! Hacer una casa encantada no da nada de miedo, ¡sólo mucha diversión!
Este año decidimos hacer una casa de juegos embrujada muy parecida a la casa de cartón de pan de jengibre que hicimos hace un tiempo para Navidad, sólo que con una paleta de colores diferente y un poco más espeluznante. Fue muy divertido usar nuestra imaginación para hacer algo espeluznante para Halloween.
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Materiales para una casa encantada de cartón
Dos cajas cúbicas de 22 pulgadas (compradas en nuestra tienda de buzones local)
Usamos pintura de casa en colores espeluznantes, pero recomendaría la opción más segura para los niños, la pintura infantil a base de agua
un rodillo de pintura de 4 pulgadas con algunos rodillos de esponja (la mejor compra que harás en tu vida)
1-3 bandejas de pintura (las de plástico barato están bien)
un paño, una sábana o bolsas de basura para proteger la superficie de la pintura
un cúter, una cuchilla o incluso un cuchillo de sierra (sólo para ser utilizado por un adulto responsable)
cinta adhesiva
unos cuantos pinceles para el trabajo de detalle
un lápiz y una regla
Cómo hacer una casa encantada de cartón
Entonces nos pusimos a trabajar. Creé un frontón para esta casa cortando dos de las solapas superiores opuestas en triángulos. A continuación, corté la caja que me sobraba por la mitad (doblada en plano) y la coloqué encima de este frontón para crear un tejado. Todo se mantiene unido con unas tiras mínimas de cinta aislante negra. No te preocupes por que se vea la cinta porque la pintura la cubrirá bastante bien.
Decidí ponerme elegante con los toldos cortando un ángulo de 30 grados en las esquinas y colocando un poco de pan de jengibre, pero no es necesario hacerlo. Un tejado plano y recto es bastante espeluznante.
Después de pegar el techo y pegar todo con cinta adhesiva, recorté las ventanas y la puerta. Lo hice todo más grande en la parte superior porque, para mí, así es como parecen las casas encantadas, como si se elevaran sobre ti. Además, pensé que era algo divertido y diferente de hacer. En la ventana trasera añadí la forma de un fantasma sólo por diversión.
Entonces empezamos a pintar. Por supuesto, el desorden es un factor, pero si pones cinta adhesiva en un paño (o seis bolsas de basura en nuestro caso) la limpieza es tan fácil como envolverlo todo y tirarlo. La pintura a base de agua se lava enseguida y mientras no corras por la casa y te limpies las manos en tu bonito sofá blanco, todo se limpiará sin problemas.
Después de pintar toda la casa de negro y el techo de color púrpura, ¡era el momento de los detalles! Decidí adoptar el estilo antiguo de Nueva Orleans para nuestra casa encantada y añadí algunas vallas blancas en la parte inferior. Me he vuelto un poco maniática del control mientras creaba esta casa encantada, pero apuesto a que los niños de todo el mundo se divertirían pintando monstruos o lápidas o quién sabe qué en los laterales de sus casas. ¿Manos peludas? ¿Ojos sangrientos? Este podría ser un gran proyecto para niños de todas las edades.
Unas horas después, la pintura estaba seca y nuestra casa estaba lista para jugar. Creo que lo guardaré para la fiesta de Halloween que organizaré en nuestra casa este año. Estoy segura de que será un gran entretenimiento.
** Debido a que usamos pintura de la casa, hicimos el trabajo en el exterior, que es obviamente el mejor lugar para la ventilación.
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