EL ABORTO: UNA CRISIS DE SALUD PÚBLICA

El aborto es un procedimiento que hace uso de la medicina o la cirugía para extraer el embrión y la placenta del útero para poner fin a un embarazo. El procedimiento suele ser realizado por un médico autorizado o por alguien que actúa bajo la supervisión de un médico autorizado. Las investigaciones demuestran que las mujeres tienen la misma probabilidad de abortar tanto si está prohibido como si es legal. Las estadísticas muestran que uno de cada cinco embarazos termina en aborto. Las tasas de aborto son prácticamente iguales en los países ricos y en los pobres, la mitad de los abortos en el mundo se realizan de forma insegura.A pesar del estatus legal del aborto, éste nunca ha disuadido a las mujeres que buscan poner fin a un embarazo no deseado. El aborto representa el 13% de la mortalidad materna en el mundo. Mientras que 70.000 mujeres mueren cada año por abortos inseguros, otros cinco millones de mujeres sufren lesiones permanentes o temporales como consecuencia de este procedimiento.

EL ABORTO: UNA CRISIS DE SALUD PÚBLICA

Aunque en todo el mundo la tasa de abortos ha descendido de unos 46 millones en 1995 a algo menos de 42 millones en 2003, la tasa de abortos inseguros no cambió en absoluto. En los países en desarrollo, la incidencia del aborto inseguro sigue aumentando y casi la mitad de los procedimientos se siguen realizando ilegalmente en condiciones potencialmente peligrosas, lo que lo convierte en una crisis de salud pública y en un atentado contra los derechos humanos.

El aumento de la medicación anticonceptiva es visto por algunos sectores como una forma de minimizar, si no eliminar totalmente, el aborto inseguro. Sin embargo, aunque cada vez más países permiten a las mujeres abortar de forma legal, muchas de ellas siguen recibiendo atención médica sólo después de que el procedimiento haya salido mal. Las mujeres no deberían tener que hacerse daño antes de recibir la atención médica necesaria. El aborto inseguro puede definirse como un procedimiento realizado por personas que carecen de los conocimientos necesarios o realizado en un entorno que no se ajusta a las normas médicas adecuadas.

EL ABORTO: UNA CRISIS DE SALUD PÚBLICA

El mundo en desarrollo representó la mayor parte del pastel del aborto, con una cifra de unos 35 millones de casos de aborto. Y casi el 97% de todos los abortos inseguros se produjeron en países pobres. En Europa oriental hay más abortos que nacimientos vivos, es decir, 105 abortos por cada 100 nacidos vivos. En Europa Occidental, hay 23 abortos por cada 100 nacidos vivos. En América del Norte, hay 33 abortos por cada 100 nacidos vivos, mientras que en África, donde el aborto es ilegal en la mayoría de los estados africanos, hay 17 abortos por cada 100 nacidos vivos.

La realización de abortos seguros depende de un sistema sanitario que funcione. Los expertos consideran que para mejorar el acceso al aborto seguro es necesario mejorar la salud de las mujeres. En las dos últimas décadas, apenas se han producido mejoras para ayudar a las mujeres a sobrevivir al embarazo y al parto, especialmente en los países del tercer mundo debido a la pobreza. Mientras que la mejora de la salud de los niños puede hacerse con el apoyo del gobierno, como la inmunización contra varias enfermedades, no puede decirse lo mismo con la mejora de la salud de las mujeres, ya que los fondos están restringidos de cualquier servicio de salud asociado con el aborto.

EL ABORTO: UNA CRISIS DE SALUD PÚBLICA

El aborto consiste en tomar la decisión de acabar con la vida de un bebé. El debate sigue girando en torno a si el feto puede considerarse médicamente un ser humano, factor que define la moralidad o no de la decisión de someterse a un aborto. De hecho, dada la naturaleza tan delicada de este procedimiento, el aborto debe considerarse una decisión muy personal que requiere asesoramiento.

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