Entender los cólicos: lo básico
El llanto es una de las principales formas de comunicación de los bebés. Los fuertes lamentos de tu bebé te hacen saber que tiene hambre, está mojado, cansado, incómodo o enfermo. Una vez que te ocupes de la necesidad en cuestión, tu bebé debería calmarse.
Sin embargo, algunos bebés siguen llorando mucho después de haber sido alimentados, cambiados y atendidos. En lugar de calmarse, lloran aún más intensamente. A veces los bebés levantan las piernas y expulsan gases durante estos ataques de gritos.
El llanto inconsolable, con o sin gases, puede estar causado por un cólico.
Entender las etiquetas de los alimentos
Remedios para los cólicos del bebé
Como padre, es molesto, especialmente cuando has intentado todo lo que se te ocurre para detener las lágrimas.
Sin embargo, los cólicos no suelen ser un signo de nada grave y son muy frecuentes. Hasta el 40% de los bebés lo padecen.
Los episodios de llanto deberían remitir en unos meses.
El cólico es un término utilizado para describir la condición que tienen los bebés que lloran y lloran y no pueden ser consolados. Estos episodios de llanto suelen empezar cuando los bebés tienen alrededor de 2 o 3 semanas de vida.
Los bebés que tienen cólicos:
- Empiezan a llorar de repente y sin motivo evidente
- Suelen llorar a primera hora de la tarde, aunque el llanto puede empezar en cualquier momento del día
- Lloran más de 3 horas al día, más de 3 días a la semana y durante más de 3 semanas
- A veces tienen el vientre hinchado y pueden subir las piernas hasta el pecho y expulsar gases
- Son difíciles de calmar
Los médicos no saben exactamente qué causa los cólicos. Pero los bebés que tienen cólicos pueden
- Sentirse fácilmente abrumados por las luces, los sonidos y otros estímulos
- Ser más sensibles a un alimento que su madre está comiendo, como la soja o los lácteos, si están amamantando
- Tener problemas para consolarse
Los cólicos no son una enfermedad, aunque algunos bebés lloran mucho cuando están enfermos.
Cualquier bebé puede tener cólicos. No importa si el bebé es amamantado o alimentado con biberón. Aproximadamente el mismo número de niños y niñas tienen cólicos.
Los bebés pueden ser más propensos a sufrir cólicos si:
- Comen demasiado o muy poco
- Comen demasiado deprisa o tragan demasiado aire mientras son amamantados, lo que les provoca gases
- Tienen alergia a la leche de fórmula o a un alimento de la dieta de su madre si son amamantados
- Viven en un entorno estresante
- Empieza a comer cereales demasiado pronto, antes de los 4 meses
Continúa
Los cólicos deberían desaparecer por sí solos. En la mayoría de los bebés, los cólicos desaparecen alrededor de los 3 o 4 meses.
