Momentos de atención plena para madres cansadas y ocupadas

La vida con un bebé puede ser abrumadora y absorbente. La mente de una madre bulle con interminables listas de tareas, preocupaciones y, a menudo, expectativas poco realistas sobre ella misma y su pequeño bulto.

¿Te has dado cuenta de que algunos días te sientes como si te persiguieras la cola, pero no tienes ninguna sensación de logro al final? La vida está atascada en la repetición. Estás agotado, frenético, y sientes que no haces más que seguir el camino.

¿Piensas: "cuando mi bebé pase por esta etapa, la vida será más fácil", o "haré más cosas por mí misma cuando mi bebé [entre en el hito que elijas]"? Todos lo hacemos. Esperamos un momento mágico en el futuro en el que imaginamos que la vida se ralentizará y será menos caótica.

La atención plena es la solución más sencilla

Pero hay una pequeña cosa que puedes hacer para empezar a sentir que vuelve la alegría. Descubrir que has salido a tomar aire y que puedes volver a respirar. Una práctica de mindfulness que te pone de nuevo en contacto contigo mismo.

Y no, no significa intentar meter algo más en tu agitado y agotador día. Ni siquiera significa separarte de tu bebé y, desde luego, no tiene por qué tener nada que ver con la meditación. Si se te da bien meditar, es maravilloso. Sin embargo, para muchos padres, programar el tiempo, el espacio mental y la energía para centrarse en sí mismos puede ser una tarea demasiado desalentadora.

Los beneficios de la atención plena

Si empiezas a incorporar estos mini momentos de mindfulness en tu día a día, empezarás a experimentar rápidamente los beneficios para tu salud mental y física. Mejorará tu capacidad de afrontamiento, te llevará a un mayor bienestar y claridad mental, y te dará una mayor capacidad para cuidar de ti mismo y de tu familia. Estos son algunos de los muchos beneficios, según la Psicología Positiva:

  • Aumento de la felicidad
  • Aumento de la compasión
  • Aumento de la satisfacción vital
  • Disminución del estrés
  • Disminución de la depresión
  • Disminución de la ansiedad
  • Aumento de la atención
  • Mejor calidad del sueño
  • Mejora de la función inmunitaria
Momentos de atención plena para madres cansadas y ocupadas

La atención plena puede practicarse en cualquier momento del día, con o sin el bebé, en cualquier lugar y durante el tiempo que se desee. El resultado no es necesariamente la relajación, sino que es una oportunidad para anclarse y sentir el momento presente, y experimentar todos los sentidos. Algo que rara vez hacemos como madres, cuando hay tantas cosas que hacer y gente pequeña que depende de nosotras. Los sentimientos que surgen cuando estamos más presentes pueden ser incómodos, y a veces son curativos.

La atención plena puede practicarse durante cualquier actividad cotidiana. He aquí algunos ejemplos sencillos:

Cada vez que cambies el pañal de tu bebé

Aprovecha la oportunidad para experimentar realmente a tu bebé con todos tus sentidos. Siente el calor de su cuerpo y la suavidad de su piel, estudia su cara, observa cómo se mueven sus pequeños miembros y escucha los sonidos que emite al respirar o parlotear.

Mientras sostienes a tu bebé

Reflexiona sobre quién es y puede llegar a ser este pequeño. Reflexiona sobre ti mismo como un bebé pequeño y vulnerable. Si tu bebé está despierto, establece contacto visual con él y fíjate en cómo te hace sentir esa conexión. Si está durmiendo, observa cómo sube y baja su pechito y sus expresiones faciales mientras sueña.

En la ducha

Mira alrededor del cuarto de baño, nota cómo te hace sentir el agua caliente, presta atención a cómo se relajan tus músculos, escucha el sonido del agua corriente, participa en el suave aroma y el tacto del jabón. Respira profundamente. Fíjate en cualquier pensamiento que surja y, en lugar de dejar que tu mente divague, tráela de vuelta al presente.

Durante las tareas domésticas

Las tareas domésticas cotidianas, como lavar los platos o doblar la ropa, son oportunidades perfectas para practicar la atención plena. Nuestra mente suele divagar y nos perdemos haciendo planes o reproduciendo un recuerdo. Es un buen momento para traer nuestros pensamientos al presente y comprobar cómo estamos en medio de un día ajetreado.

Preparar una taza de té

Llevar la atención plena a actividades sencillas como preparar y beber una taza de té es un buen momento para ralentizar la vida, aunque sólo sea durante cinco minutos. Presta atención a todos tus sentidos mientras la tetera hierve, mientras el té se prepara, mientras sostienes la taza y te la llevas a la boca. La idea es que tomes conciencia deliberadamente de algo que sueles hacer en piloto automático.

Mientras comes algo

Incluso con algo tan pequeño como un trozo de chocolate, llevar nuestra atención a la experiencia completa de comer nos ayuda a saborear el placer de comer en lugar de engullir algo sin pensar. Cuando estamos más centrados en el presente, nuestra mente está más calmada, más clara y más compasiva con nosotros mismos. También nos ayuda a sintonizar con nuestro cuerpo y a ser más conscientes de las señales de saciedad.

Si desea conocer más métodos e ideas para practicar la atención plena, puede dirigirse a la organización sin ánimo de lucro Mente sonriente para descargar su aplicación gratuita y su guía para padres.

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