Consejos para calmar a un bebé que llora y se inquieta

Aunque es habitual que los recién nacidos tengan periodos de llanto e inquietud, a veces las técnicas habituales para calmarlos no parecen funcionar si tu bebé tiene cólicos. Si tienes un bebé que llora mucho, no significa necesariamente que le pase nada.

El llanto es la forma que tiene tu bebé de comunicarse. A veces el llanto tiene una causa médica, así que haz que tu bebé sea examinado por tu médico o enfermera de salud materno-infantil para descartar cualquier causa física (lo que no suele ocurrir).

Otros bebés lloran insistentemente porque se están adaptando al mundo fuera del útero. Intenta ver el cuarto trimestre desde la perspectiva de tu bebé. Algunos pequeños son especialmente sensibles a los nuevos acontecimientos físicos y emocionales dentro y fuera de su cuerpo.

Todo este llanto puede ser agotador y estresante tanto para ti como para tu bebé. Ten por seguro que no es nada que estés haciendo mal. Los cólicos son comunes y forman parte normal del desarrollo. Si tienes un bebé difícil de calmar, tenemos algunos consejos útiles para ayudarte a reconfortarlo (y a ti misma).

Consejos para calmar al bebé que llora y se inquieta
  • Acarícialo Recuerda que no existe demasiado afecto, demasiada atención o demasiados cuidados. Nunca podrás malcriar a tu bebé con amor.
  • Dale un baño caliente. Mejor aún, ¡hacedlo juntos! Esta oportunidad de piel con piel y el agua calmante es la receta perfecta para calmaros a los dos.
  • Encuentra formas de autorregulación Es difícil tranquilizar y dar una sensación de calma a un bebé angustiado si tú te sientes estresada. Detente, respira profundamente, pide a un cuidador de confianza que sostenga a tu bebé mientras tú das un paseo o escucha música relajante.
  • Aliméntalo a demanda Chupar el pecho o el biberón (o el chupete) puede ayudar a tranquilizarlo durante un breve periodo. Consulta con tu enfermera de salud materno-infantil las necesidades de leche de tu bebé.
  • Móntale o cógele en brazos Lleva a tu bebé en brazos, déjale dormir la siesta sobre ti, mécelo, llévalo a pasear o a dar un paseo en coche. Descubre qué tipo de movimiento le tranquiliza.
  • Recuerda que tu bebé no te está manipulando, simplemente no tiene la capacidad cerebral para hacerlo. Intenta ver el nuevo mundo a través de sus ojos.
  • Mantén un nivel bajo de estimulación Habla con voz tranquila, pon música suave o ruido blanco, reduce el número de visitas e incluso mantén las luces artificiales y la televisión al mínimo.
  • La importancia del tacto Dale a tu bebé un suave masaje, mantenlo cerca de ti para que se sienta más tranquilo y pueda olerte y sentirte. Tú eres su principal fuente de consuelo.
  • Planifícalo Si tu bebé llora más por la noche, puedes intentar preparar la cena con antelación o pedir ayuda durante esta parte difícil del día. Si es posible, duerme la siesta por las tardes o, al menos, tómatelo con calma.
  • Resiste a la idea de entrenar el sueño Tu bebé te necesita durante esta época temporal incierta e inquietante, y un horario de sueño rígido sólo hará que se sienta menos seguro. El autocalentamiento es un proceso de desarrollo y sólo se producirá cuando el bebé esté preparado.
  • Llena la copa de tu bebé Cuando tu bebé esté alerta y contento, intenta satisfacer sus necesidades emocionales mediante la conexión y el compromiso agradable. Aquí tienes algunas ideas.
El apoyo está disponible

Puede que sientas que eres la única con un bebé difícil de calmar, pero definitivamente no estás sola. Lee aquí sobre el temperamento de un bebé y el estilo de crianza que puede ayudar a cuidarlo.

Conseguir apoyo es crucial durante esta época tan difícil. Si tu bebé llora la mayor parte del día, habla con tu médico o enfermera de salud materno-infantil. Ellos pueden remitirte a un pediatra, a un consejero o a un especialista en salud mental infantil.

Si puedes, pide y acepta todas las ofertas de ayuda de familiares y amigos. Pasar tiempo sin el bebé, aunque sea poco, puede ser enormemente beneficioso. Si no puedes conseguir ayuda, no pasa nada por poner a tu bebé en un lugar seguro, como una cuna vacía, durante unos minutos para calmarte.

Respira hondo, mamá, esta fase es muy común y no suele durar más allá de los cuatro meses de edad.

Noticias relacionadas