Consejos para dormir cuando se viaja con el bebé

A menudo esperamos las vacaciones porque suponen una ruptura de nuestra rutina habitual. Sin embargo, un cambio de rutina no siempre es lo ideal para la mayoría de los bebés (sobre todo los de más de 4-6 meses), y puede afectar a su nivel de sueño durante las vacaciones.

Naturalmente, te gustaría volver de las vacaciones un poco renovada, así que querrás seguir la rutina habitual de tu bebé en la medida de lo posible sin sentirte demasiado limitada por ella. Al fin y al cabo, quieres divertirte y no estar totalmente obsesionada con el sueño de tu bebé. Si no, mejor quedarse en casa, ¿no? Aquí tienes nuestros consejos para optimizar el sueño de tu bebé mientras viajas.

Consejos para dormir cuando se viaja con el bebé

Aunque no puedas seguir siempre la rutina de sueño de tu bebé, hay varias cosas que puedes hacer antes y durante el viaje para que sea más probable que duerma cuando esté de vacaciones:

Antes del viaje
  • Si piensas utilizar una cuna de viaje durante las vacaciones, puedes animar a tu bebé a dormir algunas siestas en una cuna de viaje en casa para que se familiarice con ella.
  • Lo mismo ocurre si prefieres que tu bebé duerma la siesta en el cochecito o en el portabebés para no tener que volver a toda prisa al alojamiento. Acostúmbralo a todo lo nuevo hasta dos semanas antes de partir.
El viaje
  • Planifica los vuelos o los viajes por carretera a la hora de la siesta. Esto no asegurará necesariamente un sueño prolongado, pero incluso uno corto ayudará a reducir el cansancio excesivo. Si es posible, los viajes largos por carretera pueden funcionar mejor por la noche, para que tu bebé pueda dormir la mayor parte del camino.
  • Si planeas estar en el coche durante un periodo largo, detente de vez en cuando para que tu bebé pueda tumbarse en una alfombra para estirarse y dar patadas para ayudar a que se canse.
  • Probablemente no quieras llegar justo a la hora de dormir, ya que a tu bebé le puede costar más asentarse porque todo es nuevo y extraño. Deja algo de tiempo para deshacer el equipaje, relajarse, jugar y enseñarle el lugar.
El destino

Es normal que tu bebé se sienta inquieto en un entorno nuevo, por lo que te ayudará tener algunas cosas familiares de casa para que se sienta seguro y protegido, y hacer lo que haces normalmente, entre otras cosas:

  • Sigue tu rutina habitual a la hora de dormir. Por ejemplo, baño, cuento, comida y cama.
  • Lleva el pijama, el saco de dormir, sus libros favoritos y sus juguetes de baño.
  • No te olvides de meter en la maleta sus objetos de consuelo (¡con refuerzos!), e incluso puedes traer su sábana de casa. Un consejo extra es meter esa sábana en tu ropa durante el viaje para que se impregne de tu olor.
  • Lleva cortinas opacas de viaje y una máquina de ruido blanco para mantener el dormitorio a oscuras y bloquear los sonidos del entorno.
  • Enséñales dónde vas a dormir (si está separado de tu bebé). Puede que tengas que acostarte a su lado cuando el bebé lo haga durante las primeras noches para tranquilizarle.
  • Lleva una luz nocturna para que las luces sean tenues y así evitar que se despierten del todo para las tomas nocturnas o los cambios de pañal.
Las vacaciones
  • Intenta planificar tus actividades en torno a las siestas, pero no seas esclava de ellas. Puede ser bueno ser flexible en cuanto al lugar de las siestas de tu bebé, pero si éste sólo duerme en una cuna o sobre ti, puedes optar por turnarte con tu pareja u otro cuidador de confianza.
  • Recuerda que este tipo de cambio puede resultar abrumador y confuso para algunos bebés, así que, por muy frustrante que sea, intenta ser paciente y tranquilizar a tu bebé.
  • Si tardas más de media hora en conseguir que tu bebé se duerma, es mejor que te tomes un descanso y vuelvas a intentarlo dentro de una hora más o menos. Su rutina se verá alterada durante unos días mientras se adapta a todas las nuevas imágenes y olores.
  • Si es posible, programa un tiempo para ti misma para recargarte, o duerme la siesta con tu bebé algunos días. También debes tener algunos días tranquilos, ya que no querrás volver a casa aún más agotada.
  • Recuerda que el sueño de tu bebé probablemente se desestabilizará durante las vacaciones, así que de momento tendrás que seguir la corriente más de lo habitual. Cuando vuelvas a casa podrás retomar el camino. Los nuevos hábitos no son permanentes: ¡no has roto el sueño de tu bebé!
  • Estas vacaciones son para crear recuerdos (no olvides hacer fotos), así que respira hondo, subcontrata lo que puedas, pide ayuda, prioriza también tu descanso y disfruta de tu bebé.
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