Cómo acabar con las luchas de poder con tus hijos

Le dices a tu hijo que recoja su habitación y se niega. Le das una consecuencia, pero tu hijo se atrinchera y empieza a quejarse o a discutir por qué no puede limpiar su habitación ahora mismo. Quizá empieces a gritar o a amenazar con la primera consecuencia, pero no sirve de nada porque ahora tú y tu hijo estáis enzarzados en una lucha de poder y nadie va a ganar.

¿Te resulta familiar?

Las luchas de poder son una trampa en la que es fácil caer, sobre todo porque los padres en estas situaciones realmente creen que son una figura de autoridad y que su hijo debe obedecer lo que ellos dicen. Pero cuando este tipo de dinámica se convierte en un hábito en una familia, significa que los niños están aprendiendo a luchar contra sus padres, no a confiar en ellos. Y así el ciclo continúa.

La buena noticia es que los padres pueden acabar con las luchas de poder, pero no será fácil, hará falta algo de práctica sobre cómo cumplir cuando se ponen límites. He aquí algunas maneras de evitar o poner fin a las luchas de poder con tus hijos.

NO DES OPCIONES ABIERTAS

Por ejemplo, preguntar a tus hijos "¿qué quieres para cenar?" puede provocar crisis por qué no podemos comer pizza todos los días para siempre. En su lugar, dale a tus hijos la posibilidad de elegir entre una cosa y otra. De este modo, tú estarás de acuerdo con lo que comen y tus hijos sentirán que tienen voz y voto. "¿Quieres espaguetis con albóndigas o palitos de pollo con guisantes para cenar?" es una forma de preguntar por la cena sin entrar en una lucha de poder.

DI MÁS VECES "SÍ", PERO CUANDO DIGAS "NO", NO TE RETRACTES

Es muy fácil adquirir el hábito de decir siempre que no antes de escuchar a tu hijo, pero eso sólo lo apaga y lo hace sentirse a la defensiva y enfadado. En lugar de eso, escucha la petición de tu hijo, por muy tonta que sea, y responde. Si le dices que no a tu hijo, es importante que no te doblegues y te mantengas firme en tu no. En el momento en que cambias de opinión porque tu hijo llora o se queja o molesta, estás enseñando a tu hijo que ese comportamiento le dará lo que quiere. Seguir con un "no" es increíblemente difícil, pero increíblemente poderoso si se hace con constancia.

ENCONTRAR UN PUNTO MEDIO

Si tu hijo te pide algo a lo que tienes que decir que no pero que sabes que provocará la tercera guerra mundial en tu casa, como jugar a un videojuego cuando ha pasado demasiado tiempo frente a la pantalla, por ejemplo. Intenta buscar el punto medio y evitar una lucha de poder. Dígale a su hijo que un videojuego no es una opción, pero que tal vez leer su libro favorito con usted o salir a jugar al aire libre podrían ser opciones. Dar a tu hijo opciones claras puede ayudarle a sentirse capacitado.

Las luchas de poder son lo peor. Hacen que los padres se sientan mal y que los niños se sientan ignorados y no escuchados. Con la práctica, las familias pueden aprender a encontrar mejores formas de comunicación que consigan lo que todos necesitan.

Noticias relacionadas