Sentando a los bebés - Por qué no debemos apresurarnos

A medida que tu bebé sale de la etapa de recién nacido, puede resultar tentador apuntalar su asiento en el cochecito, colocarlo en posición vertical con cojines en su alfombra de juego o colocarlo en algún tipo de dispositivo para sentarse. Como adultos, suponemos que serán más felices sentados, donde tienen una mejor visión de ti y del mundo que les rodea.

Sin embargo, el argumento para no sentar a los bebés es que deben hacer tantas cosas como sea posible de forma independiente y cuando estén preparados. En realidad, sentarse es un hito que tu bebé alcanzará sin tu intervención (por muy cariñosa y bienintencionada que sea), y aquí tienes algunas razones por las que es recomendable que le des la oportunidad de llegar por sí mismo:

Aprenden a aprender

Cuando tu bebé aprende a hacer algo de forma independiente, se siente capacitado. Sentarse es un proceso de aprendizaje y, con persistencia y paciencia, experimentará no sólo facilidad de movimiento, sino muchos beneficios cognitivos. Aprende a superar las dificultades, a experimentar, a interesarse, y la alegría que le producen sus logros.

Secuencia vital del desarrollo

Los bebés no pasan de forma natural de estar tumbados a sentados. Hay muchos pasos intermedios, así que cuando los apoyamos, pierden oportunidades de aprender estos movimientos. Rodar, tumbarse de lado, girar, escabullirse, pivotar, arrastrar las nalgas... todos parecen movimientos incómodos y es posible que tu bebé no los haga durante mucho tiempo, pero todos forman parte del proceso.

Sentar a un bebé lo hace casi inmóvil de la cintura para abajo, y la única forma de salir de esa posición es caerse (lo que, como te imaginarás, no fomenta una sensación de seguridad o confianza).

Ayuda al juego independiente

Un bebé tumbado sobre la espalda puede mover libremente sus extremidades, de modo que cuando vea algo fuera de su alcance que le interese, aprenderá a rodar y a desplazarse, así como a realizar cualquier otro movimiento que le permita llegar a lo que le interesa. Un bebé sentado, en cambio, debe confiar en su adulto para recuperar un juguete que se ha alejado rodando. Lee aquí nuestro artículo sobre cómo puedes ayudar a tu bebé a jugar de forma independiente.

Ayuda a alcanzar otros hitos

No se puede esperar que los bebés alcancen otros hitos, como rodar y gatear, si no se les ofrece la oportunidad de desarrollar las habilidades motoras gruesas necesarias. Necesitan mucho tiempo y libertad de movimiento en el suelo, lejos de artilugios como columpios, sillas de bebé, asientos de coche, cochecitos, hamacas, tronas, etc.

Fomenta la confianza en sí mismo

¿Por qué tenemos tanta prisa por conseguir que nuestros bebés se sienten? No hay beneficios de la sedestación precoz, y antes no siempre es mejor. Los bebés adquieren confianza en sí mismos cuando se les da la oportunidad de hacer cosas por sí mismos, y cuando se les da confianza, respeto, aceptación y la libertad de realizarlas a su propio ritmo.

No es demasiado tarde...

Cuando sentemos a los bebés, empezarán a esperar que lo hagamos. Les gusta seguir haciendo lo que ya saben. Así que, si has estado apoyando a tu bebé, nunca es demasiado tarde para dejar de hacerlo si así lo decides. Habrá un periodo de adaptación, posiblemente con algunas protestas por parte de tu bebé, pero poco a poco y durante periodos cortos puedes empezar a ponerle de nuevo boca arriba. Después, siéntate, relájate y disfruta de tu bebé mientras domina las habilidades que le resultan naturales.

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