¿Cinofobia? Cómo ayudar a su hijo a superar su miedo a los perros

Siempre has soñado con tener un perro en la familia... pero tu plan tiene un contratiempo porque tu hijo les tiene pánico. El miedo a los perros (técnicamente llamado cinofobia) es un temor muy común entre los niños y que pueden superar. Y aunque no es raro que los niños tengan miedo a los perros, los padres tienden a minimizarlo porque piensan: "Oh, sólo está siendo un niño, ya se le pasará". Pero cuanto antes se intervenga, mejor será el pronóstico.

Yo sufrí de cinofobia por un incidente que ocurrió cuando tenía siete años. Era un domingo perfecto para toda la familia hasta que decidí traspasar el patio de mi vecino para coger la pelota con la que estaba jugando. Todo iba según lo previsto cuando, de repente, su Rough Collie de tamaño medio me mordió la pierna. Desde entonces, me pongo nerviosa cada vez que hay un perro cerca. Y, por desgracia, creo que he transmitido mi miedo a los perros a mi hijo. El reto ahora es cómo ayudarle a superar este miedo extremo.

He aquí cómo hacer que tus hijos se sientan más cómodos con los perros:

Reconocer su miedo

Puede ser tentador descartar su miedo como irracional o infundado o incluso como "una fase". Pero el miedo no es racional y una conversación racional no va a ayudar a tu hijo a superar su agitación". Eso significa que el primer paso para ayudar a tu hijo a superar el miedo a los perros es reconocer y aceptar que ese terror está ahí y que tú estás ahí para ayudarle.

Cuidado con lo que dices

Mantén una actitud positiva cuando te acerques a alguien con un perro. En lugar de preguntar: "¿Es seguro acariciar a tu perro?" o "¿Muerde o gruñe?", haz preguntas como "¿Podemos conocer a tu perro?". Explica que a los perros les gusta olfatear y lamer a las personas para conocerlas, y deja que primero te vean interactuar de forma suave y respetuosa. Las palabras tienen un gran poder para informar a un niño de que los perros son peligrosos, o de que son nuevos amigos a los que hay que conocer, así que elige tus palabras con cuidado.

No se precipite

No apresure a su hijo para que juegue con un perro. En lugar de ello, introdúzcalo gradualmente a los perros con libros de imágenes, juguetes y películas. Luego, a distancia, quizá en un parque o sentado en la puerta de una tienda de animales. O saque una foto de un perro y enséñesela a su hijo antes de concertar una cita con él. Hable del perro para que su hijo sienta que lo está conociendo. Y explíquele lo que puede hacer el perro: puede ladrar porque así habla o puede mover la cola porque se alegra de verle. Aumenta gradualmente su exposición para que no sea un shock. Lleve a

Organice una reunión

Puedes iniciar un encuentro con un perro adulto, en lugar de un cachorro que salta y pica. También puedes buscar un grupo que haga encuentros con perros o programas de biblioteca a los que acudan perros de terapia. Intenta predicar con el ejemplo. Si está pensando en sugerir a su hijo que acaricie a un perro o le dé una golosina, hágalo usted primero y luego invítele a probar también.

Premie la valentía

Elogia a tu hijo cuando veas que se siente un poco nervioso o inseguro pero no se echa atrás: "Mira qué valiente estás siendo ahora mismo aunque tengas un poco de miedo". Considera la posibilidad de iniciar una tabla de recompensas por valentía. Cada vez que su hijo haga algo valiente con un perro, ganará una pegatina o un sello para su tabla. Cuando llenen la tabla, recibirán un gran premio. Si lo hace bien, su hijo debería empezar a buscar oportunidades para ser recompensado. Sabrás que está funcionando cuando pregunte: "¿Puedo conseguir otra pegatina para mi tabla de valentía si acaricio a ese perro?".

Busca ayuda

Si los métodos tradicionales no funcionan o si, después de unas semanas o meses de desensibilización, tu hijo no ha superado su miedo, es posible que quieras consultar una terapia cognitivo-conductual.  Pero si su hijo parece atascado o se ha convertido en un problema de seguridad, póngase en contacto con un psicólogo o psiquiatra. Es una forma maravillosa de ayudar a los niños a deshacerse de las asociaciones negativas que tienen con los perros y sustituirlas por otras positivas. La hipnoterapia también puede ser un método alternativo para ayudar a tu hijo a superar su fobia.

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