La importancia del juego sucio para los bebés que empiezan a comer sólidos

Empezar a dar sólidos a tu bebé es un momento emocionante, pero increíblemente sucio. Pero, ¿sabías que dejar que tu bebé se ensucie es importante? Por supuesto, la idea de tener que limpiar más y lavar más ropa puede parecer abrumadora y frustrante, pero al final merece la pena. La relación entre el juego desordenado y el hecho de que el bebé esté más dispuesto a probar nuevos alimentos es enorme.

La hora de la comida debe ser un juego sucio

La hora de comer es mucho más que comida para los bebés. Utilizan los cinco sentidos para comer, así que para ellos también es una oportunidad para una maravillosa experiencia sensorial y de aprendizaje. Son curiosos por naturaleza y utilizarán activamente estas experiencias en la mesa para explorar y descubrir todo un nuevo mundo de texturas, colores y olores. Así pues, no pienses en ello sólo como una forma de dar de comer a tu bebé, sino como un momento de juego y conexión.

El desorden previene la sensibilidad a las nuevas texturas

Mantener al bebé constantemente limpio puede hacer que se sienta incómodo con texturas o sensaciones nuevas o diferentes, sobre todo si nota tu ansiedad por el desorden. Permitirle explorar la comida con sus propias manos significa que pronto aprenderá que puede llevarse la comida a la boca y alimentarse por sí mismo, una habilidad que queremos fomentar. Si le das de comer con cuchara, puedes darle también una cuchara con comida o ponerle un poco delante para que juegue con ella.

Haz que el desorden sea positivo

Dejar que los bebés se ensucien hace que la hora de la comida sea tranquila y positiva. Si te frustra que cojan la cuchara o si le limpias constantemente la cara o la mesa, no es positivo para ninguno de los dos. Puede ser difícil, pero intenta resistirte a limpiarles la cara y las manos (¡y el pelo y las orejas!) durante toda la comida, o a rascarles la boca con la cuchara. Mantén una actitud y unas expresiones faciales positivas, incluso si hay una gran masa de papilla colgando de su barbilla.

Jugar desordenadamente fuera de la mesa

No importa que se ensucien, no sólo a la hora de comer. Darles muchas oportunidades de jugar desordenadamente es importante para el desarrollo del cerebro. Cuando experimentan nuevas texturas, esta gran cantidad de estímulos sensoriales ayuda a su cerebro a acostumbrarse a diferentes sensaciones. Así se sientan las bases para comer una variedad de texturas.

Consejos para el juego sucio:
  • Los bebés no tienen grandes intervalos de tiempo entre las tomas y el sueño, así que busca un momento una o dos veces a la semana en el que no estén cansados ni tengan hambre. Las mañanas pueden ser las mejores, y puedes tener los materiales necesarios preparados para ahorrar tiempo.
  • Puedes organizar algunas actividades en una alfombra de plástico, en el exterior sobre una manta de picnic o incluso en una bañera vacía (si te pone especialmente nervioso el desorden). Utiliza un cubo grande o una bandeja de horno.
  • Involúcrate y piensa que todo se puede limpiar al final y que es algo que beneficia a tu bebé.
Ideas para el juego sucio

Todo lo que utilices debe ser seguro para que se lo lleven a la boca. Sabes que lo van a hacer y es una forma perfectamente normal de que los bebés jueguen y exploren. Encontrarás algunas ideas de juego sucio en nuestra lista de juegos sensoriales, pero si quieres inspirarte, también puedes utilizar nata montada, plastilina comestible, harina, espaguetis cocidos o gelatina.

Una nota sobre los problemas de alimentación

Si tu bebé muestra signos de inquietud en torno a la comida, o también si quieres evitar un niño quisquilloso más adelante, empieza a dejar que se ensucie. Para algunos pequeños, a veces no tiene nada que ver con la comida, sino con la ansiedad que les produce ensuciarse los dedos o dejar caer la comida al suelo. Así que, por difícil que sea, ¡alégrate y acepta el desorden!

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