¿Su bebé está desarrollando un gusto por los dulces?

Empezar a comer sólidos es un hito emocionante y desordenado para ti y tu bebé, pero puede resultar algo desalentador y abrumador al principio. Hay muchos consejos contradictorios y confusos sobre los alimentos con los que hay que empezar, y las directrices y opiniones de los expertos cambian regularmente.

Si no sabes qué ofrecer primero, es natural pensar que el bebé debe empezar con frutas y verduras dulces. Al fin y al cabo, la leche materna y la de fórmula son dulces, pero es un error pensar que eso es a lo que está acostumbrado su paladar y lo que espera.

Qué hacer si tu bebé es goloso

Aunque ofrecerle un puré de manzana o mezclar pera con brócoli es estupendo, tu bebé puede empezar a desarrollar una preferencia por lo dulce si lo come con regularidad. Por ejemplo, ¿su bebé devora los plátanos, pero rechaza los calabacines? ¿Sólo come purés de verduras si también contienen fruta? Si notas que tu pequeño es goloso, no es demasiado tarde para introducir nuevos sabores.

Es importante dejar que los bebés exploren diferentes sabores

La naturaleza humana prefiere la comida dulce, pero si los bebés están expuestos a una variedad de sabores y texturas desde el principio, es más probable que prueben nuevos alimentos. Esta ventana crucial de introducción de la variedad preparará a tu bebé para ser un comensal aventurero. Si consigues evitar que el bebé sea quisquilloso desde el principio, la vida de todos será mucho más fácil.

Qué puedes hacer para ampliar el paladar de tu bebé

Los bebés suelen estar abiertos a experimentar nuevos sabores, pero pueden necesitar cinco, diez o incluso veinte exposiciones a un nuevo alimento antes de aceptarlo. Rechazar nuevos alimentos es su mecanismo biológico de supervivencia para evitar el peligro, sobre todo cuando se trata de alimentos amargos. Razón de más para seguir ofreciéndoles, así que no te rindas cuando rechacen algo nuevo.

Ofrezca un arco iris

Lo ideal es ofrecer una variedad y rotar los alimentos gradualmente. No hace falta que empieces con las verduras dulces "seguras", sino que le ofrezcas, por ejemplo, espinacas en puré (consulta siempre antes a tu enfermera de salud materno-infantil y ten en cuenta las alergias alimentarias). A medida que tu bebé esté expuesto a más y más sabores, puedes empezar a introducir hierbas y especias. Piensa en los bebés de algunas partes del mundo que empiezan con currys suaves.

Qué buscar en los alimentos comerciales para bebés

Como eres un padre ocupado, es comprensible que de vez en cuando tengas que recurrir a las cómodas opciones de comida para bebés del supermercado. Elige bien y lee las etiquetas. Una buena idea es optar por las opciones saladas que no llevan fruta añadida. Si buscas meriendas para bebés, elige las que no estén endulzadas con zumo de frutas. Los bebés no necesitan todo ese azúcar. Consulta nuestra lista de alimentos para bebés con azúcares añadidos que debes evitar.

Preparar la comida de tu bebé no tiene por qué ser difícil

Cuando prepares la comida para tu bebé, no es necesario complicarla demasiado. Cuando prepares tu propia cena, reserva algunas de las verduras cocidas (siempre que no lleven sal). Cocínalas al vapor, ásalas, fríelas... sea como sea que las cocines para ti, tu bebé puede tomarlas (obviamente, asegurándote de que sean lo suficientemente blandas y del tamaño adecuado para evitar que se atragante).

Ya sea que ofrezca purés o alimentos para picar, aquí hay algunas combinaciones sencillas de verduras que proporcionarán una variedad de sabores para darle un poco de inspiración:

  • Puré de calabacín, guisantes y menta
  • Batata, espinacas y puerro
  • Calabaza asada, boniato y pimiento
  • Judías verdes, coliflor y patata al vapor
  • Colinabo, zanahorias y brócoli

Si no estás seguro de qué alimentos introducir y cuándo, lee este artículo, y para más recetas caseras fáciles de nuestro blog, dirígete aquí. ¡Buen provecho!

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