Es desgarrador que tu pequeño, feliz y lleno de energía, se ponga enfermo. Como padres, hacemos todo lo posible para evitar que nuestros bebés enfermen o sientan dolor. Sin embargo, hasta los 12 meses, el sistema inmunitario del bebé es débil y está poco desarrollado, lo que significa que es más propenso a contraer diversas infecciones.

Por supuesto, no puedes mantenerlos en una burbuja y alejados de otras personas que podrían infectarlos, pero lo que puedes hacer para proteger a tu bebé es practicar una buena higiene desde el nacimiento, tanto dentro como fuera de casa.

Cómo mantenerse higiénico fácilmente dentro y fuera de casa

Los gérmenes son microorganismos y son necesarios para la vida en la Tierra. No todos los gérmenes son peligrosos para los bebés, pero algunos tienen más probabilidades de afectarles debido a su sistema inmunitario más débil. Las infecciones más comunes para los bebés son los resfriados, la gripe, las aftas y la gastroenteritis.

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A continuación, le ofrecemos varias formas sencillas de proteger a su bebé y a su familia de estas infecciones:

Lavado de manos para toda la familia

Esta es la regla número uno y debería ser una prioridad para todos. Es la mejor manera de evitar que los gérmenes se transmitan a tu bebé a través de ti o de otras personas, ya que la mayoría de las enfermedades se contagian a través de las manos. Esto incluye lavar las manos de tu bebé. Si es demasiado pequeño para sujetarse a un fregadero, puedes utilizar en su lugar una toallita jabonosa humedecida.

Lávese siempre las manos con agua tibia y jabón:

• Antes y después de preparar la comida
• Antes y después de cambiar los pañales
• Antes y después de preparar los biberones o el equipo de lactancia
• Siempre que esté enfermo
• Después de ir al baño, tocar a las mascotas, trabajar en el jardín o limpiar la nariz de alguien

Nota: los desinfectantes de manos no funcionan tan bien como el agua y el jabón, especialmente contra los virus.

No dejes que la gente bese la cara o las manos de tu bebé

Mientras los bebés no estén completamente inmunizados, esto los hace muy vulnerables a las infecciones graves. Besar a un bebé puede propagar gérmenes que provoquen enfermedades (o algo peor), por lo que es muy recomendable que nadie bese a un recién nacido (y eso incluye a sus padres, lo siento).

Lee sobre los peligros de que la gente bese a tu recién nacido, y las precauciones que puedes tomar para proteger a tu pequeño.

Asegúrate de eliminar todos los restos de leche de los biberones y del equipo del sacaleches

La leche es el entorno ideal para que crezcan los virus y las bacterias, por lo que hay que tener especial cuidado a la hora de lavar cualquier pieza que entre en contacto con ella. Todas las piezas del sacaleches, los biberones, las tetinas, los tapones y las tapas deben lavarse a fondo con agua jabonosa tibia y, a ser posible, con un limpiador de biberones para eliminar todos los residuos, antes de aclararlos con agua fría y, por último, esterilizarlos.

Limpia y desinfecta la casa con regularidad

No es necesario exagerar y crear un ambiente súper estéril en casa, pero como los bebés tienden a tocar y llevarse todo a la boca, es importante mantener un entorno seguro y saludable para tu pequeño, que está creciendo y es muy curioso. Aquí tienes algunos buenos consejos:

• Dado que los bebés pasan mucho tiempo jugando en el suelo, asegúrate de limpiarlo y desinfectarlo regularmente.
• También es una buena idea que todos se quiten los zapatos al entrar, ya que pueden transportar muchas bacterias a la casa.
• Pasa la aspiradora por las zonas enmoquetadas cada semana.
• Abra todas las ventanas durante al menos 10 minutos al día para ventilar y mejorar la calidad del aire.
• Mantenga muy limpias y desinfectadas las zonas donde se preparan los alimentos.
• Limpie regularmente los pomos de las puertas, los interruptores de la luz y los tiradores de los armarios y cajones.
• No olvides limpiar regularmente su trona y, si procede, los barrotes de su cuna con agua tibia y jabón.

Desinfecta los objetos que se llevan a la boca

Cuando se trata de sus juguetes, mandos a distancia, teléfonos, chupetes, anillos de dentición, sonajeros, superficies de la zona de juegos y, básicamente, cualquier cosa que se lleve a la boca, lo mejor es que los limpies regularmente con una toallita desinfectante o un limpiador.

Limpia el cambiador todos los días

Limpia el cambiador o la mesa con agua tibia y jabón todos los días para eliminar los gérmenes. Si tu bebé está enfermo o tiene diarrea, utiliza una toallita o un spray desinfectante para limpiar las superficies.

Desinfecta los "puntos calientes" públicos cuando salgas

Lleva siempre un paquete de toallitas de limpieza y desinfección en tu bolsa de pañales cuando salgas. Te encontrarás con muchos lugares que no están limpios y que pueden albergar gérmenes que provocan enfermedades. Algunos puntos conflictivos son las tronas, los carros de supermercado, los aseos públicos y los cambiadores de bebés. Las toallitas desinfectantes también son útiles para cuando a tu bebé se le caen inevitablemente los juguetes o el chupete al suelo, y no hay ningún sitio cerca para lavarlos.