Las HMO: ¿Qué son y cómo benefician a bebés y niños?

La leche materna humana es realmente una maravilla de la naturaleza, que proporciona a los bebés todos los nutrientes que necesitan para crecer y desarrollarse. Es un alimento único y especial que ningún otro alimento o bebida puede proporcionar. Está llena de vitaminas, minerales y anticuerpos que ayudan a proteger a los bebés de las enfermedades.

La leche materna también contribuye a un desarrollo sano del cerebro y se sabe que reduce el riesgo de obesidad, asma y alergias. En el caso de las madres, la lactancia puede reducir el riesgo de cáncer de mama y de ovarios.

Los beneficios de la leche materna no acaban aquí. Aunque ahora sabemos tantas cosas increíbles sobre su composición, se trata de una sustancia tan compleja que aún queda mucho por aprender.

Un componente fascinante que se ha identificado y que quizá no conozcas -de hecho, es el tercer componente sólido más importante, después de la lactosa y las grasas- son los oligosacáridos de la leche humana (HMO). A continuación, te explicamos qué son los HMO y cómo pueden beneficiar a tu bebé.

Las HMO: ¿Qué son y cómo benefician a los bebés?

Los HMO son un tipo de hidratos de carbono presentes en la leche materna que pueden aportar numerosos beneficios para la salud. Se cree que desempeñan un papel importante en el desarrollo del sistema inmunitario y la función digestiva del bebé, y también ayudan a protegerle frente a infecciones y alergias.

Cuando tu bebé consume leche materna y los HMO llegan a su intestino grueso, no son digeridos ni absorbidos en su tracto gastrointestinal, y no son descompuestos por las enzimas del intestino.

En cambio, los HMO se consideran prebióticos, lo que significa que sirven de alimento a las bacterias intestinales beneficiosas. Se fermentan en el intestino y el producto final (también conocido como "metabolitos") de este proceso de fermentación proporciona beneficios para la salud en forma de una mejor digestión, una mejor absorción de nutrientes y una mayor protección frente a los patógenos.

Los estudios han demostrado que los HMO pueden
  • Estimular el crecimiento de bacterias beneficiosas, como las Bifidobacterias, en el intestino del lactante, donde se encuentra el 70% del sistema inmunitario. Esto ayuda a proteger al lactante de infecciones y enfermedades, como la diarrea, y mejora la digestión y la absorción de nutrientes.
  • Se unen a los patógenos (otro nombre para los organismos que causan enfermedades) y bloquean su adhesión a la pared intestinal, impidiendo que entren en el torrente sanguíneo y causen enfermedades.
  • Estimulan la producción de anticuerpos en el sistema inmunitario del lactante y pueden aumentar la actividad de determinadas células inmunitarias, como los neutrófilos y los macrófagos (que atacan a los patógenos y reparan los daños). Esto puede ayudar a proteger al lactante de infecciones y enfermedades y mejorar su salud en general.
  • Mejoran la absorción de minerales y vitaminas, además de reducir el riesgo de desarrollar ciertas enfermedades como diabetes, cardiopatías y cáncer.

En otras palabras, los HMO pueden proteger a tu pequeño de las enfermedades y mejorar su salud y bienestar general.

Cómo puede su hijo recibir HMO si usted no le da el pecho

La gran noticia es que, gracias a la innovación científica, ahora se pueden crear HMO estructuralmente idénticos a los que se encuentran en la leche materna en forma de suplemento para niños. Este innovador ingrediente nos acerca científicamente a la posibilidad de proporcionar componentes clave de la leche materna a los niños australianos mucho después de que hayan dejado de mamar.

Un suplemento que contenga HMO junto con una vitamina como la vitamina D podría proporcionar a los niños los nutrientes necesarios para favorecer el funcionamiento saludable del sistema inmunitario, ayudándoles a defenderse de las enfermedades. Podría ser especialmente útil para los niños que tienen dificultades para mantener una dieta sana, o que van a la guardería y están expuestos a un sinfín de virus.

Además, un suplemento de defensa inmunitaria podría ayudar a reducir el tiempo que un niño pasa enfermo, permitiéndole volver a sus actividades normales más rápidamente.

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