¿Cuáles son los trastornos del desarrollo más comunes en los niños?

¿Cuáles son los trastornos del desarrollo más comunes en los niños?Muchos profesionales describen las discapacidades del desarrollo como trastornos físicos, emocionales o intelectuales que empiezan antes del nacimiento o en la primera infancia. Sin embargo, es una definición complicada porque los términos discapacidad del desarrollo, discapacidad del neurodesarrollo, retraso del desarrollo y dificultad de aprendizaje tienen significados muy parecidos y a menudo se solapan.

Los niños con retrasos del desarrollo suelen nacer con ellos. "Los problemas pueden surgir más tarde en la vida con resultados similares, pero se denominan discapacidades adquiridas", explica la doctora Rebecca Mannis, especialista en aprendizaje y asesora del Ivy Prep Learning Center.

Al interactuar con un profesional que evalúa las dificultades de su hijo, es importante recordar que distintos profesionales pueden utilizar términos diferentes para describir lo mismo. Aunque las discapacidades del desarrollo suelen durar toda la vida, el diagnóstico y el tratamiento tempranos pueden marcar una gran diferencia en la vida de un niño. Incluso cuando los problemas persisten, los profesionales pueden proporcionar herramientas y sugerir adaptaciones.

Algunos de los problemas más comúnmente etiquetados como discapacidades del desarrollo son la discapacidad intelectual (bajo cociente intelectual), el autismo y la parálisis cerebral. Recurrimos a los expertos para saber más sobre cada una de ellas.

Hitos evolutivos de los niños por edades y etapas Discapacidad intelectual

La discapacidad intelectual (DI) se refiere a la capacidad de una persona para aprender y realizar tareas de la vida diaria a un nivel esperado. En otras palabras, una persona con discapacidad intelectual tiene una inteligencia inusualmente baja, medida mediante pruebas de cociente intelectual, observaciones del comportamiento y otras herramientas de diagnóstico. En general, se considera que una persona tiene una discapacidad intelectual si su puntuación de CI es igual o inferior a 70; el CI medio en Estados Unidos ronda los 100.

"Cuando pensamos en la mayoría de las discapacidades del desarrollo, como la dislexia y el TDAH, estamos pensando en una persona con una inteligencia media o superior a la media", explica el Dr. Mannis, "pero hay algún problema subyacente que dificulta el aprendizaje y la concentración. Esos problemas afectan a su funcionamiento cognitivo y académico".

Sin embargo, cuando una persona tiene una discapacidad intelectual, sus capacidades generales pueden verse muy reducidas: "Es muy importante trabajar con [profesionales] que conozcan las intervenciones y los programas adecuados. [También deben ser capaces de] ayudar emocionalmente a la familia, porque hay que tener en cuenta cuestiones a largo plazo", añade el Dr. Mannis.

Las discapacidades intelectuales pueden existir por sí solas, pero también pueden formar parte de un diagnóstico más amplio. Por ejemplo, las personas con autismo pueden o no tener también discapacidad intelectual. También puede ser difícil evaluar adecuadamente el coeficiente intelectual de una persona que no habla o que tiene una capacidad limitada para escribir o hablar.

Desarrollo de la motricidad gruesa y retrasos en la infancia

Reconocer las discapacidades

intelectuales

Las personas con discapacidad intelectual suelen aprender más despacio que sus compañeros. Pueden tardar más tiempo en aprender a leer, escribir, vestirse e incluso alimentarse.

Las personas con una discapacidad intelectual leve pueden aprender a hacer todas estas cosas y más con el tiempo y con el apoyo adecuado. Las personas con discapacidad intelectual más grave pueden no ser capaces de aprender académicamente o de realizar muchas tareas de la vida diaria. Los niños pequeños con discapacidad intelectual suelen tener problemas con la comunicación verbal, las normas sociales, habilidades físicas como gatear o caminar y habilidades de la vida diaria como alimentarse o vestirse.

Es importante señalar que no todos los niños que aprenden con lentitud son discapacitados intelectuales. En algunos casos, otros problemas como la sordera, la apraxia del habla o el autismo pueden parecerse mucho a una discapacidad intelectual. Sólo un equipo cualificado de evaluadores puede proporcionar un diagnóstico definitivo, por lo que si le preocupa su hijo, póngase en contacto con su pediatra o profesional sanitario.

Causas y tratamiento de la

discapacidad intelectual

Hay muchas causas de discapacidad intelectual, desde problemas genéticos como el síndrome de Down hasta lesiones cerebrales traumáticas. Algunas personas autistas tienen discapacidad intelectual, mientras que muchas no. También es importante tener en cuenta que la discapacidad intelectual puede no afectar a otras capacidades; muchas personas con discapacidad intelectual son también cantantes, artistas y atletas de talento.

En la mayoría de los casos, no existe un tratamiento directo para la discapacidad intelectual, en parte porque suele ser un subconjunto de un síndrome más amplio o el resultado de una lesión permanente. Sin embargo, es posible ayudar a los niños con discapacidad intelectual proporcionándoles una serie de terapias y entornos educativos adecuados. También es importante fomentar sus intereses, talentos y habilidades especiales, que pueden no verse afectados por una discapacidad intelectual.

Desarrollo de la motricidad gruesa y retrasos en la parálisis cerebral infantil

La parálisis cerebral (PC) es un trastorno relativamente frecuente que dificulta el movimiento y el equilibrio. Las personas con parálisis cerebral pueden tener rigidez muscular (espasticidad), movimientos incontrolables (discinesia) y/o falta de equilibrio y coordinación (ataxia). También pueden tener una combinación de estos problemas.

Algunas personas con PC tienen problemas en un lado del cuerpo, pero no en el otro. Como ocurre con otras discapacidades del desarrollo, la PC puede ser leve o grave.

Cómo reconocer la parálisis cerebral

Puede ser difícil reconocer las formas más leves de parálisis cerebral porque los signos pueden ser bastante sutiles. Los siguientes síntomas son algunas señales a las que hay que prestar atención:

  • Un bebé que se siente rígido o flácido en brazos
  • Dificultad para aprender a rodar o llevarse las manos a la boca.
  • Es capaz de alcanzar y agarrar con una mano, pero no con la otra.
  • Se queda quieto o parece torpe en sus movimientos
  • Se desplaza o rebota, pero no gatea.

Si su bebé muestra alguno de estos signos, o si a usted le preocupa, póngase en contacto con el pediatra o el profesional sanitario de su hijo.

Causas y tratamiento de la parálisis

cerebral

La parálisis cerebral es el resultado de un desarrollo anormal del cerebro que puede producirse antes, durante o después del nacimiento. La parálisis cerebral puede ser una afección genética o producirse como consecuencia de la falta de oxígeno durante el parto. También puede producirse como consecuencia de una enfermedad, como la meningitis, o de un derrame cerebral o una lesión cerebral traumática.

El tratamiento de la parálisis cerebral puede incluir fisioterapia, logopedia y terapia ocupacional. También puede incluir el uso de dispositivos médicos para favorecer el movimiento y el equilibrio. El tratamiento, por supuesto, depende de la gravedad y el tipo de trastorno.

Para los niños con discapacidades Autismo

El autismo, a veces denominado trastorno del espectro autista (TEA), es una discapacidad permanente que comienza antes de los tres años de edad. Las personas con autismo son muy diferentes entre sí y pueden experimentar una serie de dificultades en la comunicación social, disfunciones sensoriales y determinadas tareas de la vida diaria.

En algunos casos, el autismo puede dificultar hacer amigos, desenvolverse en entornos estructurados como las aulas y enfrentarse a los ruidos fuertes y las luces brillantes del mundo. Algunos autistas son muy brillantes, verbales y capaces académicamente, mientras que otros tienen discapacidad intelectual y puede que nunca aprendan a utilizar el habla comunicativa.

Reconocer el autismo

El autismo puede confundirse con otros trastornos, sobre todo cuando los síntomas son relativamente leves. El retraso en el habla, por ejemplo, puede deberse a muchos problemas, como la pérdida de audición. A continuación se enumeran algunos de los síntomas más comunes del autismo a los que hay que prestar atención:

  • Evitar constantemente el contacto visual
  • Parece ignorar o simplemente no se da cuenta de la presencia de otras personas a su alrededor.
  • Mostrar patrones de movimiento inusuales, como mover los dedos, balancearse, pasearse, etc.
  • Retraso en el habla o patrones vocales inusuales (o ausencia total de lenguaje hablado).
  • Sensibilidad o insensibilidad inusuales al ruido, la luz o el dolor.
  • No participa en juegos simbólicos o sociales.

Si su hijo presenta algunos o todos estos síntomas, o si le preocupan, hable con su pediatra o profesional sanitario.

Causas y tratamientos del au

tismo

En la mayoría de los casos, la causa del autismo es idiopática o desconocida. En otros casos, el autismo está causado por diferencias genéticas que pueden o no ser hereditarias. El autismo también puede estar causado por algunos factores ambientales, como exposiciones prenatales específicas. Es importante saber que el autismo no está causado por las vacunas.

Existe una amplia gama de tratamientos para el autismo, que incluyen terapias conductuales y de desarrollo y medicamentos. En muchos casos, la terapia intensiva temprana puede marcar una diferencia positiva para los niños autistas. Es importante señalar que el autismo es un trastorno que dura toda la vida. Incluso las personas con síntomas muy leves pueden tener dificultades cuando se enfrentan a exigencias sociales complejas o a una sobrecarga sensorial.

Cómo hablar con su hijo sobre su discapacidad

Aproximadamente uno de cada seis niños en EE.UU. tiene una discapacidad del desarrollo. Si su hijo está entre ellos, no está solo. La comprensión social de las discapacidades del desarrollo ha mejorado radicalmente en las últimas décadas y, como resultado, hay más recursos disponibles que nunca.

Aunque puede resultar tentador esperar que su hijo supere una serie de síntomas, la realidad es que un diagnóstico precoz puede abrir un amplio abanico de oportunidades. Cuanto antes se reconozcan y aborden las discapacidades del desarrollo, mejores serán los resultados tanto para el niño como para toda la familia. Si le preocupan los síntomas, póngase en contacto con el pediatra o el profesional sanitario de su hijo.

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