6 cosas que los adolescentes adoran de la teleformación (y que deberían quedarse)

Han sido casi dos años largos y extraños de aprendizaje para niños y adolescentes durante la pandemia. He mirado una pantalla más de lo que pensaba. Las clases virtuales, las salas de estudio, las horas de oficina, las reuniones de los clubes, los eventos sociales y mucho más han tenido un impacto astronómico en los adolescentes. Los dispositivos que se utilizaban principalmente para el tiempo de ocio coexisten ahora con el tiempo de trabajo escolar. Como la mayoría de los centros educativos de EE.UU. planean centrarse en el aprendizaje presencial para el curso 2021, es importante conocer el impacto del aprendizaje virtual desde la perspectiva de los adolescentes. La experiencia ha tenido tantas ventajas como inconvenientes, y hemos aprendido mucho sobre lo que funciona en educación (y lo que realmente no funciona). Con más de un año de aprendizaje virtual a nuestras espaldas, los adolescentes han descubierto los aspectos positivos. Esto es lo que creo que debería integrarse en las aulas este otoño.

Lo que aprendimos de la educación a distancia 1 . Las clases grabadas ayudan a los niños a retener la información

Hay estudiantes que prosperan en la plataforma en línea tanto como lo harían en persona. Ofrecer la opción de que las clases o las tareas se realicen en línea da cabida a todo el mundo. A los estudiantes les encantaba la flexibilidad que permitía el aprendizaje virtual. Con las clases grabadas, los estudiantes podían retener mejor la información al escucharla dos veces. La posibilidad de hacer una pausa en la clase y tomar notas les permite asimilar mejor la información. Los estudiantes también podían trabajar a su propio ritmo, lo que resultó muy útil para muchos alumnos.

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El aprendizaje virtual no ofrece tiempo de inactividad. Las clases solían ser consecutivas y apenas salía de una antes de tener que entrar en otra. Echaba de menos esos minutos entre clase y clase para ponerme al día con los amigos o quedarme a preguntar algo al profesor. Los adolescentes necesitan descansos y tiempo entre clases para socializar y recalibrar para el curso siguiente. El tiempo típico de descanso entre las campanadas no es lo suficientemente largo como para compensar un año de soledad; las escuelas deberían considerar la posibilidad de añadir un periodo flexible al horario de cada estudiante.

3. Las tareas en grupo son esenciales

Los adolescentes llevan más de un año sin interactuar en persona con sus compañeros. Ofrecer la posibilidad de realizar tareas en grupo más a menudo es una gran oportunidad para que los estudiantes vuelvan a trabajar juntos y practiquen sus habilidades comunicativas.

4. Mantener abierta la comunicación entre profesores y alumnos

En general, durante el aprendizaje a distancia la comunicación con los profesores fue más fácil que nunca. Ampliar las opciones de comunicación para incluir correos electrónicos, chats de vídeo y un sistema de texto sería extremadamente útil en el futuro. Por supuesto, todavía se pueden y se deben poner límites, pero tener opciones de comunicación en lugar de sólo en persona puede ayudar mejor tanto a los estudiantes como a los padres.

5. Deja de premiar la asistencia perfecta

Learning on Zoom desprioriza la asistencia, algo que debería continuar. Los días de salud mental y los viajes deberían celebrarse en lugar de castigarse, y los adolescentes han demostrado que pueden hacer más en menos tiempo de clase. La asistencia no debería afectar a nuestras notas, porque no afecta a nuestro rendimiento.

20 preguntas que te ayudarán a estrechar lazos con tu hijo adolescente 6 . Introduce el tiempo de aprendizaje independiente

Algunas escuelas ofrecían días de trabajo asíncrono para los estudiantes durante el aprendizaje a distancia. No tenían clases formales, pero se les ofrecía tiempo para realizar las tareas escolares. Una vez de vuelta en los edificios escolares, los administradores deben seguir concediendo a los adolescentes tiempo para ponerse al día con las tareas escolares durante el horario lectivo. Varios alumnos participan en programas extraescolares y llegan a casa demasiado tarde para terminar las tareas. Otros no tienen precisamente una vida familiar propicia para hacer los deberes. El tiempo de aprendizaje independiente podría ayudar mucho a los estudiantes y no sólo a los que tienen tiempo en su horario para una sala de estudio.

Mi mensaje a los padres y profesores

Espero que este nuevo año escolar traiga consigo una nueva flexibilidad para que los estudiantes puedan volver fácilmente a las aulas. Apreciamos a nuestros profesores y comprendemos que el año pasado fue difícil para todos los que participaron en nuestra educación. Les damos las gracias por ser nuestro faro de luz durante la pandemia. A nuestros padres: Tened paciencia con nosotros. La escuela es dura, fue más dura durante la pandemia, y será duro para nosotros volver a las aulas. Con vuestra paciencia, tolerancia y apoyo, resistiremos.

Dasia Bandy es una joven militar que acaba de recibir el Premio al Niño Militar del Año 2021 de la Marina de los Estados Unidos. Estudia asuntos internacionales y periodismo en la Universidad George Washington. A Bandy le apasiona educar a los jóvenes sobre la salud integral y crear un entorno para que surjan líderes a través del activismo. Está decidida a marcar la diferencia.

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