El impopular secreto para criar niños felices, según una psicóloga infantil

El impopular secreto para criar niños felices, según una psicóloga infantil

La clave para criar a un niño feliz es permitirle ser infeliz.

Puede sonar contraintuitivo, pero es muy eficaz, dice Tovah Klein, psicóloga infantil y autora del libro "How Toddlers Thrive".

"Todos pensamos que la manera de educar a nuestros hijos para que sean felices es hacerles felices. Pero, en realidad, los niños saben ser felices, encontrar la alegría. No es un sentimiento de todo el tiempo", dice Klein, directora del Barnard College Center for Toddler Development, a CNBC Make It. Barnard es una universidad femenina de la Universidad de Columbia.

A los padres les suele costar aceptar que "los niños pueden estar enfadados, tristes, infelices de alguna manera", añade.

Cuando un niño está disgustado, los padres buscan instintivamente animarlo o distraerlo. Pueden ofrecerles tarta de chocolate o ir al parque a corretear. No hay nada malo en hacer cosas bonitas por los niños cuando no están contentos, pero no siempre se aborda el origen del malestar, dice Klein.

Esto es especialmente cierto cuando el origen parece trivial, como no poder ver otro episodio de televisión o ver la marca "equivocada" de galletas en el plato de postre.

Incluso en esos casos, el niño cree que su reacción negativa es apropiada, y necesita aprender a abordar y gestionar esos sentimientos, algo que no sabe hacer de forma intuitiva, afirma Klein.

Según los expertos, puedes pedir a un niño enfadado que respire hondo e intente expresar sus sentimientos con palabras. O bien, reconocer los sentimientos del niño, aunque tenga que mantenerse firme, con frases como "Ojalá pudiéramos hacer eso. Por desgracia, ahora no podemos", aconseja Klein.

"La fortaleza viene de ser capaz de tener emociones muy intensas, como la ira, [y luego] manejarlas y saber que 'mamá o papá siguen estando ahí para mí, no están enfadados conmigo, no me van a dejar de lado'", dice.

Lo más importante es comprender que las emociones negativas del niño siempre pasarán, salvo que se produzca algún acontecimiento traumático importante. "Suponiendo que su vida vaya bien, van a ser felices", dice Klein.

Los niños que aprenden a gestionar eficazmente sus emociones negativas tienen más probabilidades de desarrollar la resiliencia que necesitarán como adultos de éxito, según demuestran las investigaciones.

El miedo a esos sentimientos negativos puede provocar problemas de conducta a largo plazo, afirma Klein. Los niños pueden avergonzarse de esos sentimientos y tener pensamientos de duda sobre sí mismos del tipo: "Estoy enfadado, debo de ser malo. Debe de haber algo malo en mí".

Precisamente por eso los padres deben aceptar que sus hijos no pueden ser felices todo el tiempo, añade: "Eso es lo más difícil para nosotros como padres: Somos más felices cuando nuestros hijos son felices. ¿Quién no lo sería?".

Este artículo apareció originalmente en CNBC.

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