Comprender la hiperémesis gravídica

Las náuseas y los vómitos durante el embarazo pueden parecer un rito de iniciación. Las náuseas matutinas son de todo tipo, como los embarazos. Pero, ¿qué significa que las náuseas matutinas sean tan intensas que no se pueda retener ninguna cantidad de comida o agua? ¿O cuando pierdes peso en lugar de ganar, y cuando tu salud crea riesgos para el bebé que está creciendo? La hiperémesis gravídica, un trastorno grave que afecta a algunas embarazadas, puede parecer una interminable carrera de obstáculos hacia el parto.

Contenido rápido

¿Qué es la hiperémesis gravídica?

Las náuseas matutinas o náuseas y vómitos del embarazo (NVP) afectan hasta al 80% de las madres embarazadas. Aproximadamente el 2% de las embarazadas padecerán NVP graves o hiperémesis gravídica (HG).1,3

Las náuseas y los vómitos de la hiperémesis gravídica son lo bastante graves como para poner en peligro la salud de la madre embarazada y del bebé en desarrollo. No existen criterios diagnósticos formales para la HG. Es el motivo más frecuente de hospitalización al principio del embarazo y puede ser increíblemente difícil de tratar.1,5

¿Cuál es la causa de la hiperémesis gravídica?

La causa de la NVP y la HG no se conoce bien, pero muchos estudios han sugerido teorías plausibles con pruebas de apoyo.1

Uno de los motivos de estos desagradables síntomas son los cambios hormonales del embarazo. Tras la implantación -cuando un óvulo fecundado se adhiere al revestimiento uterino- se produce un importante cambio hormonal de estrógenos, progesterona y gonadotropina coriónica humana (hCG). La hormona hCG promueve el crecimiento del revestimiento uterino para el embrión en desarrollo y envía señales al cuerpo para que detenga la menstruación.1,6

Los estudios sugieren que este cambio hormonal, especialmente la producción de hCG, podría ser responsable de las náuseas y los vómitos. Aunque todo embarazo debe incluir la producción de hCG, las pruebas han relacionado niveles más altos de hCG con una mayor gravedad de los síntomas de NVP. Las condiciones en las que esto ocurre incluyen:1

    Embarazo de gestación múltiple, como gemelos o trillizos

    Fetos genéticamente femeninos

    Síndrome de Down u otras anomalías cromosómicas

    Embarazo molar, una rara complicación del embarazo caracterizada por el crecimiento anormal de células destinadas a convertirse en placenta que, en su lugar, forman un tumor.

Algunos estudios también sugieren una predisposición genética; la placenta, la bacteria Helicobacter pylori en el estómago, la serotonina y las hormonas tiroideas pueden favorecer los síntomas de NVP y HG.1

Síntomas de la hiperémesis gravídica

Los síntomas de la hiperémesis gravídica son extremos, implacables y pueden afectar significativamente a las actividades cotidianas. Entre los síntomas se incluyen los siguientes:1

    Náuseas y vómitos intensos

    Salivación excesiva

    Acidez o reflujo

    Signos de deshidratación, como sequedad de las mucosas, aceleración del ritmo cardíaco y mareos al ponerse de pie.

    Debilidad muscular

    Cambio en el estado mental

    Los síntomas de la HG son lo suficientemente graves como para provocar cambios peligrosos en la química corporal que pueden tener graves consecuencias1

    Pérdida de peso superior al 5% del peso previo al embarazo

    Cetosis: cuando el cuerpo quema grasa para obtener energía en lugar de azúcar.

    Desequilibrios electrolíticos

    Carencias vitamínicas

    Lesión renal aguda (LRA)

    Arritmias cardíacas

Los efectos adversos de la HG pueden disminuir su calidad de vida y tener un potencial impacto físico y emocional más allá del parto. Las consecuencias de una NVP o HG grave incluyen:3

    Impacto negativo en las relaciones personales, especialmente con su pareja.

    Relaciones profesionales tensas debido a la falta de trabajo

    Lagrimeo e irritabilidad

    Depresión

    Trastorno de estrés postraumático

    Trastornos del sueño

    Recuperación posparto más prolongada

Tratamiento de la hiperémesis gravídica

Si padece HG, es probable que ya haya probado todos los trucos y consejos para combatir las náuseas matutinas de forma natural. Por lo general, la HG requiere un tratamiento más agresivo, como opciones farmacológicas o medicamentosas.7

El tratamiento de la HG pretende disminuir los síntomas y minimizar el riesgo para la madre embarazada y el bebé en desarrollo. El tratamiento depende de la gravedad de los síntomas. Los regímenes de medicación pueden ser un proceso de ensayo y error debido a la falta de pruebas para tratamientos específicos de la HG.7

Opciones de medicación

Los medicamentos durante el embarazo son una preocupación en el tratamiento de la HG. Todos los medicamentos enumerados a continuación pertenecen a la categoría C o inferior:2

    Los antihistamínicos disminuyen la estimulación del centro del vómito del cerebro. Algunos ejemplos son la difenhidramina (Benadryl), el dimenhidrinato (Dramamine) y la meclizina (Antivert).

    Diclegis es un medicamento de venta con receta que es una combinación de succinato de doxilamina y clorhidrato de piridoxina.

    Los antieméticos son medicamentos contra las náuseas y los vómitos, como la clorpromazina (Thorazine), el maleato de proclorperazina (Compazine) y la prometazina (Phenergan).

    Las benzamidas incluyen la metoclopramida (Reglan), un antagonista de los receptores de dopamina y serotonina que disminuye las náuseas y los vómitos.

    Antagonista de los receptores de serotonina, que incluye el ondansetrón (Zofran).

    Los antiácidos como la ranitidina (Zantac) o la famotidina (Pepcid) tienen como objetivo reducir la acidez y el reflujo ácido.

    Los corticosteroides parecen tener un efecto antiemético.8

Hospitalización

Los tratamientos dentro del hospital pueden incluir:2

    Los líquidos intravenosos se administran a través de una vía intravenosa en caso de deshidratación grave o cetonuria y para corregir los desequilibrios electrolíticos.

    La alimentación enteral por sonda y la nutrición parenteral total pueden ser necesarias si la terapia intravenosa inicial es ineficaz y persiste un déficit calórico.

¿Cuánto dura la hiperémesis gravídica?

Los síntomas de la hiperémesis gravídica pueden comenzar a las cuatro semanas de gestación y durar hasta las 16 ó 18 semanas de embarazo. Pero los síntomas también pueden durar más e incluso prolongarse hasta el parto.2

¿La hiperémesis gravídica perjudicará a mi bebé?

Aunque la NVP se asocia a un menor riesgo de resultados adversos para el bebé, los estudios han demostrado que quienes padecen HG tienen un mayor riesgo de:1,4,5

    Retraso del crecimiento intrauterino (RCIU) o crecimiento deficiente del bebé en el útero

    Bajo peso al nacer, probablemente debido a malnutrición materna.

    Nacimiento prematuro

    Puntuación de Apgar baja

Es esencial que colabore con su personal sanitario para encontrar un tratamiento que minimice los síntomas y proteja su salud y la de su bebé. Su equipo sanitario estará atento para vigilar los síntomas, proporcionar apoyo nutricional, controlar los síntomas y fomentar el bienestar psicológico.

Saber que las náuseas matutinas pasarán no reconforta mucho cuando se padecen náuseas y vómitos durante el embarazo, por no hablar de la hiperémesis gravídica. Crear vida dentro de tu cuerpo es un viaje asombroso, pero no exento de tribulaciones. Encontrar el equipo sanitario adecuado y crear un plan de tratamiento que proporcione alivio es posible e imprescindible.

Fuentes
1. https://www.ncbi.nlm.nih.gov/3676933/
2. https://www.ncbi.nlm.nih.gov/5107351/
3. https://www.ncbi.nlm.nih.gov/2990891/
4. https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/36924660/
5. https://www.ncbi.nlm.nih.gov/532917/
6. https://my.clevelandclinic.org/22489
7. https://my.clevelandclinic.org/12232
8. https://www.ncbi.nlm.nih.gov/7586399/
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