Cómo enseñar a sus hijos a ser más optimistas

¿Algún niño se queja de algo? ¿Por ejemplo, porque su amigo tiene una bicicleta mejor o porque otros niños siempre ganan premios o quedan primeros en las competiciones? Quizá se enfadan con facilidad cuando las cosas no salen como ellos quieren. Aunque a veces es normal centrarse en las cosas que no tenemos o en cómo las cosas no han salido según lo planeado, hay algo que decir para aprender a ser más optimista y ver el lado positivo.

Ser optimista es una actitud de esperanza, confianza en poder tener éxito y ser capaz de imaginar o visualizar un futuro positivo. Una persona optimista ve los retos como algo temporal o como oportunidades de aprendizaje y crecimiento, más que como situaciones inmanejables o negativas. El optimismo está relacionado con mejores habilidades de afrontamiento, una mayor capacidad para persistir cuando las cosas se ponen difíciles, menos estrés y una mejor salud física y mental.1,2

13 maneras de enseñar a tus hijos a ser más optimistas

¿Cómo podemos inculcar el optimismo a nuestros hijos? ¿Cómo podemos hacer que piensen en lo positivo y en lo que SÍ tienen, en lugar de en lo que les falta, les sobra o les supone un reto?

Aquí tienes 13 maneras de enseñar a tu hijo a ser más optimista.3,4,5,6

1. Modelar un comportamiento optimista

Nuestros hijos nos observan en busca de pistas sobre cómo responder a las cosas, incluido el optimismo. ¿Cómo gestionas los contratiempos? ¿Qué tipo de autoconversación utilizas? Nuestros hijos toman nota de todas estas cosas y determinan cómo responden.

2. Reformula las situaciones para que sean optimistas

Si les sorprendes centrándose en lo negativo, intenta que consideren otras cosas. Por ejemplo, si han perdido una carrera, ¿puedes hacerles pensar en lo mucho que han trabajado para terminarla? ¿O que lo hicieron mejor que el año pasado? Haz que se replanteen las cosas y que busquen cosas neutras o incluso positivas para salir de una situación difícil.

3. Desafía los pensamientos negativos

Si le sorprendes teniendo un pensamiento negativo o poco realista sobre algo, ¡desafíalo! Diciendo cosas como "nunca gano" o "no se me da bien hacer amigos" puedes rebatirlas con ejemplos del pasado en los que ese pensamiento simplemente no se sostiene.

4. Mantenga la calma

Si su hijo es pesimista, es posible que esté tomando ejemplo de cómo responde usted a las cosas. Así que fíjate en cómo respondes cuando pierden o se enfrentan a algún tipo de desafío e intenta reducir algunas de tus emociones ante estas situaciones. Si eres optimista, es probable que tu hijo te imite.

5. Fomente las afirma ciones diarias

Cuando se practica algo con suficiente frecuencia, se convierte en un hábito. Por lo tanto, pídeles que hagan una afirmación o una declaración diaria sobre lo que quieren conseguir del día o cómo van a afrontarlo. Puede ser algo como: "Puedo con las cosas difíciles" o "Soy capaz de enfrentarme a XYZ". Esto hará que piensen en lo que quieren o pueden hacer en lugar de centrarse en lo que quieren evitar.

6. Practique una actitud de gratitud

Al igual que las afirmaciones, la gratitud diaria tiene el potencial de cambiar la forma en que su cerebro piensa automáticamente sobre las cosas. Si lo practican con suficiente frecuencia, llegarán a ver automáticamente lo bueno en lugar de los problemas. Así que proponte el reto familiar de reflexionar sobre una cosa por la que estés agradecido cada día. No tiene por qué ser algo grande; a veces, estar agradecido por las cosas pequeñas es incluso mejor.

7. Conecta con sus sentimientos

Identifica el sentimiento que subyace a su pesimismo. Cuando conozca el sentimiento, podrá ofrecerle estrategias eficaces para ayudarle a afrontarlo. También se sentirán vistos, escuchados y reconocidos cuando intentes conocer cómo se sienten. Esto les hace sentirse conectados y seguros y les proporciona un buen espacio para sentirse optimistas sobre las cosas.

8. Utilice frases de superación

Comparta con su hijo su convicción de que puede y conseguirá superar las cosas. Cuando usted le dice: "Creo en ti" o "Tú puedes", su hijo se siente reforzado y empieza a interiorizar estas frases. Si lo hace con suficiente frecuencia, podrá recordar estas frases (y cómo le hacen sentir) en momentos difíciles.

9. Déle espacio

No se apresure a arreglar las cosas por su hijo. Esto puede venir de un lugar maravilloso de querer proteger a su hijo, pero accidentalmente puede socavarlos o mostrar que usted no cree que puedan manejar las cosas. Así pues, dale espacio y la oportunidad de abordar los problemas o retos por sí mismo. Puedes seguir apoyándoles y cuidándoles, pero primero dales la oportunidad de hacerlo por sí mismos. Les da confianza saber que son capaces de manejar las cosas y superarlas, demostrando que son capaces.

10. Practica la resolución de problemas para fomentar una perspectiva optimista

Ayúdales a resolver problemas. En lugar de limitarse a ver un problema, ¿pueden plantearse qué necesitan para abrirse camino? ¿Han suspendido un examen? ¿Qué podrían hacer la próxima vez? ¿Qué les impidió estudiar? ¿Cómo podrían reducir las barreras que les impedían estudiar?

11. Escriba sobre sentimientos positivos y optimistas

Algunas investigaciones nos dicen que escribir cuando experimentamos sentimientos y pensamientos positivos ayuda a mejorar el optimismo, disminuye los sentimientos de angustia y aumenta el bienestar general.5

12. Recuérdales que los contratiempos son temporales

En medio de una crisis o desafío, puede parecer que las cosas son abrumadoras y que nunca mejorarán. Recuérdale las veces que las cosas mejoraron y que lo mismo ocurrirá esta vez. Todo irá bien y las cosas se arreglarán.

13. Enséñale autocuidado

Incluso las cosas temporales pueden ser un reto. Enseña a tu hijo a gestionar su malestar con el autocuidado. ¿Qué les hace sentirse felices o tranquilos? Anímale a ello y desarrolla sus habilidades para cuidarse cuando se sienta deprimido o atascado.

Aprender a ser más optimista no sucede de la noche a la mañana, pero sucederá. Intente cambiar la forma en que usted y su familia ven los retos de la vida, elogie los esfuerzos de su hijo cuando se muestre resiliente y capaz y asegúrese de centrarse en los esfuerzos de su hijo más que en el resultado. Pensar en positivo puede ayudar a su hijo a prestar más atención a las cosas buenas de la vida; le ayuda a sentirse más feliz y relativiza los retos de la vida.

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