Por qué a algunos padres no les gusta el término "bebé arco iris

Por qué a algunos padres no les gusta el término

Teresa Mendoza llevaba un día de retraso cuando se enteró de que su hija había muerto.

Tras 24 horas de un parto que fue mental, emocional y físicamente agotador, Mendoza conoció a su hija.

"Tenía el pelo oscuro, los dedos largos y los pies grandes, nos gusta pensar que habría sido bailarina", recuerda Mendoza. "Nuestras familias pudieron estar allí, conocerla y abrazarla, celebrar su existencia y llorar su muerte hasta que nos despedimos".

¿Qué es un bebé arco iris?

Mendoza escuchó la frase "bebé arco iris" en la reunión posterior de un grupo de apoyo local.

El término bebé arco iris describe a los niños nacidos tras un aborto espontáneo, un mortinato o la muerte de un niño: Son como un hermoso arco iris después de una tormenta.

El término no le sienta bien a Mendoza.

"Al referirnos a ella como oscuridad o tormenta, parecía que nos centrábamos estrictamente en su muerte y no en su vida real", explica Mendoza.

Embarazada de su cuarto hijo, Mendoza explica que la referencia a la tormenta y al arco iris quizá no sea la mejor imaginería para describir la pérdida de un embarazo o de un bebé.

"El embarazo y la pérdida de bebés ya están muy estigmatizados y envueltos en familias que se sienten aisladas y presionadas para 'seguir adelante'", dice. "Mis hijos son hermanos. Uno de ellos ha muerto y los otros están vivos. No siento la necesidad de llamar a su existencia otra cosa que no sea que son hermanos de su hermana y ella es su hermana."

En la comunidad del aborto espontáneo y la pérdida del embarazo, el término bebé arco iris es muy utilizado, pero no todos los padres adoptan este título.

Meg Konig, fotógrafa y madre de Colorado, escuchó el término por primera vez poco antes de perder a su hija Hope. Cuando dio a luz a su hijo, Everett, después de la pérdida, Konig dice que no estaba "enamorada" de la idea de llamar a su recién nacido bebé arco iris, en parte porque no quiere definir a Everett en relación con Hope.

<img src="/pics/2023/08/por-que-a-algunos-padres-no-les-gusta-el-termino-bebe-arco-iris-0.jpg" alt="Por qué a algunos padres no les gusta el término "bebé arco iris"><figcaption class="caption styles_caption__Pe5JC">"Cuando pienso en perder a Hope y luego en tener a nuestro hijo Everett pienso en ello como dos acontecimientos separados", compartió Meg Konig. Sara L. Price Photography </figcaption><p>"Para mí, el término se alineaba con la idea de que no habríamos 'intentado tener otro bebé' si hubiéramos tenido un parto exitoso con nuestro embarazo anterior", dice Konig. "Han pasado muchos años desde nuestro aborto espontáneo, pero cuando pienso en perder a Hope y luego en tener a nuestro hijo Everett, lo veo como dos acontecimientos distintos".

Konig publicó sus pensamientos en un ensayo en el Colorado Springs Moms Collective y descubrió que no era la única a la que le incomodaba el término.

Su bebé Hope no fue "una especie de acontecimiento tumultuoso que tuviéramos que superar", escribió Konig. Ella no fue la tormenta: "Queremos recordarla a ella, a ella misma, como el arco iris".

La madre de cuatro hijos se hizo eco de la sensación de Mendoza de que existe presión para "superar" o "seguir adelante" tras una pérdida. Las tormentas pasan y luego aparece el arco iris. La pérdida no se aclara como lo hace una tormenta.

"La pérdida no se puede comparar ni medir. La pérdida de Hope me afectó profundamente y tuve que superarla durante mucho tiempo", explica. "La cronología del duelo varía según cada persona, y no había un gran libro de reglas ni un calendario para el duelo".

Tanto Mendoza como Konig mencionan la importancia de reconocer sus emociones.

"Sentarse a contemplar la tristeza, reconocerla y trabajar para superarla permite una enorme sanación y conexión", afirma Mendoza. "Siempre faltará alguien, y la profunda nostalgia y tristeza que siento por ello son emociones aceptables. Algunas cosas no necesitan un giro positivo".

Noticias relacionadas