¿Tienes un hijo malhumorado o se trata de un trastorno negativista desafiante?

Es normal que a veces los niños sean irritables, malhumorados y francamente obstinados. Sin embargo, el término "trastorno negativista desafiante" (TOD) es cada vez más conocido, y muchos padres quieren saber si su hijo tiene TOD o si su actitud desafiante entra dentro del ámbito normal del comportamiento infantil. Es importante señalar que el TOD en los niños es una afección propia y diagnosticable que afecta significativamente a su comportamiento. No es lo mismo que la típica actitud desafiante, no escuchar, perder los estribos o estar de mal humor.1 Entonces, ¿cuál es la diferencia y cómo puede apoyar a su hijo si cree que puede tener TOD?

Contenido rápido

¿Qué es el TOD?

El trastorno negativista desafiante es un trastorno de comportamiento perturbador que se produce en la infancia y suele implicar dificultades para controlar y regular las emociones y los comportamientos. Sin embargo, primero es esencial entender el significado de desafiante, que es crucial para comprender el TOD. El desafío se describe como una resistencia o desobediencia abierta, especialmente contra la autoridad.2

Ahora, puede que estés pensando: "Sí, ese es mi hijo. Es un desobediente". Sin embargo, en el caso de los niños diagnosticados de trastorno negativista desafiante, no se trata simplemente de replicar o negarse a cumplir peticiones o instrucciones de forma ocasional. Se trata de un patrón frecuente y regular de estos comportamientos durante un largo período.3 Para los niños con TOD, su comportamiento puede causar dificultades en muchas áreas, incluyendo el rendimiento en la escuela, la vida cotidiana y la capacidad de hacer y mantener amistades y relaciones con los miembros de la familia.4

Síntomas del Trastorno de Oposición Desafiante

La característica principal del TOD es un patrón de comportamientos en niños o adolescentes que son irritables, discutidores y desafiantes. Se pueden observar agresiones o rabietas inapropiadas para la edad y el nivel de desarrollo del niño. Algunos niños también pueden mostrar un nivel de venganza hacia otras personas. 4 Otros comportamientos a tener en cuenta pueden ser:3

    Usar palabras malsonantes

    Tener una actitud airada

    Culpar a los demás de su comportamiento/mal comportamiento

    Negarse a cumplir instrucciones o peticiones

    Normas de interrogación

    Sentirse fácilmente molesto con los demás

    En busca de venganza

También es importante comprender que el trastorno negativista desafiante coexiste con otros diagnósticos. Puede haber cierto cruce o similitud en los síntomas, por lo que es vital buscar el apoyo de un profesional de la salud mental debidamente cualificado si se está planteando que su hijo reciba apoyo o un diagnóstico. Otros diagnósticos que pueden coexistir con el TOD son la ansiedad y los trastornos del estado de ánimo.5 Mientras que otras afecciones que pueden presentar síntomas superpuestos son el trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH) y el autismo.5,6

Causas y factores de riesgo del TOD

Desafortunadamente, no existe una causa aparente para el TOD. Sin embargo, algunas investigaciones indican que existe una alta probabilidad de que sea hereditario, ya que el TOD u otros trastornos de la conducta pueden agruparse o darse juntos en las familias.7 Aunque los investigadores no saben exactamente qué lo causa, las investigaciones tienden a analizar los factores de riesgo relacionados con las conductas disruptivas (no específicamente con el TOD) y a identificarlos como biológicos o ambientales.8

Un factor de riesgo no significa necesariamente que alguien vaya a desarrollar un trastorno/condición, pero sí indica un aumento de las probabilidades de que se desarrolle. Algunos factores de riesgo asociados al TOD pueden ser:8,9

    Deficiencias nutricionales prenatales

    Consumo prenatal de sustancias

    Consumo de nicotina por parte de los padres

    Retrasos en el desarrollo

    Apego inseguro o crianza insensible, incluida la falta de estructura (sin embargo, también hay que señalar que los entornos de apoyo y los estilos de crianza seguros/responsivos pueden ser un factor de protección para el TOD).

    Problemas psicológicos o de salud mental de los padres, en particular agresividad materna o castigos severos.

    Cuestiones sociales como la pobreza y la violencia comunitaria

    Problemas con los compañeros, como rechazo o intimidación

Diagnóstico del trastorno negativista desafiante

El TOD puede ser bastante complicado de diagnosticar porque muchos de sus síntomas se entrecruzan con otros diagnósticos, por lo que es fundamental contar con el apoyo de un profesional si está pensando en buscar un diagnóstico para su hijo. El TOD se diagnostica mediante el Manual Diagnóstico y Estadístico (quinta edición), y los criterios incluyen al menos cuatro síntomas, que deben haber estado presentes la mayoría de los días durante al menos seis meses. Tienen que demostrar un patrón de ira, humor irritable, comportamiento discutidor o desafiante, o ser vengativos. Entre los síntomas se incluyen los siguientes:1

    A menudo pierden los estribos

    Es susceptible o se enfada con facilidad

    Se siente enfadado y resentido

    Discute con las figuras de autoridad

    Rechaza o desafía activamente las normas o peticiones de figuras de autoridad/adultos.

    Molesta deliberadamente a los demás

    Culpa a los demás de sus errores

    Ha demostrado un comportamiento rencoroso o vengativo al menos dos veces en los últimos seis meses.

Un diagnóstico debe incluir alguna prueba de deterioro o angustia (incluso en la propia persona, su familia, compañeros, etc.) o de que se produce un impacto negativo en el funcionamiento social, educativo o en otras áreas. Un diagnóstico también se calificará en términos de gravedad:1

    Leve (los síntomas sólo se producen en un entorno)

    Moderado (los síntomas aparecen en al menos dos entornos)

    Grave (los síntomas aparecen en tres o más escenarios)

Es importante señalar que, aunque no existen diferencias aparentes entre los sexos en cuanto a la frecuencia con que se diagnostica el TOD en las niñas y en los niños, la forma en que expresan sus síntomas puede ser diferente. Los chicos suelen presentar síntomas como culpar a los demás o molestar deliberadamente a los demás y tienden a tener trastornos coexistentes como el TDAH y problemas en la escuela. Es más probable que las chicas presenten síntomas o diagnósticos asociados a la ansiedad y la depresión.10

Posibles tratamientos para el trastorno negativista desafiante

Cuando busque tratamiento para su hijo, recuerde que sus comportamientos son un síntoma de su diagnóstico y que no son desafiantes a propósito. Si su hijo padece TOD (o se sospecha que padece TOD), es esencial que busque orientación profesional, ya que ellos pueden analizar cómo los comportamientos de su hijo repercuten en áreas de su vida y ofrecerle recomendaciones de tratamiento o apoyo específicos para el trastorno. Los tratamientos típicos, cuya eficacia ha sido ampliamente demostrada, incluyen:11

    Terapia: incluye terapia cognitivo-conductual, terapia dialéctico-conductual y terapia familiar.

    Regulación emocional y habilidades de afrontamiento - incluyendo estrategias prácticas para ayudarles a controlar la ira, la irritación, la frustración y otras emociones fuertes y aprender a hacer frente a los desafíos.

    Formación y apoyo a los padres: se centra en cómo criar a un niño con TOD e incluye aspectos como el apoyo constante al niño, el establecimiento de límites, la gestión de las rabietas o los comportamientos perturbadores y el desarrollo de una relación positiva entre padres e hijos.

    Formación en habilidades sociales

    Medicación: no suele ser la primera opción, pero puede recetarse si el niño tiene otros diagnósticos concurrentes que se tratan mejor con ella.

Ayudar a tu hijo con trastorno negativista desafiante puede ser todo un reto. Aunque no adopte estos comportamientos a propósito, a usted no le resultará fácil. Por eso, es esencial buscar el apoyo de profesionales de la salud para explorar un diagnóstico y un plan de tratamiento. Pero no olvides cuidar también de ti mismo. Asegúrate de contar con tu apoyo (autocuidado, comer bien, mantenerte en forma y sano, apoyo social, o incluso buscar asesoramiento o apoyo más formal de tu profesional sanitario) para que puedas estar en el mejor espacio posible para apoyar a tu hijo con TOD.

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