Si quiere criar hijos compasivos, los expertos dicen que evite estos errores

Desde el primer momento en que tuviste a tu bebé en brazos, has querido protegerlo. Protegerle del mal y enseñarle lo que está bien y lo que está mal. También ha querido celebrar sus mejores momentos, guiarles en los peores y animarles a ser la mejor versión de sí mismos cuando salgan al mundo por su cuenta. Y si quieres criar niños compasivos, hay algunas cosas que debes evitar.

Gran parte de nuestra forma de criar a los hijos está influida por nuestra educación, por lo que es esencial dedicar tiempo a reflexionar sobre los patrones que pueden no estar sirviendo ni a nuestros hijos ni a nosotros mismos. Sigue leyendo para aprender métodos sencillos y sin complicaciones que puedes incorporar a tu estilo de crianza si quieres criar a un niño cariñoso, atento y compasivo.

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Learn to Be Mindful of Your Behaviors

Antes de aprender sobre las formas más eficaces de inspirar compasión en nuestros hijos, debemos mirarnos en el espejo y reconocer las formas en que podemos contribuir, sin saberlo, a un comportamiento negativo. Uno de los mayores errores que la Dra. Samantha Kohn, psicóloga licenciada, ha observado a lo largo de su carrera es que los padres no son más conscientes de sus propios comportamientos y actitudes. "Incluso lo que consideramos pequeños comportamientos cotidianos, como decir 'por favor' y 'gracias' o mantener una puerta abierta, especialmente con los miembros de nuestra propia casa, a menudo se pasan por alto", explica la Dra. Kohn. "Nos volvemos demasiado informales y familiares con nuestros hijos o familiares y nos olvidamos de ser respetuosos con los demás".

El Dr. Kohn trabaja para ayudar a niños, adolescentes y adultos jóvenes a gestionar problemas de conducta y crear entornos emocionalmente sanos.

Es útil identificar los problemas a medida que se reconocen los patrones y se crean nuevos hábitos saludables en familia. Si sus hijos muestran constantemente los siguientes comportamientos, podría indicar que su empatía no está bien desarrollada. O puede que necesiten apoyo para aumentar su alfabetización emocional:

    Su hijo expresa poco interés por los sentimientos de los demás.

    Les cuesta identificar las emociones en sí mismos y en los demás y regular o gestionar los grandes sentimientos.

    Su hijo rechaza o no puede consolar a los amigos que lo necesitan.

    Su hijo es demasiado crítico.

    Su hijo tiene dificultades para disculparse o aceptar la responsabilidad de su comportamiento.

    Su hijo no expresa gratitud a los demás.

Errores que hay que evitar al criar niños compasivos

Éstos son los cuatro principales errores de crianza que hay que evitar para criar a un niño compasivo:

1.

Como padres, debemos recordar que nuestros hijos aprenden observándonos. Mostrar una actitud negativa o intolerante hacia los demás (independientemente del entorno social) puede normalizar comportamientos increíblemente perjudiciales para el modelo. Por ejemplo, un padre puede dar ejemplo de amabilidad y comprensión en lugar de mostrarse impaciente y duro con el dependiente de una tienda que ha cometido un error diciendo: "No pasa nada. Todos cometemos errores a veces".1

Los padres deben tener en cuenta cómo tratan a sus hijos y cómo se relacionan con los demás en su entorno. Nuestros hijos siempre nos están observando, así que debemos enmarcar las interacciones en formas que queramos que reproduzcan para ayudarles a ser compasivos.

2. Centrarse sólo en los sentimientos de su hijo

Por supuesto, todos los padres quieren fomentar la fortaleza y una alta autoestima, pero nunca debe ser a costa de los demás. Al enfrentarse a un conflicto entre iguales, los padres pueden centrarse en los sentimientos de su hijo y no en cómo pueden sentirse o verse afectados los demás en la situación. Es esencial reconocer y validar las emociones de nuestros hijos y, al mismo tiempo, ayudarles a comprender las emociones de los demás.2

Reforzamos la empatía, la comprensión y la consideración hacia los demás dando cabida a perspectivas alternativas. Puede ayudar a su hijo haciéndole preguntas cuando lea un libro o vea la televisión y haciéndole reflexionar sobre cómo se sienten los demás, como por ejemplo: "Sus amigos no estaban compartiendo. ¿Cómo crees que se sentían?". Y enseñándoles cómo son las diferentes expresiones faciales para ayudarles a descifrar los sentimientos. Puedes hacerlo mostrándoles en un espejo un sentimiento (un ceño fruncido o fruncido exagerado para la ira, etc.) y utilizar el espejo para que copien o igualen tu cara o encontrar algunos impresos e imágenes de Internet de diferentes expresiones faciales emocionales.

3. Recompensar un comportamiento excesivamente competitivo

Incluso con las mejores intenciones, los padres pueden recompensar accidentalmente un comportamiento problemático que no fomenta la compasión. Esto no significa que debas dejar de celebrar o felicitar a tu pequeño por haber marcado un golazo o un golazo en el partido del sábado. Es beneficioso que los padres reconozcan y alaben los logros de la infancia, pero el Dr. Kohn advierte del peligro de aplaudir comportamientos demasiado competitivos o centrados en ganar sin tener en cuenta a los demás. Esta mentalidad puede desarrollar una actitud indiferente hacia los compañeros de su hijo. Es fundamental enseñarles a ganar y a perder con amabilidad, reflexionando sobre cómo podrían sentirse los demás al perder y centrándose en sus esfuerzos más que en el resultado o en ganar.3

4. Asociar sensibilidad con debilidad

Generaciones de padres han reforzado en sus hijos expectativas tóxicas específicas de género. En lugar de que las niñas asertivas se sintieran empoderadas, se las regañaba por ser mandonas. Durante muchas décadas, el mantra "los niños no lloran" se coló en todos los rincones de la masculinidad, lo que provocó que muchos hombres reprimieran y atrofiaran su desarrollo y expresión emocional. Los padres disuaden a sus hijos de expresar sus sentimientos percibiendo la sensibilidad como un signo de debilidad. Por el contrario, los padres deberían dejar espacio para que los niños muestren sensibilidad y sean conscientes de las emociones o actitudes de quienes les rodean.4

Métodos para ayudar a criar niños compasivos

Una vez que reconozca las formas en que sus palabras o acciones pueden herir más que ayudar a sus hijos a desarrollar la compasión, intente practicar estos métodos fáciles de implementar en familia:

Fomente la empatía

Los niños compasivos suelen tener un gran sentido de la empatía. A menudo, la capacidad de comprender pensamientos, sentimientos y experiencias desde otra perspectiva es una habilidad que se desarrolla a largo plazo, por lo que su hijo nunca es demasiado pequeño para empezar a aprender.5

"Es importante que los padres modelen y fomenten constantemente la empatía en sus hijos", explica el Dr. Kohn. "Esto puede hacerse a través de interacciones cotidianas, como tomarse el tiempo para preguntar a su hijo sobre sus sentimientos, o preguntar sobre los sentimientos de otra persona, ya sea una persona real o incluso un personaje de la televisión o de una película."

Echar una mano

Los padres deben fomentar continuamente los comportamientos de ayuda de sus hijos. Incluso un pequeño reconocimiento, como dar las gracias a su hijo por ayudarle a fregar los platos o a poner la mesa para la cena, puede influir significativamente en la forma en que su cerebro considera un comportamiento específico.

"Exponerles a oportunidades de acudir en ayuda de los demás, como el voluntariado en un refugio de animales o en una despensa de alimentos, es una forma estupenda de ayudarles a desarrollar la compasión", sugiere el Dr. Kohn. Al dar prioridad a una actividad de voluntariado dentro de su horario familiar, reforzará el valor de ayudar a los demás y crear un fuerte sentido de comunidad.

Practicar la gratitud

Los retos de la vida y las distracciones diarias pueden entorpecer la práctica de la gratitud, incluso en la edad adulta. Sin embargo, incorporar esta táctica de atención plena a nuestras rutinas nos convierte en personas más sanas y felices.6 Entonces, ¿qué puede hacer la gratitud diaria por los niños? Si dedicamos unos minutos al principio o al final del día a conversar con nuestras familias sobre aquello por lo que estamos agradecidos, podemos animar a nuestros hijos a desarrollar hábitos significativos que podrán mantener en la edad adulta. Los niños mayores pueden incluso probar a llevar un diario de agradecimiento para tener un lugar dedicado a escribir sus sentimientos y pensamientos. También es una forma estupenda de abordar la adversidad en lugar de rehuir los temas difíciles. "A medida que los niños crecen, los padres pueden hacerles conscientes de la desgracia ajena sin juzgarlos y explorar sus sentimientos al respecto", dice el Dr. Kohn.

No hay una única forma de ser padres ni una personalidad universalmente "perfecta" a la que moldear a nuestros hijos. Pero podemos seguir algunas pautas para enseñar a nuestros hijos a ser amables en lugar de indiferentes: niños compasivos que entran en acción para ayudar a un compañero en apuros en lugar de acumular sus problemas. Al criar niños compasivos, los padres pueden ayudar a sus hijos a alcanzar los hitos emocionales y físicos esperados, a participar adecuadamente en el mundo social que les rodea y a ser capaces de afrontar los retos de la vida. Cuando los niños experimentan un bienestar mental positivo, también experimentan una buena calidad de vida. Pueden funcionar bien y relacionarse con las personas y el mundo que les rodea, ya sea en la familia, en el entorno educativo o en la comunidad.

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