El cuidado de niños que sufren bullying

El cuidado de niños que sufren bullying

El papel de los padres en el cuidado de los niños que sufren bullying es fundamental tanto si tu hijo es el acosador como el acosado, aunque abordar el problema del acoso escolar en cualquiera de los dos casos no es tarea fácil.

Si tu hijo es víctima del bullying es muy importante establecer una canal de comunicación y confianza en el que se sienta cómodo para hablar con vosotros acerca de lo que está viviendo. Siempre debéis transmitirle que no es culpable de la situación y que haréis todo lo que esté en vuestra mano para ayudarle.

Para empezar, investiga en detalle lo que está ocurriendo. Escúchale y deja que se desahogue porque sería mucho peor que no lo hiciera. Hacedle sentir que está arropado y que estáis ahí para apoyarle.

El segundo paso que debéis tener en cuenta en el cuidado de niños que sufren bullying es contactar con su profesor o tutor o directamente con la dirección del colegio para alertarles de lo que está ocurriendo y exigir cooperación en la resolución de los hechos.

Aunque veas que tu hijo está sufriendo, no le estimules para que se muestre agresivo o afloren sentimientos de venganza porque sólo empeoraría la situación. En función de la gravedad, tal vez tengáis que contactar con un abogado y con un psicólogo para que os ayude a superar cuanto antes el trauma que puede suponer sufrir acoso escolar.

Si tu hijo es el acosador, aunque a veces a los padres nos resulte difícil reconocer algo negativo de nuestros hijos de cara a los demás, también deberás contactar directamente con la escuela para resolver de forma inmediata el problema. Jamás utilicéis la violencia, entre otras razones, porque no es el mejor ejemplo para los niños.

Para canalizar la situación de la mejor forma posible, investiga por qué tu hijo acosa a algún compañero, habla con sus profesores, vigila las actividades que realiza y los amigos que le rodean, ayúdale a canalizar su frustración o sentimientos negativos a través de la práctica de algún deporte y, sobre todo, déjale claro que la actitud de acosador no está permitida en la familia y que, en caso de que continúe, tiene unas consecuencias.

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