Juegos educativos para los niños: la importancia del juego para aprender un idioma

El juego para aprender un idioma

Así como hace unos años aprender una lengua extranjera era uno de los objetivos que empezaban a plantearse en la educación primaria, de un tiempo a esta parte, no sólo se ha establecido como uno de los objetivos en muchas escuelas infantiles, sino que para algunos padres es una de sus principales preocupaciones y, en algunos casos una obsesión. Vemos a continuación cómo afecta aprender una segunda lengua en el desarrollo y cómo los juegos educativos para los niños son la mejor forma para aprender un idioma.

La mayoría de los profesores coinciden en que, para ayudar a los niños a adquirir una lengua nueva, es necesario utilizar el juego como método de aprendizaje. Estos juegos educativos para los niños pueden consistir en jugar, cantar, actuar… De esta manera el conocimiento de la nueva lengua se fija en la mente de los alumnos sin que haga falta describir las estructuras o la gramática. Es un método mucho más efectivo ya que les resulta muy divertido.

Según varios estudios, los niños son altamente susceptibles a la lengua antes de los 12 años, pero esto no significa que el cerebro esté lo suficientemente desarrollado para procesar los idiomas y entender su estructura y composición según las reglas gramaticales.  Los obstáculos y complicaciones con los que un niño puede encontrarse a la hora de aprender un nuevo idioma, pueden afectar en su motivación y deseo de seguir estudiándola, por eso es tan importante que los juegos educativos para los niños se conviertan en una estrategia de aprendizaje. La curiosidad, la imaginación, la espontaneidad y la motivación son muy importantes en el proceso de aprendizaje. Para que se den y se desarrollen estas circunstancias es importante usar rimas, cantos, canciones…. Para que tengan ganas de jugar (y, por lo tanto, aprender) con una nueva lengua.

Por otro lado, también hay diferentes opiniones acerca de las ventajas y desventajas de comenzar a introducir una lengua extranjera desde bebés. Es cierto que cuando se ha escuchado un idioma desde pequeño, la capacidad para aprenderlo e interiorizarlo es muy grande, sobre todo, si es la lengua materna o paterna. Pero también existen algunas desventajas como el retraso del habla. Según los expertos, los niños bilingües comenzaron a hablar más tarde que los que sólo conocen un idioma durante los primeros años de vida. Por otro lado, una regla básica que recomiendan los especialistas en caso de querer utilizar dos o más lenguas a la vez con los niños es “one language, one person”, es decir, para evitar que se hagan un lío, lo correcto es que tomen de referencia siempre a la misma persona. Por ejemplo, si papá le habla en inglés, que siempre sea él quién lo hace y mamá en español. Utilizar en casa los juegos educativos para los niños con el objetivo de adquirir una lengua extranjera también resulta imprescindible en el aprendizaje. Y, sobre todo, como padres, no obsesionarse con la adquisición de los conocimientos y de los idiomas durante la etapa infantil porque, aunque por supuesto es muy importante, en esta etapa hay otros aspectos que los son aún más como el desarrollo de su autoestima, autonomía y personalidad.

En cualquier caso, debes tener en cuenta que existen numerosos mitos y mentiras acerca de la adquisición de un segundo idioma en la etapa infantil. Te contamos cuáles son, para que los tengas claro y tomes la decisión correcta en función de las características de tus hijos.

Aunque los peques empiecen desde bebés a oír una segunda lengua, el camino hacia el bilingüismo no es una tarea fácil. Muchos padres de familia se desaniman porque creen que aprender más de un idioma puede confundir a sus hijos, pero ésta es una de las mentiras más comunes. Según la autora de Raising a Bilingual Child, Bárbara Zurer, los bebés son capaces de diferenciar varios idiomas incluso apenas unos días después de haber nacido, y esta capacidad se desarrolla aún más a partir de los seis meses, sobre todo, con idiomas que son totalmente diferentes.

Además, según los últimos estudios, no sólo la adquisición de varios idiomas desde una edad muy temprana no confunde a los pequeños, sino que les hace personas más flexibles a la hora de pensar.

más flexibles a la hora de pensar

Otro de los mitos respecto al bilingüismo, es que provoca retrasos en el habla. Aunque es cierto que puede darse en algunos peques, el retraso es temporal y, según los expertos, no es una regla general. A muchos padres les preocupa el desarrollo del habla de sus hijos bilingües, pero antes de tirar la toalla, es importante conocer cuáles son las verdaderas causas de ese retraso, porque, tal vez, no tengan nada que ver con la adquisición de una segunda lengua.

La mezcla de los dos idiomas por parte de los niños bilingües también es otra de las preocupaciones de los padres. Para los expertos, no sólo mezclar idiomas es inevitable e inofensivo, sino que es algo que sucede con total normalidad ya que, hasta que manejan ambos con soltura, existe un idioma que predomina sobre el otro, pero esta mezcla es algo temporal que desaparece en cuanto los niños adquieren más vocabulario. Aunque, por otro lado, todas las personas bilingües de cualquier edad mezclan ambos idiomas. Un ejemplo es el Spanglish.

Para algunos padres, el problema del bilingüismo reside en la edad a la que se empieza a enseñar una segunda lengua. En ocasiones les parece demasiado tarde y, otros, en cambio, piensan que durante la etapa infantil es demasiado pronto. Según los expertos, hasta los 10 años, un niño es capaz de llegar a ser bilingüe si la metodología utilizada en la enseñanza es la correcta y si, además, es menor de 5 años, lo hará con menor esfuerzo y más facilidad que cualquier adulto. Lo fundamental es que el juego siempre esté presente como herramienta de aprendizaje para que la adquisición del idioma se produzca casi de forma espontánea.

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