Sudores nocturnos posparto: ¿qué ocurre?

Ya no estás embarazada, has traído a tu nuevo bebé a casa y, aunque sabes que tu cuerpo necesita tiempo para recuperarse del parto, es posible que no esperes uno de los síntomas posparto más inusuales.

¿Te has despertado en mitad de la noche con el pijama y las sábanas empapadas? ¿Un charco de sudor entre tus pechos? Justo cuando necesitas todas las horas de sueño que puedas, y no necesitas estar cambiando la ropa y las sábanas además de las tomas nocturnas y los cambios de pañales.

No te asustes, es muy normal y común. También conocido como sudor de "lactancia", afecta a un tercio de las mamás en el periodo posparto.

Sudores nocturnos posparto: ¿qué ocurre?

Los sudores nocturnos posparto están causados por el drástico descenso de los niveles hormonales una vez que el bebé y la placenta han nacido. Además, como el volumen de sangre aumenta un 40% durante el embarazo, el cuerpo debe eliminar este exceso de líquido a través de la orina y el sudor.

¿Cuánto durará?

Aunque puede ser incómodo y molesto, ten por seguro que es sólo temporal. La sudoración nocturna suele ser más intensa en las dos primeras semanas del posparto, pero puede durar hasta seis semanas. Si dura más tiempo, o si también tienes fiebre, acude a tu médico de cabecera para descartar cualquier otra complicación o infección.

¿Cuál es el tratamiento?

Aguanta, mamá, pronto mejorará. Mientras tanto, aquí tienes algunas cosas que puedes hacer hasta que tus hormonas y niveles de líquido se regulen:

  • Manténgase fresco por la noche. Utilice un ventilador, un aire acondicionado o abra una ventana mientras duerme.
  • Mantente hidratada con mucha agua. Es fundamental que mantengas los líquidos con toda esta sudoración, y sobre todo si estás amamantando. Tu orina debe ser clara o ligera, y debes ir al baño con frecuencia.
  • Utiliza tejidos sueltos y transpirables para ir a la cama. Llevar algodón y otras fibras naturales, en lugar de sintéticas, te mantendrá más fresca.
  • Limite la cafeína y los alimentos picantes. Intente reducir todo lo que sea estimulante o los alimentos que le hagan calentarse.
  • Protege tu colchón. Puedes poner capas de protectores de colchón y sábanas para no tener que rehacer completamente la cama durante la noche. Basta con quitar una capa cada vez. Incluso puede que prefieras dormir sobre una toalla, y tener algunas limpias cerca para sustituirlas cada vez que te despiertes sudando.
  • Protege tu piel. Si la sudoración te provoca problemas en la piel, como sarpullidos, puedes utilizar polvos sin talco o una crema protectora, sobre todo debajo de los pechos.

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