La angustia de criar a los niños con abuelos en el extranjero

Traer un hijo al mundo durante una pandemia ha dejado a innumerables nuevas madres australianas emocionalmente vulnerables. El dolor que han experimentado, y que siguen experimentando, es la crisis sanitaria invisible de la nación.

Los sentimientos de haber sido robados de un embarazo, la pérdida de los grupos de madres, los baby showers cancelados, y sin mencionar el miedo al propio virus, y la incertidumbre sobre lo que depara el futuro.

Sí, somos uno de los países afortunados en esto, y en muchas partes apenas hay señales de la pandemia. Aunque es absolutamente necesario aplicar restricciones fronterizas estrictas y un programa de cuarentena para mantener bajo el número de casos, sin duda ha destrozado a muchas familias.

Australia es una familia multicultural en la que muchos de sus ciudadanos y residentes permanentes emigraron desde el extranjero. Debido a la prohibición de viajar, miles de familias no pueden recibir la visita de sus padres extranjeros por no ser "familia inmediata".

Los abuelos extranjeros no pueden visitarnos y ser una fuente de apoyo y orientación esencial en el momento en que las nuevas madres más lo necesitan. Existe una profunda y duradera angustia al criar a niños que los padres extranjeros nunca han conocido. Nunca los han cogido en brazos, nunca han aspirado su aroma de recién nacido, nunca han sentido su suave piel de bebé, nunca se han mirado a los ojos y han sonreído felizmente.

Pero, se ha prolongado mucho más que eso. Los abuelos no pueden asistir a los primeros cumpleaños de sus nietos. Por suerte, la tecnología les permite comunicarse a través de videochats, pero la realidad es que los bebés se están convirtiendo en niños pequeños que solo conocen a sus abuelos como caras en las pantallas.

Es una vez más un ejemplo de cómo se devalúa el bienestar de una madre

Cuando a los abuelos se les niega la entrada aunque se hagan las pruebas, se vacunen y estén contentos de pagar la cuarentena del hotel, el mensaje que reciben las nuevas madres es que deberían ser capaces de manejar este tiempo solas.

En comparación con otras culturas del mundo que reconocen que se necesita una aldea, y que se reúnen en torno a la nueva madre para que pueda curarse y descansar, muchas nuevas madres en este país sienten que no deberían necesitar pedir ayuda.

En la actualidad, al menos una de cada cinco mujeres sufre ansiedad, depresión o ambas cosas durante el embarazo y/o tras el parto. Seguramente esta cifra aumentará debido a la fragmentación familiar y a que las mujeres no buscan apoyo.

Si necesita ayuda, llame a...

Línea directa nacional de PANDA

La línea telefónica nacional de PANDA (Ansiedad y Depresión Perinatal) es el único servicio de ayuda gratuito de Australia para mujeres, hombres y sus familias afectados por la ansiedad y la depresión perinatal. Consejeros altamente cualificados y atentos pueden ayudarle a superar sus problemas. Llame al 1300 726 306 entre las 9 y las 19.30 horas de lunes a viernes (AEST/AEDT). Rellene la lista de comprobación de salud mental aquí para madres embarazadas, padres y padres no biológicos, así como para nuevas madres, nuevos padres, nuevos padres no biológicos y parejas/cuidadores.

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