Encontrar tu tribu: Crear redes de apoyo

Tener un bebé es una experiencia que cambia la vida. Una vez que traes a tu bebé a casa, la vida nunca volverá a ser la misma. Los grandes cambios conllevan retos y es normal que necesites ayuda. El tipo de apoyo que necesitas puede ser diferente del que necesitan otras personas o tu pareja, pero es importante ser consciente de que pedir apoyo no es un signo de fracaso, sino que significa que eres humana.

Puedes prepararte mentalmente para la crianza de los hijos, comprender intelectualmente que estarás cansado y que te faltará el sueño, pero vivirlo realmente es totalmente diferente. Puede que te des cuenta de que puedes funcionar con pocas horas de sueño, pero te sientes muy solo. O puedes descubrir que no puedes funcionar sin dormir al menos siete horas, así que el mero hecho de pasar el día es un gran triunfo. Sea lo que sea lo que te hace sentirte mal, acéptalo y trabaja para controlarlo.

Consiga primero que su pareja se ponga de acuerdo

Si ya sabes que la falta de sueño va a ser un problema importante para ti, piensa en algunas estrategias que puedan ayudarte. Consigue que tu pareja se ponga de acuerdo, extráete leche materna o prepara un biberón de leche artificial y vete a la cama temprano para que tu pareja te dé el pecho a las 11 de la noche. Así, cuando te despiertes a las 3 de la madrugada, habrás dormido desde las 9 y podrás coger otras dos horas después de esa toma nocturna.

Contacta con tu familia

Antes de tener a tu bebé, ponte al día con tu madre, tu hermana, tu hermano o cualquier miembro de la familia al que estés unida. Hazles saber cualquier preocupación que tengas sobre el parto, el bebé y la crianza en general. Luego pregúntales si puedes recurrir a ellos si lo necesitas.

Estira la amistad

A tus amigos les encantará compartir tu embarazo y celebrar contigo la feliz noticia una vez que nazca tu bebé. Formar parte de ese precioso viaje con los amigos es una tarea de ida y vuelta, así que hazles saber que piensas pedirles ayuda si lo necesitas. Puede que sea sólo para mantener el contacto, tomar un café, o puede que sea una ayuda más práctica, como llevar al bebé de paseo para que tú puedas dormir.

No tardarás mucho en acostumbrarte a la rutina de la crianza de los hijos. Pero mientras estás aprendiendo, es importante tener gente a la que llamar cuando los tiempos se ponen difíciles o simplemente necesitas un descanso. Crear una red sólida en los primeros días sentará las bases de un feliz sentido de la comunidad, y esa es una gran manera de empezar la vida como padre.

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