La crianza consciente: ¿Es sólo otro nombre para la crianza con apego?

Una de las cosas que nuestra generación hace de forma diferente a la anterior es el uso liberal de las etiquetas en la crianza de los hijos. Hay "crianza con apego", "crianza suficientemente buena", "crianza en helicóptero", "crianza positiva", "crianza consciente", "crianza lenta". La lista continúa. Pero una de las últimas tendencias de crianza que ha surgido es la "crianza consciente".

La crianza consciente fue fundada por la Dra. Aletha Solter, una psicóloga del desarrollo suizo-estadounidense conocida internacionalmente por su trabajo sobre el apego, el trauma y la disciplina no punitiva. Aunque tiene sus raíces en la crianza con apego, hay un aspecto importante de la crianza consciente que la diferencia de cualquier otra.

La diferencia entre la crianza con apego y la crianza consciente es que ésta considera el llanto no sólo como una forma de que el bebé comunique que tiene hambre, está cansado, está mojado, etc., sino que también se considera que tiene una función de liberación del estrés. Cuando tu bebé llora (y sabes que sus necesidades inmediatas han sido satisfechas) lo abrazas y le permites llorar en un lugar seguro.

La resistencia a la crianza consciente ha surgido porque parece ir en contra de la crianza tradicional, en el sentido de que hay que evitar que el bebé llore, no fomentarlo. Pero los expertos en crianza consciente sostienen que es un enfoque multidimensional más intuitivo que los métodos tradicionales de crianza, porque permite liberar las emociones y el estrés de forma totalmente natural.

La filosofía de la crianza consciente sostiene que el proceso de llorar ayuda a liberar las hormonas del estrés que se han acumulado. Éstas se liberan a través de las lágrimas y el sudor mientras lloran. Los expertos en crianza consciente sostienen que esto ayuda a liberar la tensión provocada por el trauma del nacimiento, o incluso la tensión acumulada por el recorrido del canal de parto.

Se ha dicho que es útil equilibrar la sobreestimulación que los recién nacidos experimentan a diario, desde las caras y lugares nuevos, las luces brillantes y el ruido del tráfico, el ruido general del hogar de teléfonos, lavadoras y televisores. Los bebés también son sensibles a los estados emocionales de sus hermanos, padres o cuidadores. Permitir que el bebé tenga un lugar seguro para llorar le ayuda a liberar el estrés y la tensión acumulados.

Hay cierta controversia en torno a la crianza consciente, ya que algunos expertos han sugerido que puede estar abogando por el llanto controlado, o por dejar que el bebé "llore". Sin embargo, como tiene sus raíces en la crianza con apego, no se deja al bebé solo para que llore, sino que se le consuela en los brazos de su madre mientras pasa por el proceso. Los expertos en crianza con apego sostienen que se trata de una cuestión de conexión; hay que sostener al bebé cerca, no intentar hacer otras cosas, mantener un fuerte contacto visual, sin mandarle callar ni intentar que pare.

Estar presente y ser cariñoso en momentos de intensa emoción, y reconocer los otros propósitos del llanto es lo que define este estilo de crianza y lo diferencia de otros estilos no tradicionales.

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