¿Su descripción del trabajo como padre crea presión?

Ya sea padre o madre que se queda en casa, padre o madre que trabaja desde casa, padre o madre que trabaja fuera de casa o cualquier combinación de ambos, lo cierto es que ser padre o madre es un trabajo en sí mismo. Y la descripción de nuestro trabajo como padres es un trabajo duro de realizar y puede ser mental y físicamente agotador. Aunque gran parte del agotamiento es inevitable, también hay parte que es autoinfligida.

A veces podemos crear nuestras propias "descripciones de tareas parentales", que no siempre son realistas. Pueden ser cosas que pensamos que deberíamos hacer -o que vemos que otros hacen y creemos que deberíamos añadir a nuestros platos- y que quizá no sean importantes para nosotros. Pero no te preocupes. Nunca es demasiado tarde para modificar la descripción de tus tareas como padre o madre y centrarte en lo que es importante para ti. En otras palabras, ¡nunca es demasiado tarde para hacer que nuestras vidas como padres sean más auténticas y mucho menos estresantes!

Contenido rápido

Tómate un momento para reflexionar sobre

la descripción de tu trabajo como padre

Antes de lanzarte a modificar la descripción de tu trabajo como padre, es esencial que des un paso atrás y consideres dónde estás y, lo que es más importante, dónde quieres estar en tu camino como padre. Al fin y al cabo, ser "mamá" o "papá" es el título más importante que jamás tendrás. Es un trabajo que merece ser afrontado con total autenticidad y tanta satisfacción como sea humanamente posible. Aunque no siempre será fácil, siempre merecerá la pena. Tú lo vales.

Empieza por preguntarte:

    ¿Cómo es mi día a día como padre?

    ¿Qué aspectos de la rutina diaria me alegran y cuáles me producen (a mí o a mis hijos) más estrés o ansiedad?

    ¿Qué partes sirven realmente a mi familia en su conjunto?

A continuación, tómate un momento para pensar en el panorama general (no lo pienses demasiado) y pregunta:

    ¿Cuáles son mis objetivos generales a largo plazo como padre?

    ¿Qué camino quiero allanar para mis hijos (y para mí mismo) en el futuro?

    ¿Qué es lo verdaderamente importante en el gran esquema de la descripción de mi trabajo como padre?

Aunque algunas de estas preguntas puedan parecer capciosas, el objetivo es hacer una pausa y simplificar. Analiza con sinceridad tu experiencia como padre en comparación con lo que quieres que sea. Ábrete a la oportunidad de reajustar y replantear las expectativas que tienes de ti mismo.

Reestructura tus prioridades

Entonces, ¿cómo podemos modificar la descripción de nuestro trabajo como padres? Empiece por reconocer qué es y qué no es prioritario para usted. A continuación, determine si lo que está priorizando está alineado con lo que importa. Esto requerirá un poco de reflexión y honestidad, pero cuanto más te esfuerces en reestructurar tus prioridades, más en paz empezarás a sentirte en tu camino como padre. Para ayudarte a empezar, ten en cuenta lo siguiente:

    ¿Priorizas que tu hijo se involucre al máximo en actividades sociales y extraescolares, incluso a costa de sacrificar la oportunidad de satisfacer tus propias necesidades de tiempo para ti?

    ¿Priorizas mantener una casa perfectamente impecable en la que nunca se sabría que viven seres humanos diminutos? ¿O das prioridad a vivir en tu casa imperfectamente desordenada, aceptando los montones de ropa sucia y los cubos de juguetes vacíos que no durarán más que la pequeñez de los culpables del desorden?

    ¿Priorizas la creación de momentos mágicos (como las tradiciones de cumpleaños y los rituales navideños) para que los disfrute tu familia, o te preocupas constantemente por si has captado toda la diversión para publicar la foto perfecta?

Si su respuesta a cualquiera de las preguntas anteriores no le satisface, quizá sea el momento de plantearse encontrar un mejor equilibrio por el bien de su hijo y el suyo propio. Al fin y al cabo, un padre sano y feliz modela el bienestar de sus hijos pequeños mucho más que uno que deja sus necesidades en un segundo plano. No dudes en hacer los cambios que creas convenientes para tu familia. No hay una talla única para todos en lo que se refiere a la descripción de tu trabajo como padre.

Haz honor a tus puntos

fuertes y a tus habilidades

Una de las cosas más bonitas de ser padre es que puedes decidir cómo recorrer tu camino en todos los aspectos; las opciones son infinitas. Usted tiene el poder dentro de sus fortalezas y conjunto de habilidades en su papel como mamá o papá. Recuerda que tienes algo especial para tu(s) hijo(s).

Por ejemplo, puede que se le den bien los juegos de simulación con sus hijos o que sea el mejor organizador de citas para jugar o de clases para bebés del planeta. Tal vez seas una cuidadora y consoladora nata, o quizá seas sabia de corazón, y no te falten lecciones de vida. Puede que sepas cómo hacer que tus pequeños seres humanos se sientan especiales de cientos de maneras cada semana, o puede que seas la mejor coordinadora de vacaciones familiares del mundo. Como ocurre con cualquier otra función, puede que no seas capaz de hacerlo todo en la crianza de tus hijos, pero puedes (¡y debes!) sacar partido de lo que mejor se te da.

Una vez que empieces a centrarte en lo que tienes que ofrecer en tu papel de padre y dejes de lado (o al menos reduzcas) el resto, también empezarás a centrarte cada vez más en lo que importa. La descripción ideal de tu trabajo como padre no será exactamente igual a la de los demás, y eso está bien. Es algo maravilloso.

Reescriba la descripción de su trabajo como padre

La descripción de su trabajo como padre es exclusivamente suya. Nadie puede quitártela y no hay competencia. Claro que puedes inspirarte en otros expertos en crianza de niños, pero al fin y al cabo, nadie más puede escribir la descripción de tu trabajo como padre. Reflexiona sobre lo que da vida a los días de tu familia. Decide conscientemente dar prioridad a lo que realmente merece tu energía. Céntrate en la autenticidad. Honra las cosas fantásticas que te convierten en el padre que eres. Libérate de la presión de estar a la altura de cualquier listón que no sea el que tú mismo te has puesto. Acepta los altibajos del viaje que supone ser padre.

Adelante, reescribe la descripción de tu trabajo como padre y no seas tan duro contigo mismo. El bolígrafo está en tu mano y no tienes que rendir cuentas a nadie más que a ti mismo.

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