Lo que los padres deben saber sobre la escasez de amoxicilina

Uno de los antibióticos más comunes que recetan los pediatras a bebés y niños es la amoxicilina, que trata las infecciones bacterianas. El 28 de octubre de 2022, la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) informó de una escasez de "polvo oral para suspensión", un polvo que se mezcla en forma líquida antes de su uso y que puede ser un medicamento que salve la vida de los niños pequeños.

"Cuidar de un recién nacido ya es bastante duro", dice la doctora Nur Afsar, ginecóloga y obstetra certificada y madre primeriza, y añade: "Sólo imaginarla enferma y llorando desconsoladamente todo el día me rompe el corazón. Como médico, entiendo la escasez y la prevención de la resistencia a los antibióticos, pero como madre no podría soportar su dolor y espero que haya pronto un remedio."

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No es la única. Los padres de todo el país confían en este medicamento para tratar dolencias comunes como la faringitis estreptocócica y las infecciones de oído y sinusitis, entre otras, aunque es importante señalar que la amoxicilina y otros antibióticos similares no funcionan contra las infecciones víricas.

¿Qué hacen exactamente los antibióticos como la amoxicilina?

En general, los antibióticos son medicamentos muy seguros para los niños y la mayoría de ellos empiezan a sentirse mejor entre 48 y 72 horas después de iniciar el tratamiento. Se recomienda administrar el medicamento durante el tiempo prescrito aunque el niño parezca sentirse mejor. Pero como todos los medicamentos, pueden causar efectos secundarios u otros problemas. Los efectos secundarios pueden incluir reacciones alérgicas (aunque poco frecuentes) y efectos secundarios menos comunes como diarrea, náuseas y dolor de estómago. A pesar de estos posibles efectos secundarios, la mayoría de los pediatras recetan antibióticos cuando es necesario. Normalmente, el pediatra se asegurará de que el niño padece una infección bacteriana buscando ciertos síntomas como fiebre prolongada, secreción nasal, tos o presión sinusal o dolor de cabeza con escalofríos durante unos días.

Cuando es clínicamente necesario recetar antibióticos, la escasez de uno tan importante como la amoxicilina puede tener consecuencias devastadoras para los niños que lo necesitan desesperadamente. Los expertos apuntan a la alta demanda debida a una temporada temprana de enfermedades intensas como una posible razón. Recientemente ha habido un repunte del virus respiratorio sincitial (VRS) en bebés de todo EE.UU., y aunque la amoxicilina no trata el virus, los médicos pueden seguir recetándola porque los síntomas pueden confundirse con los de una infección bacteriana. O el antibiótico se prescribe como preventivo, ya que el VRS puede dar lugar a infecciones bacterianas secundarias, informa el Washington Post.

"Como madre de niños pequeños y pediatra, nos enfrentamos a un tsunami de enfermedades víricas desde que empezó el colegio este año, y las enfermedades no paran de aparecer", señala la Dra. Hina Talib, pediatra y especialista en medicina del adolescente certificada. "La mayoría de los virus que causan estos síntomas de tos y resfriado se tratan utilizando medidas de cuidados de apoyo como vapor y enjuagues, pero los niños pequeños también pueden enfrentarse a una infección bacteriana de oído, sinusitis, neumonía o faringitis estreptocócica, y potencialmente pueden necesitar un antibiótico como la amoxicilina."

La escasez de medicamentos, los retrasos en el acceso a las pruebas y las recientes noticias sobre los tiempos de espera y la falta de camas en los hospitales para los pacientes pediátricos que buscan atención urgente o de emergencia durante esta oleada viral del VRS y la gripe preocupan mucho a padres y pediatras", afirma el Dr. Talib.

Sin embargo, los padres pueden estar tranquilos porque existen otras opciones en caso de que resulte difícil conseguir amoxicilina. "Si un niño necesita este antibiótico para tratar una infección bacteriana, tenemos opciones. El Hospital Infantil de Filadelfia creó una vía clínica para ayudar a los pediatras con enfoques alternativos para ayudar a tratar al niño", dice el Dr. Talib. "A veces los pediatras emplean el enfoque de 'esperar y ver' para asegurarse de que no están tratando innecesariamente una infección vírica con un antibiótico".

Lo que los padres deben saber sobre los bebés y los antibióticos

Una ventaja imprevista de la escasez es que obliga a los pediatras a descartar una infección vírica: "Nos preocupa que podamos estar tratando innecesariamente una infección vírica con un antibiótico, y un aspecto positivo de esta escasez y de la atención que presta a la atención pediátrica es que nos recuerda a todos que debemos ser buenos guardianes de la prevención de la resistencia a los antibióticos no abusando de ellos", explica el Dr. Tilab.

Si se confirma que el niño padece una infección bacteriana, el pediatra puede llamar a otras farmacias de la zona para comprobar si tienen existencias. Si es posible, se puede transferir la receta.

Esperemos que la escasez sea sólo pasajera y se reanude el suministro, pero mientras tanto, quizá la escasez de amoxicilina llegue en un momento en que los profesionales médicos puedan tomarse un tiempo para evaluar si los antibióticos son realmente un requisito para el tratamiento recomendado.

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