Qué hacer si su hijo es malo con sus amigos

¿Ha dicho su hijo alguna vez algo cruel? ¿Por qué los niños son tan crueles entre sí? Tal vez han hecho un comentario sobre alguien o han expresado un pensamiento o creencia desagradable. Si has pasado por eso, es posible que hayas sentido conmoción, sorpresa o incluso asco de que algo tan horrible haya salido de la boca de tu dulce hijo. Muchos padres queremos criar hijos amables y compasivos, así que cuando un hijo nos dice cosas hirientes o se porta mal con sus amigos, podemos sentir una necesidad instintiva de corregir el error inmediatamente y reñir o castigar a nuestro hijo. Pero también podemos sentir que hemos fallado de alguna manera. Pero este comportamiento suele ser normal y puede gestionarse mejor.

¿Por qué mi hijo es malo con sus amigos?

¿Por qué son tan crueles los niños? En primer lugar, sepa que lo más probable es que su hijo sea malo con sus amigos. A medida que los niños crecen y se desarrollan, muestran una amplia gama de comportamientos para averiguar cómo comunicarse con los demás y gestionar las interacciones sociales.1

Más allá de las pruebas normales de los límites y de averiguar cómo actuar en las relaciones, el comportamiento mezquino o más extremo, como el acoso escolar, puede ocurrir cuando los niños se sienten abrumados, angustiados, ansiosos, deprimidos o tienen dificultades para gestionar grandes sentimientos. El niño puede incluso replicar algo que ve en casa, en la escuela o en el mundo que le rodea.2

Qué puede hacer si su hijo es cruel con sus amigos

Independientemente de por qué los niños son tan crueles, es probable que a usted, como padre, le resulte angustioso. Las actitudes, creencias y comportamientos crueles pueden perjudicar a tu hijo y a los que le rodean. Es esencial encontrar estrategias para apoyar a su hijo si está siendo malo con sus amigos, entender de dónde viene esta "maldad" y encontrar algunas maneras de hacer frente o controlar el comportamiento. Por ejemplo

Ayúdales a identificar cuándo son crueles y por qué está mal

En primer lugar, es fundamental identificar cuándo los niños son crueles y cuáles son esos comportamientos. Después, puedes intentar averiguar qué es lo que el niño percibe que está ocurriendo y ver si puedes descubrir algún desencadenante. Digo "después", no durante, porque si un sentimiento fuerte lo desencadena, es posible que no puedas hablar con él racionalmente hasta que se calme. Háblales de sus sentimientos si pueden identificarlos, o comparte lo que hayas notado. Averigua qué les ha llevado a reaccionar de esa manera ante una situación o ante un amigo, y explora cómo podrían evitar reaccionar así en el futuro o cómo manejar las cosas de otra manera.

No reacciones negativamente si tu hijo se porta mal con sus amigos

Reaccionar negativamente gritando, culpando o diciendo cosas crueles o mezquinas puede hacer que se sientan avergonzados, o simplemente puede reiterarles que portarse mal con sus amigos es una forma aceptable de responder a algo cuando se tiene un gran sentimiento. Esto no les ayuda a cambiar su comportamiento; en su lugar, pueden volverse más reservados con las cosas.

Modele un comportamiento amable

Los niños siempre observan a los adultos y nos miran para ver cómo deben responder a las cosas. Piensa en cómo tratas a tu hijo y en lo que ve cuando interactúas con otras personas. ¿Hace usted bromas groseras? ¿Tratas con amabilidad y compasión al personal de servicio? ¿Cómo se dirige a su pareja o a los miembros de su familia? Asegúrate de que demuestras los comportamientos que quieres que repitan para que no sean crueles con sus amigos.3

Encuentra lo positivo

Si tu hijo es malo con sus amigos, es posible que pase algún tiempo metiéndose en problemas, y puede convertirse en un círculo vicioso. Actúan con maldad, y hay consecuencias, o tienes una conversación sobre el comportamiento malvado. Pero si no hay un contrapeso en el que hables de sus cualidades positivas o te centres en ellas, puede sentirse como un "niño malo". Esto puede crear una dinámica en la que se sientan como un niño malo, de modo que hagan honor a la etiqueta y actúen en consecuencia. Así que intente verles portarse bien y elógielos. Destaque sus cualidades positivas y comparta con él su alegría por las cosas que le gustan o en las que es bueno.

Mejore su empatía

Tal vez su hijo sea malo con sus amigos porque no puede entender las cosas desde la perspectiva de los demás. Esto significa que no se da cuenta de que lo que dice o hace puede herir a los demás. Puedes aumentar su empatía haciéndoles preguntas sobre cómo se sienten cuando ocurren cosas difíciles; si están viendo la televisión o leyendo un libro, puedes parar en determinados momentos y preguntarles cómo creen que se siente un personaje. Esto les permite asumir un nuevo papel, practicar su papel de otra persona y ampliar su círculo de preocupaciones haciendo que tengan en cuenta a otras personas. Podrían informarse sobre las fiestas o celebraciones de otras religiones, comer alimentos de diferentes culturas y leer libros desde la perspectiva de otras personas. Haz que piensen en otras formas de vida distintas de las suyas.

Ofrezca amor incondicional

Si su hijo siente aceptación y amor incondicional, será más capaz de compartir un amor así con los demás. Tu amor y tu consideración incondicional hacia ellos también mejoran su autoestima cuando les aceptas por lo que son, les permites perseguir sus intereses y te maravillas de su singularidad. Una autoestima más alta y unas relaciones positivas podrían protegerles de los factores que subyacen al comportamiento mezquino, como la angustia emocional y la regulación.4

Tener una actitud de gratitud

Cuando experimentamos gratitud, es más probable que nos sintamos más felices, tomemos buenas decisiones, mostremos amabilidad y tengamos relaciones más positivas. Esto disminuye la probabilidad de que demuestren un comportamiento mezquino. Pero la relación es bidireccional, y también podría protegerles de experiencias que podrían llevarles a reaccionar de forma mezquina o cruel como respuesta.5

Nuestros hijos deben saber interactuar con sus compañeros y con otras personas de su mundo con amabilidad y compasión. Esto se debe a que su comportamiento no sólo influye en cómo se sienten los demás, sino que también puede afectar negativamente a su hijo, a sus relaciones, a su autoestima y a su bienestar. Si un niño es malo con sus amigos o cruel con usted, puede ser una forma normal de tantear el terreno, ver lo que puede hacer y aprender lo que es aceptable en la sociedad. O puede ser un indicio de que ocurre algo más. Si pruebas estas estrategias y sigues observando comportamientos mezquinos, puede ser un indicador de que debes consultar a un profesional de la salud de confianza para ver si ocurre algo más.

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